MURCIA. El Centro Párraga de Murcia ha abierto este jueves al público la exposición Mirmecologías, del artista multidisciplinar Santiago Morilla, quien a través varias instalaciones explora cómo las hormigas y las plantas han evolucionado juntas para desarrollar una relación que beneficia a ambas partes.
De hecho, el título de la muesta, Mirmecología, alude a la rama del conocimiento que se ocupa del estudio de las hormigas y de su impacto en los ecosistemas. Incluye también a las asociaciones mutualistas y a otras interacciones antagónicas posibles, como el comensalismo o incluso el parasitismo interespecies. Es decir, una hormiga cuidando a una oruga de un licénido..."¿Pero, podemos imaginar a un humano cuidando de una colonia de hormigas Messor barbarus que, a su vez, cuida de un ecosistema vegetal en relación simbiótica?", se plantea el artista en esta exposición.
Así, en cada pieza expuesta se fusiona creación e investigación artística, con la incorporación de tecnología y la intervención del público que es responsable de que las colonias de hormigas y plantas evolucionen. La exposición muestra, de esta forma, la capacidad de las prácticas artísticas para generar nuevos ecosistemas en los que la participación humana es fundamental para su supervivencia y desarrollo.
Y es que algunas especies de hormigas son esenciales para la polinización y dispersión de semillas y también protegen a las plantas de los depredadores, mientras que las plantas, por su parte, proporcionan alimento y refugio a las hormigas. Pero además, esta exposición quiere explorar el papel de la participación humana en dichos ecosistemas y destacar, por un lado, el papel de las tecnologías situadas en su comprensión como un componente vital en su equilibrio y, por otro lado, la capacidad de la práctica artística para generar nuevos imaginarios de participación y cuidados interespecies.
El director general del Instituto de Industrias Culturales y las Artes (ICA), Manuel Cebrián, ha presentado este jueves la exposición junto al artista y los comisarios Miguel Mesa del Castillo y Enrique Nieto, y ha indicado que "Santiago Morilla nos presenta en su obra nuevos ecosistemas posibles en los que se establecen afinidades entre hormigas, plantas, máquinas y el propio público, que es responsable de la evolución de estos nuevos hábitats en desarrollo y cambio, haciendo que las obras estén vivas".
Mirmecología de Santiago Morilla se puede visitar en el Espacio 2 del Centro Párraga desde este jueves y hasta 25 de abril, en horario de 9.00 a 21.00 horas de lunes a viernes, y de 10.00 a 14.00 horas los sábados.
Santiago Morilla es un artista multidisciplinar, doctor en Bellas Artes, con premio extraordinario de la Universidad Complutense de Madrid 2020-2021, y profesor en Grado y Máster de la Facultad de Bellas Artes de la misma institución docente.
Su obra artística ha sido expuesta en el Gyeonggi Museum of Modern Art (Corea del Sur), el Museo del Mármol de Carrara y la Fondazione Pastificio Cerere de Roma (Italia), The Drawing Center (New York), el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) o el Centre Arts Santa Mònica (Barcelona), entre otras instituciones artísticas internacionales.
Ha obtenido premios y becas de investigación en arte como la segunda Beca Espai Rambleta (2015), el XX Premi Ciutat de Manacor d'Arts Plàstiques (2013), el Gyeonggi Creation Center Art Exchange Program en Corea del Sur (2011), la Beca de Artes Plásticas de la Real Academia de España en Roma (2009-10).
Es autor de varios libros como Mira, una planta (Universidad de Granada, 2023), Traducir un bosque (Diputación de Granada, 2021) o Un aviso a navegantes (Embajada de España en Seúl, 2012).
En sus proyectos de investigación artística, a través de diversos medios como la fotografía, el video, la cartografía digital, las instalaciones y las performances situadas, investiga las relaciones contemporáneas entre estética, política y ecología cultural, planteando preguntas sobre los procesos del declive medioambiental y la convivencia multiespecie.
Diseña acciones, experiencias y dispositivos de mediación que faciliten la interacción entre humanos y no-humanos, principalmente plantas, pero también hormigas, bici-máquinas o algoritmos en relación simbiótica. Un enfoque situado que persigue la producción crítica de un espacio procomún de coexistencia, donde poder establecer dinámicas alternativas e imaginativas de colaboración con la alteridad desde el equilibro entre agentes y sistemas frente al contexto de permanente colapso de la era del Capitaloceno.
