CARTAGENA. "Grandes resultados pueden ser conseguidos con pequeños esfuerzos", escribió Sun Tzu, el general y filósofo chino autor del famoso tratado llamado 'El Arte de la guerra'. Probablemente, esta cruzada, gesta o epopeya iniciada ahora hace cinco años por un pequeño grupo de alumnos y profesores de un colegio cartagenero no tenga nunca un final aunque sí tuvo un principio, porque el Mar Menor no es un asunto menor ni, por desgracia, tendrá una solución mágica a la que podamos acudir.
Mientras los políticos y los grupos de presión se lanzan la pelota y buscan culpables, mientras que las soluciones que ponen sobre la mesa son insuficientes, los jóvenes del colegio público La Asomada han hecho buena esa frase que dice que 'los resultados que consigues estarán en proporción directa al esfuerzo que aplicas'.
La rebeldía de los alumnos y alumnas y sus profesores con su iniciativa El Mar Menor de los Niños continúa intacta, a pesar de que ya hace un lustro advertían de la grave situación de la laguna y de las soluciones que en 2018 ellos aportaban para sacarla de la UCI. Mediante una batería de más de 212 propuestas, proponían solucionar y rediseñar en positivo los servicios, infraestructuras y posibilidades del ecosistema que constituye el Mar Menor y todo su territorio.
El Mar Menor de los Niños sigue más vivo que nunca, a pesar de que aquellos que deben tomar las decisiones no hayan sabido entender el mensaje que le trasladaron hace cinco años y que repiten como un mantra hasta el día de hoy.
Se trata de "una historia de superación personal, llena de valores educativos y humanos y demuestra que no hace falta ser políticos o científicos para querer cambiar el mundo", explica Francisco Ruiz, profesor impulsor de este proyecto salpicado de premios y de una gran repercusión social y mediática. De como una clase se convirtió "en un símbolo de la necesidad de contar con la infancia y la juventud para intervenir, proteger y disfrutar del Mar Menor". Se cumplen cinco años desde que en junio de 2018 un grupo de 25 escolares del colegio público La Asomada presentara un vídeo reclamando y aportando soluciones a la contaminación, iniciativa que se ha consolidado como un agente social más de protección de nuestra laguna salada", añade Paco, como es conocido el docente.
¿Ha merecido la pena este tiempo y tanto trabajo con los alumnos? "Para mi ha sido como un trabajo, literalmente", dice el profesor. "Muchas horas al día, a la semana. Es una dedicación casi a tiempo completo. Estás de vacaciones y vas haciendo fotos para divulgar otras realidades de otros países, contestando al teléfono a entrevistas, contrastando informaciones", explica y asegura que "sí, me ha merecido la pena y creo que mi alumnado ha sentido el apoyo de la población y les hemos podido transmitir el amor por la naturaleza y el interés por aprender".
Dice estar muy orgulloso de la credibilidad y del cariño que ha recibido tanto él como el alumnado y el colegio La Asomada. "Eso no tiene precio. Yo no me alineo políticamente con nadie y creo que es evidente. Desde hace 5 años abrí las puertas de mi aula a la Región y escuché, debatimos y aportamos. Fuimos a ver al Presidente de la Comunidad Autónoma (vino él al colegio), a la Asamblea, a los cuatro ayuntamientos, a Consejerías y Direcciones Generales".
Tiene claro que lo que no le pueden pedir "y nunca haré es ni ser cómplice de mentiras ni comulgar con ruedas de molino. Siempre he sido, soy y seré moderado, pero no puedo tolerar afirmaciones como que 'una lechuga es más ecológica que un pino', 'que las cremas solares han contaminado el Mar Menor' o 'la muerte masiva ha sido por el calor o la Dana'. Por ahí no paso. Hay que ser rigurosos", apostilla.
Han transcurrido cinco años de este proyecto con más de doscientas propuestas, pero estamos en 2023 y nada ha cambiado y si lo ha hecho ha sido a peor. ¿Habría que modificar alguna de estas ideas que vosotros sugeríais? "Desde la humildad, creo que no tendríamos que hacer grandes cambios en las propuestas, pero sí en las exigencias de cesar los vertidos. Tenemos un grave problema de no afrontar la realidad" responde Ruiz, quien considera que la política debe servir para "tender puentes y arreglar asuntos, no para enfrentar a las personas ni a los sectores".
Aunque el profesor tiene claro que no concibe que nadie quiera, a propósito, contaminar el Mar Menor o que su fauna muera "¿por qué lo estamos consintiendo?", se pregunta: "Porque no hay reglas del juego. Las leyes se consideran papel mojado y se busca antes el voto fácil que solucionar los problemas", apostilla.
