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Cartagena apuesta por darle una segunda oportunidad a sus quioscos, ahora en declive

12/02/2021 - 

CARTAGENA. El modelo del quiosco tradicional está en desuso. La profunda transformación de la información con la aparición de las nuevas tecnologías ha supuesto una grave crisis en la prensa de papel y las revistas, por lo que el quiosco de venta de información en estos soportes se ha visto muy lastrado.  Los resultados económicos de estos negocios se han ido derivando a los ingresos de publicidad, ya que el consumo de prensa escrita en papel ha ido cayendo de forma muy notable.

Esto y la grave crisis sanitaria ha supuesto que el número de quioscos se haya ido reduciendo en Cartagena de forma notable. De los aproximadamente 120 que existen en la ciudad se pueden contar casi con los dedos de una mano aquellos que se dedican a la venta de revistas o diarios, por lo que su función se ha tenido que ir readaptando a las circunstancias. Churrerías, cafés, heladerías, tiendas de golosinas y frutos secos: el negocio ha ido variando de forma imparable.

La ordenanza reguladora de la instalación de quioscos en bienes de dominio público actual entró en vigor hace más de 20 años, por lo que los hábitos comerciales han ido cambiando y se ha incorporado la prensa digital, con las consecuencias que esto ha tenido en la demanda de prensa escrita.

Ahora, el Ayuntamiento de Cartagena ha decidido darle una segunda vida a la multitud de quioscos que están cerrados. Desde la concejalía de Patrimonio -ocupada por la edil de Ciudadanos María Amoraga- se apuesta por convertirlos en otro tipo de negocios: abiertos, atractivos y accesibles.

De momento, han elevado una consulta pública -durante los próximos quince días-, previa a la modificación integral de la ordenanza reguladora de la instalación de quioscos en bienes de dominio público. Se pretende que los ciudadanos, asociaciones y organizaciones que se vean afectados puedan hacer llegar sus opiniones acerca de la adaptación de las instalaciones y su actividad comercial a los nuevos tiempos y nuevos hábitos de consumo.

Se estudia, por tanto, ampliar la oferta de productos a la venta y la posible aplicación de las nuevas tecnologías a la actividad a realizar en los quioscos. Se han recibido solicitudes de todo tipo, incluso de opciones que no contempla la ordenanza, como punto de estética de manos, de venta de papelería, floristería (actualmente en la ordenanza hay un límite de 5 quioscos de flores en todo el municipio), etc... 

Se pretende diversificar las actividades a las que se pueden dedicar, con el fin de que no haya solamente quioscos de prensa, que los mismos se conviertan en un atractivo, no solo para los cartageneros, sino también para el turismo que visita la ciudad. 

Desde actividad económica alternativa a guardaequipajes para turistas

Esta circunstancia ha sido abordada en otros Ayuntamientos, en los que el deterioro del sector ha sido más notable, por lo que las medidas a tomar se produjeron hace tiempo. Tal es el caso de Barcelona, donde para su reactivación se ha apostado por convertirlos en puntos de actividad económica alternativa y circular, ya sean centros de recogida de alimentos o productos de kilómetro cero; centros de almacenaje y recogida de compras en línea; guardaequipajes para turistas, o servicio de portero del vecindario entre otros.

También se ha estudiado adaptarlos a servicios ambientales; punto de información, almacenaje y reparación de bicicletas; distribuidores de semillas para la agricultura urbana, o electrolineras y prestadores de servicios sociales como comedores solidarios, espacios de cesión autogestionada de libros o juegos de mesa, para ofrecer apoyo médico nocturno o para prestar ayuda o inserción escolar.

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