CARTAGENA. Mientras se resuelven las alegaciones del nuevo PGOU de Cartagena, el Ayuntamiento ha adjudicado - a la firma INCOTEC por 111.062 euros más IVA- la redacción de la actualización del Plan Especial de Protección y Ordenamiento del Casco Histórico (PEOPCH), una norma que no se ha modificado desde 2005 y que, desde Urbanismo, se considera necesario actualizar junto con el Plan General de Ordenación Urbana. Pero, ¿qué traerá el nuevo PEOPCH?
El proyecto se desarrollará en varias fases, comenzando con un avance estratégico y un documento inicial que definirá el ámbito y los objetivos de la revisión. A continuación, se elaborará la versión inicial del plan y su estudio ambiental estratégico, que se someterán a un proceso de consultas públicas y evaluación antes de la redacción definitiva.
Primero, hay que saber que el casco histórico de Cartagena cuenta con un grado de protección considerable debido a la gran cantidad de yacimientos y espacios arqueológicos que lo componen. Esto, por tanto, condiciona el desarrollo urbano y, aunque para algunos —principalmente los constructores— podría ser un hándicap, para otros, como es el caso del Ayuntamiento, el patrimonio marca las decisiones de crecimiento “pero para que no sea un problema, para que sea una oportunidad”, afirma la alcaldesa.
Se pretenden incorporar medidas que supongan la eliminación de trámites, simplificación administrativa y facilidades con bonificaciones de ayudas para los promotores que quieran construir viviendas o incrementar la actividad comercial y hostelera en el casco histórico.
Al mismo tiempo, se revisarán otras ordenanzas para que se pueda compaginar la actividad económica en el casco histórico, que haya más vivienda en la zona y se respete el descanso de los vecinos. Según el propio Ayuntamiento, la norma permitirá mejorar algunos asuntos, como el de los restos arqueológicos. En el proceso de construcción, el proyecto se encarece cuando se descubren restos, lo que no ralentiza la inversión del promotor, pero sí incrementa los costes. El objetivo es evitar esa escalada de precios que repercute directamente en el comprador, aplicando bonificaciones.
Por otro lado, se apuesta por adoptar otras medidas relacionadas con el incremento del volumen de la edificabilidad cuando se descubren estos restos arqueológicos. "Todas esas normas que se están implementando ahora en otras ciudades como Alicante, Benidorm o Málaga, queremos también que sean el modelo de crecimiento de Cartagena en el casco histórico, teniendo en cuenta que nuestro grado de protección siempre es mayor y que hay que respetar la arqueología y que el patrimonio marca las decisiones de crecimiento, pero para que no sea un problema, para que sea una oportunidad".
La empresa tiene ahora dos años para presentar la redacción del plan, aunque, gracias a la cátedra suscrita con la Universidad Politécnica de Cartagena, los investigadores aportarán su conocimiento a la empresa adjudicataria para tener todos los estudios y disponer de ese documento lo antes posible.
"Queremos que el Casco Histórico sea bonito para visitar, pero también un buen lugar en el que vivir", ha añadido la alcaldesa.
