YECLA. Comienza el confinamiento y se vislumbra una crisis económica, en ese preciso instante es cuando nace el proyecto Meraki ArteSano. Esta es una pequeña empresa yeclana que no solo se atreve con emprender en tiempos convulsos, además, intenta incentivar la artesanía a través de la unión entre la tradición y la modernidad.
Meraki ArteSano rescata la crochetería –o ganchillo-, que asociamos a nuestras abuelas, y la reconvierte en una actividad para todos los públicos a través de talleres que se imparten en modalidad online. Así, se fusionan las técnicas tradicionales de costura con la comunicación mediante redes sociales y plataformas multimedia.
Conchi Ortega, su fundadora, cuenta a Murcia Plaza cómo es iniciarse en un proyecto tan arriesgado en pleno confinamiento y cuáles son los beneficios de esta artesanía.
- Una empresa previa a una crisis y sobre una actividad artesanal, ¿cómo fue comenzar un proyecto en pleno confinamiento?
- Soy administrativo, pero realmente ya no encontraba alicientes y me veía encorsetada en una rutina. Siempre pensaba que cuando me jubilara haría ganchillo, pero pensé que no debía esperar tanto tiempo para hacer lo que de verdad me gusta. Durante el confinamiento cambié de trabajo y pensé que proponer cursos de crochetería podría ayudar a sobrellevar el encierro.
- Sin embargo, es un tanto difícil hacer ganchillo si se pierde el contacto físico. Digamos que se deja a un lado esa esencia de hacer crochet mientras hablas con las amigas en la puerta de casa.
- Es cierto que muchas mujeres me decían que ahora ya no iban a poder salirse a la puerta a tomar el fresco mientras hablaban, pero les ofrecí hacer conexiones de zoom mientras hablábamos de nuestras cosas. De esta manera, tenemos la posibilidad de adaptarnos a la situación sin dejar de hacer lo que nos gusta.
Así son nuestros cursos, conversamos mientras nos relajamos haciendo el ganchillo y, al final, las dos horas se pasan enseguida. De hecho, muchas mujeres me comentan que están deseando que llegue el día en el que tenemos curso.
- Se compara el croché con el pilates o el yoga por sus beneficios y su poder de relajación. Supongo que esta es una de las razones por las que la gente se apunta a los cursos que impartís.
- Sube muchísimo el autoestima porque al final regalas algo hecho por ti, con tu esfuerzo. Además, es muy relajante porque mientras estás cosiendo no estás pensando en todos los problemas que pueda haber a tu alrededor. Otro aspecto muy importante es que ayuda a nivel neurológico, ya que fortalece el aprendizaje de los patrones y la confección de tareas muy repetitivas refuerza la memoria.
- El ganchillo es una actividad muy artesanal y todos lo relacionamos a las abuelas. ¿Qué edad tienen vuestros clientes, está el público joven abierto a aprender croché?
- Tengo mujeres mayores que quieren retomarlo o que quieren aprender a coser cosas que todavía no sabían. No obstante, tengo grupos de todas las edades, también mujeres jóvenes que quieren rescatar eso que veían hacer a sus abuelas y que, además, tiene grandes beneficios.
En cuanto a los hombres, es una verdadera lástima que no tengamos más. Aunque la mayoría son mujeres, hay algunos hombres que también participan y los resultados son estupendos.
- Tenéis otro atractivo y es que utilizáis lanas veganas.
- Así es. Entendemos que este es un momento importante en el que debemos tener en cuenta al medio ambiente y queremos que nuestra empresa también respire ese espíritu ecologista. Por esta razón, utilizamos lanas sin origen animal como el bambú, el lino, el algodón, etc.
- Además de los cursos, ¿también vendéis productos artesanales?
- Nos hemos abierto también a vender productos infantiles como baberos, cordeles para el chupete, muñecos, etc. Otra iniciativa que hemos llevado a cabo es enviar kits con los materiales y el patronaje para que cada uno pueda realizar las piezas que nosotros hacemos.
- En vuestro propio nombre lleváis implícito lo artesano, ¿no habéis pensado participar en ferias de artesanía?
- Murcia mueve mucho la artesanía y apoya mucho a sus artesanos. Tengo intención de participar en un futuro en las ferias que se realizan por la Región. Creo que es importante recuperar esas actividades tradicionales, que son las que realmente nos definen, nos distinguen y cuentan nuestra historia.
- En la Región os apoyan, pero ¿tiene cabida una actividad tan tradicional fuera de nuestras fronteras, tanto regionales como nacionales ?
- Vendemos y realizamos cursos a toda España y Portugal. Además, si es de manera digital, enviamos los patrones a Latinoamérica y a todos los países que lo quieran.
-Respecto a los cursos, ¿tienes pensado iniciarte también con los cursos presenciales?
- Visto el éxito que hemos desarrollado durante estos meses, abriré dentro de poco un taller presencial e incluiré tienda con los productos que vayamos lanzando.
- ¿Cuál crees que ha sido la clave de ese éxito con algo tan convencional?
- El confinamiento ha dado mucho de sí y, por otra parte, este tipo de actividades son marcas costumbristas que no debemos perder. Al final son cosas muy bonitas, que encima te despojan de la ansiedad y del nerviosismo del día a día. La clave ha sido saber compaginar las nuevas tecnologías, tan en boga hoy día, en algo tan tradicional.
- Las redes sociales han sido una pieza fundamental para el lanzamiento de este proyecto, ¿qué crees que ha funcionado en vuestro caso?
- Las nuevas tecnologías han sido aliadas para difundir nuestra iniciativa y, por supuesto, el marketing digital y el uso de las redes sociales es fundamental para que una empresa, sobre todo si es pequeña, comience a conocerse.