Añade que no se ha de tratar con "infantilismo" a ningún sector y que si la reputación del sector primario se está viendo afectada a nivel europeo, "hay que trabajar desde la política para adoptar las medidas que hagan de la agricultura y ganadería un sector puntero, limpio, eficiente y que no siembre dudas" y esto no se soluciona, añade "con subvenciones o con medias verdades. Del mismo modo, no se puede criminalizar al ecologismo como se hace desde sectores de la política regional. Ecologistas son personas con Licenciaturas y Grados de Biología, Química, Ciencias Ambientales, … no son personas sin conocimientos. Respeto, diálogo y soluciones efectivas".
Los políticos, las administraciones, las asociaciones, ¿quién ha sabido entender mejor el mensaje? "Los políticos no han estado a la altura, y me duele decirlo", explica, con rotundidad Francisco Ruiz, quien subraya que "han estado más preocupados en salvar sus muebles que en gestionar el territorio y, por supuesto, se han olvidado del Mar Menor, excepto cuando las anguilas y las doradas boqueaban agonizantes", dice, contundente.
"Las administraciones han tenido formalismos de recibir a mi alumnado y las propuestas, pero tampoco han respondido como debían", explica, para añadir que "Cartagena se hace llamar 'Ciudad de la Infancia', ¿cómo vas a ser ciudad para niños y niñas si ignoras a un colegio, como La Asomada, que está en tu término municipal y se ha hecho famoso en toda España? Es bastante lamentable. Que San Javier ignore las propuestas es doloroso, pero que Cartagena y sus cargos electos sólo haya venido a por la foto y no nos hayan llamado para buscar diálogo y materializar propuestas, es muy muy triste; máxime cuando 'El Mar Menor de los Niños' nació en Cartagena, tiene cinco premios educativos y sus propuestas han triunfado en tres Cátedras de las universidades regionales", indica.
Las asociaciones, por el contrario, han sido "grandes compañeras de viaje" y han tratado "a mi alumnado y las iniciativas ecoturísticas con el mayor respeto, integrándonos como un agente más por la protección del Mar Menor".
"Nos espera un futuro complicado", augura, a pesar de su optimismo innato "y es duro pensarlo y afirmarlo". "Mientras te contesto, me encuentro en Francia y aquí da igual que gobierne derecha o izquierda, porque hay una conciencia del respeto a la naturaleza, la necesidad de una transición ecológica, programas de educación ambiental, debate y participación de la sociedad en foros políticos y sociales e incluso cordialidad para afrontar los problemas por parte de las agrupaciones políticas. De todo eso, carece nuestra Región de Murcia. Hay mucha mediocridad y poco compromiso con el Mar Menor, que por extensión de agua salada, se considera la mayor laguna salada de Europa, por delante de Venecia (que no tiene toda su extensión con agua durante todo el año)".
Pide políticos comprometidos y gestores con una gran formación en los campos que el Mar Menor necesita. "También necesitamos personas valientes en otras Consejerías como Agricultura, Medio Ambiente, Justicia, Ordenación del Territoro, Fomento… personas que no sean de partido, sino que tengan un bagaje profesional y vengan a aportar y con talante dialogante. Con buenos mimbres, se hace buen cesto. Me gustaría ser más optimista (lo soy por naturaleza) pero tenemos un futuro difícil por el cambio climático y por la inoperancia política".
La propuesta educativa ha conseguido cinco premios educativos tras clasificar todas las problemáticas en cuatro grandes bloques que necesitaban actuación (1) Lucha contra la contaminación, (2) Protección de Ecosistemas: fauna y flora, (3) Defender un desarrollo sostenible compatible con el desarrollo humano y (4) Promover el Turismo responsable. Entre los mayores logros conseguidos se encuentra una red de 18.000 seguidores entre las tres redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram) que ha permitido publicar fotos al momento de lugares con incidencias como peces o aves muertas o contaminación por un vertido.
En redes sociales se desarrollaron campañas como #VocesMarMenor para difundir los valores ecológicos e históricos del Mar Menor o #50SolaresLaManga que permitió salvar de la destrucción el Monte Blanco de La Manga, al geolocalizar distintas alternativas para construir un centro cívico.
En San Pedro del Pinatar se plantó en febrero de 2021 la “Pinada del Mar Menor de los Niños” y también se ejecutó una acción de reforestación junto a Marchamalo, aunque aún está lejos de uno de los objetivos del proyecto: rodear al Mar Menor y La Manga con una senda forestal plantada denominada 'Senda Forestal Ricardo Codorniú' en memoria al apóstol del árbol, del que se cumplen 100 años de su fallecimiento en septiembre de 2023. Tres proyectos europeos debatieron algunas de las iniciativas aportadas: Coastal (sinergias rurales y costeras), E-Azul (promoción del turismo) y LaManga365 (desarrollo urbano sostenible). El Mar Menor de los Niños se ha erigido como un ejemplo de Educación Ambiental dentro y fuera de la Región de Murcia, "pero las sensaciones son agridulces porque las administraciones han sido poco permeables a poner en marcha algunas de las iniciativas ecoturísticas presentadas", dice el profesor.