CARTAGENA. El futuro de las energías renovables sigue dando pasos para afianzarse como las nuevas fuentes de energía que marcaran el futuro energético. Con la Agenda 2030 como guía para marcar el camino hacia un mundo más sostenible, distintas investigaciones ya trabajan en como aplicar las infinitas posibilidades de la energía solar en una zona como la Región de Murcia, y por extensión España, con una gran cantidad de horas de sol al año.
De esta manera, investigadores del grupo especializado en Materiales Avanzados para la Producción y Almacenamiento de Energía están desarrollando en el Laboratorio de Nanotecnología de la Escuela de Telecomunicación de la UPCT procesos rápidos y baratos para fabricar células solares orgánicas, que pueden imprimirse o pintarse sobre superficies planas y curvas, desde vidrios a finas películas de plástico, lo que, según los investigadores "abre un sinfín de posibilidades de aplicación de la energía solar fotovoltaica en todo tipo de objetos", señaló la Politécnica en un comunicado. "Para quién no lo sepa, la Nanotecnología es el estudio y desarrollo de sistemas en escala nanométrica. Que es un tamaño, para entendernos, correspondiente a una mil millonésima parte de un metro", explica José Abad, que junto al doctorando Rodolfo López, son los encargados de la investigación. Estos estudios sobre la viabilidad, eficiencia, estabilidad y durabilidad de estas células solares orgánicas cuentan con financiación del Ministerio, de la Fundación Séneca y de fondos FEDER.
"La tecnología fotovoltaica está dominada por el silicio, que es un material más rígido. En nuestro trabajo, el elemento que recibe la luz es un material polimérico, que puede ir en disolución, en tintas, lo que facilita su fabricación", afirma José Abad. "Esto abre muchas posibilidades, puede ir en dispositivos curvados. Al ser un material más ligero, se ahorra mucho", añade Abad. ¿Cómo es capaz de generar electricidad? "En cualquier dispositivo eléctrico necesitas dos electrodos. El material que estamos elaborando, al recibir la luz, genera corrientes eléctricas, al estar formado por estructuras que llamamos 'sándwich'", explica Abad sobre como es capaz de generar electricidad este material diluido. Aunque no es capaz de generar grandes cantidades de electricidad, la investigación va encaminada poder dotar de energía a aquellos aparatos que no necesitan una gran cantidad de electricidad para funcionar, como puede ser una nevera o las ventanas luminosas de distintos edificios.
Aunque el futuro de la energía solar es esperanzador, concienciada cada vez más la sociedad con la necesidad de respetar un planeta muy castigado medioambientalmente, Abad advierte de los peligros de construir plantas fotovoltaicas en exceso. "En la Región de Murcia nos encontramos en un sitio privilegiado para producir energía solar. Sin embargo, debemos tener cuidado con tener muchas plantas solares. Porque ese panel solar puede emitir más gases invernadero que los que intenta evitar mediante otros modos de obtención de la energía", subraya el investigador de la UPCT. "Por ejemplo, si para reducir el impacto ambiental de que todo el mundo lleve coche, usamos un tranvía cuya energía es obtenida de una central de carbón…Pues quizá es mejor que cada uno vaya en su coche particular", señala Abad.
Conocidas las bondades de las energías renovables, las alteraciones climáticas que se suceden en distintas partes del mundo podían llevar a pensar que este tipo de energía se vería afectada. Nada de eso, según los diversos estudios realizados al respecto. "Los cambios que produce el calentamiento global apenas disminuyen la eficacia de la energía solar. Si tiene un mayor impacto en la energía eólica, pero nada importante", señala Sonia Jerez, doctora en Física y profesora de la UPCT. "En España, el clima garantiza una buena combinación de la energía solar y eólica espaciotemporal. Esto quiere decir que mientras en una región puede no haber sol, en otra parte del país hay rachas de viento y viceversa, lo que garantiza que siempre se esté generando una de las dos", añade.
