MURCIA. Ciudadanos fue el primer partido en reaccionar ante la caída de Teodoro García Egea. No es para menos. Ninguna formación política ha sufrido más los estragos del ya ex número dos del PP. Las maniobras del ciezano fueron clave para desactivar la moción de censura contra Fernando López Miras, la gran operación que intentó el partido naranja en la Región y cuyo resultado constituyó un sonoro fiasco. Ahora, en el momento del adiós de García Egea, los liberales no ocultan su alegría: "Es una buena noticia para la democracia", esgrimía María José Ros Olivo, la líder regional.
"Sus tácticas mafiosas, que en la Región de Murcia hemos sufrido en Ciudadanos de primera mano, han sido rechazadas por su propio partido y le han llevado a un callejón sin salida", recriminaba Ros Olivo, quien confía en que la marcha del secretario general de los populares se convierta "en un punto de inflexión y que el PP rechace de forma rotunda esta infame forma de hacer política".
Ciudadanos no olvida el temido 'efecto Teo': "La Región ha sido el triste laboratorio de pruebas donde García Egea ha mostrado sus peores prácticas sin pudor alguno", señala Ros. "Hoy más que nunca en Ciudadanos nos sentimos orgullosos de pertenecer a un partido limpio y honesto, la auténtica alternativa a la vieja política", añadía.
Ana Martínez Vidal es otra de las dirigentes que reaccionaba ante la noticia. Ella fue la gran derrotada de la operación que pilotó García Egea para truncar la moción de censura, que reunía los 23 firmas necesarias para derrocar a López Miras y nombrar a la entonces líder naranja en la Presidencia de la Comunidad: "No soy rencorosa, nunca lo he sido. Le deseo suerte en lo personal y profesional", escribía en Twitter, apostillando: "Pero intentar hundir la vida de una persona entrando en lo personal y sin argumentos, nunca sale gratis. Que nadie se olvide que somos personas, no productos de consumo".
Uno de los grandes objetivos que se marcó García Egea desde su llegada a Génova fue aglutinar al centro derecha, en una estrategia que denominó como "España suma". Aquel planteamiento pasaba por incorporar voces de todo tipo y Ciudadanos fue una de las grandes víctimas. Sirva como ejemplo el caso de Fran Hervías, el exsecretario de Organización de Albert Rivera, una de las incorporaciones que dio el sato al PP bajo el brazo de Egea.
El senador murciano Miguel Sánchez tampoco oculta el daño que les hizo Egea. "Ellos nos machacaron sin piedad", escribía en Twitter. Y añadía: "Sin embargo a mí esta noche me está dando mucha pena ver a Teodoro. Un hombre hundido. La política es una trituradora de carne humana. Lo sé por experiencia, nadie me lo ha contado. A nosotros corresponde dignificarla y humanizarla".
No obstante, Miguel Sánchez añadió que le deseaba suerte y optó por no hacer leña del árbol caído: "Políticamente le podría hacer muchos reproches, era mucha la distancia entre ambos. Entiendo que no le quedaba otra que dimitir. Pero al César lo que es del César: conmigo siempre fue muy correcto, y donde me ha visto me ha saludado atentamente".