CARTAGENA. El pleno de la corporación municipal de Cartagena ha aprobado por la vía de urgencia una iniciativa presentada por el gobierno municipal en forma de enmienda a una moción de Unidas Podemos, con el fin de estudiar la adecuada ordenación en la instalación de plantas fotovoltaicas en el municipio y garantizar que no produzcan un impacto severo sobre valores ambientales.
Con esta premisa, establece el texto, aprobado por todos los presentes salvo el concejal no adscrito Gonzalo Abad, que ha votado en contra, que "por el Área de Urbanismo se elabore la documentación necesaria para someter a la consideración del próximo Pleno ordinario una propuesta de suspensión de licencias de obra para las instalaciones destinadas a la producción de energía eléctrica a partir de la energía solar, que esté destinada a su venta a la red, descartando de esta suspensión a aquellas que se ubiquen en cubiertas de edificios existentes o en parcelas de suelos urbanos de uso compatible".
Recordemos que hace tan solo unas semanas, el Pleno del Ayuntamiento tomaba la misma decisión y decidió no aprobar bonificaciones de impuestos locales a los macroproyectos de plantas solares fotovoltaicas que ocupen grandes extensiones de suelo con alto valor agrícola y produzcan fuertes impactos paisajísticos, ambientales, económicos y sociales.
Ecologistas y ayuntamientos de diferentes localidades de la Región han dado la voz de alarma ante algunas de estas megaplantas a las que unos denominan como un modelo de desarrollo del sector fotovoltaico, "desordenado, masificado, insostenible y con un marcado carácter especulativo" y otros denuncian como "una actividad industrial invasiva que genera daños irreversibles".
Recordemos que el pasado 12 de mayo el partido Equo también manifestó su rechazo, puesto que se oponen a la implantación de grandes plantas solares al considerar "un atentado contra la biodiversidad y la pérdida de superficie arbolada", ya que, esgrimen, "muchos de estos árboles pertenecen a especies protegidas o endémicas como la sabina mora, necesarias para la cría de aves". Los ecologistas sostienen que la "pérdida de cubierta vegetal acelerará el proceso de desertificación, tan grave en la Región" y supone "un impacto paisajístico brutal".