CARTAGENA. La firma Construcciones María García tiene hasta la primavera para convertir la Granja Escuela de Tallante en un albergue sostenible. La constructora, con sede en La Aljorra, se ha hecho con el contrato para dicha rehabilitación, por un importe de 153.000 euros. El dinero llega gracias a una subvención europea en el marco del proyecto Interreg Sudoe Coleopter. El pasado mes de julio se declaraba desierta dicha licitación por falta de empresas que optaran a la obra, por lo que en septiembre se abría un nuevo plazo de licitación en el procedimiento de adjudicación de este contrato, en tramitación ordinaria por procedimiento negociado sin publicidad.
La rehabilitación del inmueble se llevará a cabo con criterios de sostenibilidad, y su adaptación a la nueva normativa de accesibilidad ha contado con el asesoramiento para la eficiencia del nexo energía-agua del CETENMA, el Centro Tecnológico de la Energía y Medio Ambiente, que también participa en el proyecto.
La antigua Granja Escuela de Tallante es un edificio de propiedad municipal que fue construido, según datos catastrales, en el año 1980. Cuenta con una superficie construida de 470 metros cuadrados de edificación, ubicada en una parcela de más de 1 hectárea de terreno disponible.
El edificio de Tallante ha presentado distintas actividades de explotación, tales como, albergue juvenil, edificio multiusos para los vecinos, siendo su última ocupación como granja-escuela. Actualmente en desuso, su estado de conservación necesita mejoras para recuperar su habitabilidad. Además, al ser un edificio antiguo, no dispone de las medidas de eficiencia energética deseables. El edificio presenta un gran potencial dinamizador para el territorio, por su ubicación y por disponer de una construcción tradicional ubicado en una gran parcela donde es posible desarrollar múltiples actividades.
Para su transformación, la iluminación se realizará mediante tecnología led, las ventanas serán de aluminio con rotura de puente térmico, y también contará con una instalación fotovoltaica conectada a la red que permitirá el suministro de energía verde. Todas estas características permitirán obtener una calificación energética final con la letra B.
Durante el proyecto Coleopter se ha prestado una atención especial al proceso de participación de los grupos de interés para que estuvieran involucrados desde el inicio. Esto ha permitido co-construir el proyecto entre todos sus futuros usuarios. Juntos decidieron que la rehabilitación del edificio de Tallante debía estar orientada a que finalmente tuviera una función social y dinamizadora del territorio.
Por otra parte, la Agencia de Desarrollo Local y Empleo (ADLE) ha llevado a cabo un Programa Mixto de Empleo y Formación por el que 40 alumnos acodicionan del entorno del edificio en labores de jardinería y de albañilería.
