Un repaso a algunos de los veranos de película que más nos han marcado
VALÈNCIA. En estos días de calor asfixiante, no son pocos los que sueñan con un verano de cine. Aunque, ojo, porque no siempre son idílicos. En Culturplaza nos proponemos enfrentarnos a este mes de agosto viajando por algunos veranos de película a través de distintos títulos que os harán querer pegaros un chapuzón… o no.
-Título:
-La ciénaga.
-Sinopsis:
-En la provincia argentina de Salta, dos familias confluyen en un verano en el que, no pasando nada, todo parece estar a punto de suceder. Los personajes juegan con fuego constantemente con la tranquilidad que otorga el bochorno veraniego esperando que sus pequeñas acciones no tengan consecuencias. Dice Lucrecia Martel de ella que es "como una conversación telefónica con su madre", demostrando absurda la estructura causa-consecuencia.
-¿Cómo es el verano en esta película?
-Pegajoso, bochornoso, tenso. El verano que esperabas descansar pero que está rodeado de imprevistos, de muerte, de deseos frustrados y de desamor. El verano de La ciénaga es como sentarte a tomar el sol al lado de un lugar donde es peligroso bañarse.
-¿Qué canción nos inspira?
-Más que una canción, nos inspira los sonidos que subraya constantemente la película. Las chicharras siempre de fondo, a pesar de que el cielo pueda estar nublado. Si acaso hubiera alguna canción de fondo, Lágrimas heladas, de Los Lirios Salteños, para entrar de lleno en la atmósfera provinciana decadente que busca Martel.
-¿Dónde verla?
-En Filmin.
-Te gustará si te gusta...
-Tiene la conciencia de clase de Libertad, de Clara Roquet; la visión de la burguesía en un callejón sin salida de Roma, de Alfonso Cuarón; y el verano protagonista de Diarios de Otsoga, de Miguel Gomes.