Foto: JORGE GIL/EPMURCIA (EP). CCOO y UGT han convocado el 9 de junio, en la Plaza de las Vistillas de Madrid, a 1.500 sindicalistas encargados de la negociación de los convenios colectivos en las empresas para conseguir una subida salarial de al menos el 3,5% para este año y la inclusión de la cláusula de revisión salarial que garantice el poder adquisitivo.
El objetivo de los sindicatos es trasladar a las mesas de negociación las demandas sindicales que no lograron pactar con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) durante la negociación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que terminó con una ruptura de las conversaciones.
La estrategia sindical que trasladarán el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez, será la de negociar una subida salarial del 3,5% para este año, del 2,5% para 2023 y del 2% para 2024, además de incluir cláusulas de revisión salarial en los convenios colectivos.
Con un IPC del 8,7% y una inflación subyacente próxima al 5%, según los datos de mayo adelantados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el secretario general de CCOO, Unai Sordo, señaló esta semana que "toca movilizarse" para exigir al Gobierno que actúe ante "un problema de salarios" que afectará a la "salud económica del país si no hay una distribución de las rentas a través de los salarios".
Para el dirigente sindical, la propuesta de la CEOE de subir los salarios un 3,5%, sin incluir la cláusula de revisión salarial que demandan los sindicatos para la protección del poder adquisitivo, se "queda muy coja" ante el actual escenario de inflación.
Los sindicatos llevan semanas advirtiendo de que tensionarán la negociación colectiva para lograr sus objetivos y prevén movilizaciones y una mayor conflictividad. Al mismo tiempo, los representantes de los trabajadores han pedido al Gobierno que "tome cartas en el asunto" y recurra a la política fiscal y de rentas y a las prestaciones sociales para equilibrar la situación.
En la misma línea, UGT ha advertido de que no subir los salarios con un nivel de inflación como el actual supone un "lastre" para la economía española y para el poder adquisitivo de los trabajadores y de las familias.
La situación de la inflación es, para UGT, "muy preocupante", pues al impacto sobre el precio de las materias primas energéticas, alimentarias y metálicas de la guerra en Ucrania, se suma ahora "el agravamiento de los cuellos de botella de la cadena global de suministros", producidos por el cierre de muchas ciudades en China a consecuencia de la política 'cero Covid' impuesta por sus autoridades.
El sindicato de Pepe Álvarez ha denunciado que el continuo encarecimiento de la cesta de la compra, unido al moderado crecimiento salarial (un 2,4% pactado en los convenios hasta abril), "están restringiendo la capacidad de compra de los hogares, lo que repercute de manera negativa sobre la demanda y el crecimiento de la economía española".
"Ya no vale sólo con esperar a que cese el shock coyuntural de los precios de la energía. Dada la situación, es necesario actuar para proteger la capacidad adquisitiva de las personas trabajadoras, con el fin de no provocar una contracción económica de gravedad", sostiene UGT.
