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Cartagena mima su patrimonio: rehabilita dos edificios modernistas para 'revivir' el casco histórico

18/08/2021 - 

CARTAGENA. Hay un deseo latente en parte de la sociedad cartagenera por poner en valor el patrimonio histórico de la ciudad más allá de los restos arqueológicos que, en cada rincón de la ciudad, hay del paso de la civilización romana por la ciudad portuaria. “El Ayuntamiento de Cartagena, a través de la concejalía de Urbanismo, está trabajando para facilitar que aquellos propietarios que quieran realizar mejoras o construir en el centro puedan hacerlo, con el objetivo de que el casco histórico sea rehabilitado”, afirman desde el Ejecutivo municipal. “Se ha puesto en marcha el Plan de Recuperación del Casco Antiguo. En una primera fase, el plan se centró en la obra pública, e incluyó la remodelación de la calle Saura y la plaza de Sor Francisca Armendáriz, o la apertura del nuevo Museo del Barrio del Foro Romano, y ahora se está haciendo hincapié en favorecer la obra privada, acelerando trámites, al tiempo que sigue la inversión municipal”, añaden.

Los dos últimos edificios que van a beneficiarse de este plan son el edificio situado en la calle del Carmen, número 45, conocido como edificio Manuel Cánovas, y que está atribuido al arquitecto Francisco de Paula Oliver. Estas obras se van a acometer con un presupuesto de 44.509,70 euros. El otro inmueble que va a tener obras de remodelación está ubicado en la Plaza de la Merced. “Este inmueble, construido en el número 10, está catalogado con grado de protección 3. En este caso, la obra ya ha empezado y se van a acometer trabajos por valor de unos 40.000 euros”, informó el Ayuntamiento. Este inmueble se conoce como Casa de Celestino Martínez y es uno de los referentes modernistas de nuestra ciudad. Fue construido en el año 1.900 por Tomás Rico, el mismo arquitecto que diseñó el Gran Hotel o nuestro Palacio Consistorial.

“Son dos edificios que forman parte de la iconografía modernista de la ciudad. Inmuebles emblemáticos que han sido diseñados por dos arquitectos de mucha importancia en aquella época”, señala el cronista oficial Luis Miguel Pérez Adán. “Sobre todo, el de Celestino Martínez tiene mucha importancia su rehabilitación. La pena es que al lado tiene un solar. Se han derribado tantos edificios en el casco histórico, que es una pena que no tengan continuidad.  Pero hay que quedarse con lo positivos y es que ese edificio va a recuperar su esplendor porque su reforma está en muy buenas manos, las de José Antonio Rodríguez. Aunque va a llevar tiempo porque necesita muchos arreglos según me ha contado Rodríguez. Para un amante del patrimonio, que se restauren edificios de esta riqueza es una bendición. La pena es que hay muchos que se han parado por diversas razones”, afirma por su parte otro de los cronistas oficiales de Cartagena, Juan Ignacio Ferrández.

Y es que conservar estos edificios es conservar la historia de las personas que vivieron ahí y, por tanto, de la historia de la ciudad. “Esos edificios tienen su propia historia. Respecto al de la calle del Carmen 45 tuvo lugar un crimen sobre el que yo escribí un artículo, el llamado ‘Crimen de la calle San Roque’, un asesinato que se cometió de un matrimonio que vivía allí para poder robarles. Se encausaron a 5 personas, dos condenadas a muerte. Hablamos de edificios, pero estos no son algo ajeno a la historia de las personas y, por tanto, no es ajeno a la historia de la propia ciudad”, afirma Pérez Adán. “Y en el caso del edificio de la plaza de la Merced, era la casa de Celestino Martínez, un preboste de principios de siglo, un nuevo rico que se hace con la minería de Cartagena-La Unión y es el que financia el Gran Hotel. Es una casa muy importante, un referente del modernismo. Su rehabilitación es decisiva”, añade.

Muchos ciudadanos se preguntan por qué no se ha procedido a rehabilitar este tipo de edificios con un alto valor patrimonial e histórico. “No se han rehabilitado antes porque los propietarios no habían mostrado interés en ello”, señalan fuentes del Ayuntamiento. “Los miradores de esos edificios hay que cuidarlos y mantenerlos, no solo es rehabilitarlos. Pero no sé quién debe cuidarlo. En el caso del de la Plaza de la Merced, sí sé que conserva elementos antiguos de la época modernista, pero entiendo que van a rehabilitar no solo la fachada sino también el interior de este. En Cartagena muchas veces tenemos una obsesión con reformar las fachadas y no de cuidar el interior, que son parte del edificio”, afirma Pérez Adán. “Hubo un plan de fachadas, en el que la Comunidad te paga un porcentaje de la rehabilitación. Muchos propietarios no han estado por la labor. La otra parte es ver que restauración se hace con ese plan. Porque muchas a los pocos años, la restauración ha sido deficiente. Hay que intentar que, además de rehabilitarlos, darles vida, que tengan una utilidad. Se pintaron muchos edificios, pero no tuvieron vida. El objetivo es que viva gente dentro”, añade Ferrández.

Respecto a qué se debe hacer para mantener o devolverles la vida a estos edificios y que no caigan en el olvido, los cronistas lo tienen claro. “Mantener hay que mantener todos. Cada cierto tiempo hay que reparar el interior, la fachada, los miradores…En la calle San Diego hay varios que están en un estado lamentable. La Casa Llagostera sigue parada sin poner en valor ese lugar. Tener un patrimonio cuesta dinero y cuesta mantenerlos”, reflexiona Pérez Adán. “Como te decía, hay que intentar darles vida”. Ferrández, además, lanza un aviso sobre la Casa Maestre. “Se han restaurado muchos. La Casa Maestre, por ejemplo, necesita ya una limpieza de fachada. Pero me dio mala espina porque parece que puede ser una ‘Llagostera 2’. Me dieron ganas de llamar al Ayuntamiento y preguntar qué pasa con este inmueble. Me huele mal este tema. Tengo pendiente hablar con José Antonio Rodríguez, con la Comisión Beltrí, porque creo que debemos decir algo. Por lo menos, que vean que no nos chupamos el dedo. ¿Ahora el Ayuntamiento pide hacer una revisión? Estamos todos pendientes de que lo declaren BIC. Y nadie ha dicho nada. A ver quién le declara algo BIC a Alfonso García ( más conocido como Pan de Higo)”. De momento, los cronistas celebran que no se olvide este patrimonio de la ciudad.

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