MURCIA. Los pequeños comercios de la Región lanzan un SOS a la población. Necesitan de las compras de los ciudadanos locales para pervivir y lograr mantener un negocio que más allá del peso económico tiene un valor social vertebrador. "Las zonas de la Región que se encuentran con una limitación de la movilidad están pasando una crisis muy grande. Nosotros vivimos de las ventas y si estas bajan la cosa se pone muy mal", señala Carmen Piñero, presidenta de la federación de Comercio de la Región de Murcia (Coremur). "Con el confinamiento, tuvimos que estar cerrados y hemos tirado de lo que teníamos. Ahora ya no nos queda nada de colchón", añade. Tras las primeras semanas tras la reapertura, allá por mayo, en las que la gente se lanzó a comprar, ha llegado un nuevo periodo de incertidumbre, con una contracción de las ventas de entre el 20 y el 30% en el pequeño comercio.
"Vivimos con mucha incertidumbre y preocupación. Si pones la televisión, ves que la pandemia se sigue extendiendo, que los números no terminan de salir…Hay miedo a salir, a gastar más de la cuenta. Es una situación complicada", señala por su parte Antonio Sánchez Arenas, presidente de Centro Comercial Abierto de Cartagena. "Ahora lo que toca es llamar a la gente a que compre en el pequeño comercio. Si el dinero no se mueve la economía se para. La demanda se ha contraído por la incertidumbre que existe, por eso es más necesario que nunca que se gaste en el comercio de la Región y no en empresas de fuera que no generan riqueza ni empleo aquí", reivindica Piñero. Desde el pequeño comercio lanzan de esta manera un grito de auxilio ante una economía que, como suele suceder, golpea siempre más fuerte al más débil.
Afirman desde las distintas asociaciones de pequeños comercios que por suerte no ha habido muchos cierres pero sí hay muchos que se encuentran a punto de cerrar. Pese a que resisten, no hay un futuro halagüeño. "Con un verano flojo, el desplome del turismo… Miramos con esperanza a la campaña de navidad y, al menos, dejar en tablas el año. Sin ganancias, pero también sin pérdidas. Si había algún proyecto de inversión, se ha quedado todo parado. Vamos a ver", reflexiona Sánchez Arenas. "El dinero lo movemos nosotros. Si un comercio cierra, se están eliminando empleos estables. El poco dinero que tengamos lo tenemos que gastar en el comercio donde hay una persona que te trata con cercanía, que te puede comprender y que genera riqueza en tu entorno. El comercio de barrio genera cohesión social, a diferencia de las grandes plataformas", añade Piñero.
Con un panorama inquietante, los comerciantes buscan distintas ayudas de las administraciones que les permitan coger aire ante el difícil momento que viven. Afirman que desde el Gobierno regional les instan a los próximos presupuestos y a apostar por la digitalización, aunque piden más. "Nos han hablado de la creación de crear un 'marketplace' que va a ser muy potente vamos a ver. Nosotros pedimos que la financiación llegue a aquellos que lo están pasando muy mal. Necesitan ayudas directas, no líneas de crédito que luego no podrán devolver. Pedimos una bajada de los impuestos altos y ajustarlos a la actual situación", afirma Piñero. La reciente creación de un Observatorio del Comercio va también en esa línea de conocer cual es la verdadera naturaleza del tejido comercial de la Región para poder actuar en consecuencia.
No se engañan tampoco los comerciantes sobre la actual situación, obligados a adaptarse a una situación que se prolongará posiblemente durante el próximo año. Por ello apelan a dos puntos: las campañas de concienciación para comprar en el comercio local y la concienciación para frenar la pandemia. "En los comercios no se ha producido ningún positivo. Son sitios muy seguros en los que se han tomado todas las medidas necesarias. De alguna forma, también somos vectores para concienciar a la gente a tomarse en serio esto. Tenemos que poner en valor todo esto también. Necesitamos la ayuda de la gente después de todos estos meses en los que se ha abastecido a la gente", pide Piñero. "Todos tenemos que poner nuestro granito de arena en esto. En todos los comercios se desinfecta y se mantiene una limpieza plena para tranquilidad de todos. Hay que llevar todo esto a rajatabla. Tiene que haber una concienciación social para ser responsables, especialmente de los más jóvenes", añade Sánchez Arenas. Condenados por la maldita pandemia, el pequeño comercio pide ayuda a su fiel clientela.