Fotos: ARGENTINA OPEN
MURCIA. Volvió como lo hacen los campeones: ganando. Carlos Alcaraz Garfia se llevó el título en el ATP 250 de Buenos Aires al superar en dos sets al británico Cameron Norrie por 6-3 y 7-5 en 1 hora y 32 minutos de final. El joven tenista murciano, de 19 años y número 2 del mundo, no otorgó concesiones y por momentos fue un rodillo para completar una gran semana en la capital de Argentina.
Es el séptimo trofeo en el circuito para el de El Palmar -antes cayeron el ATP 250 de Umag en 2021, el Abierto de Estados Unidos, los Masters 1.000 de Miami y Madrid y los ATP 500 de Río de Janeiro y Barcelona en 2022- y ya la semana que se estrena este lunes seguramente que buscará el octavo nuevamente en Río, donde repetirá participación.
En la tierra batida del Buenos Aires Lawn Tennis Club mostró su poderío y fue claramente a más. Tras vencer sucesivamente a los serbios Laslo Djere por 6-2, 4-6 y 6-2 en octavos y Dusan Lajovic por 6-4 y 6-2 en cuartos y al español Bernabé Zapata en semifinales por un doble 6-2 saltó a la pista con el firme propósito de rematar la faena ante un rival cualificado y que, a sus 27 años, ocupa el duodécimo puesto del ranking internacional.
No era de extrañar sus ansias por los tres meses y medio que estuvo sin competir por dos lesiones seguidas y fue a por su primer título del año, el primero desde que conquistó el mundo en Nueva York el pasado 11 de septiembre de 2022, fecha que por cierto lleva tatuado de forma muy discreta en la parte posterior de su brazo izquierdo: 10922.
Era el mejor encuentro posible en Buenos Aires, los dos primeros cabezas de serie frente a frente, y la batalla se planteó desde el comienzo. Ambos jugadores comenzaron siendo agresivos y queriendo llevar la iniciativa. Además, hicieron valer su saque para puntuar y así se sucedieron las igualadas (1-1, 2-2 y 3-3) siempre con Norrie llevando la iniciativa en el tanteo.
Tras seis juegos el español aprovechó varios errores no forzados de su oponente para anotarse el primer break y lo hizo en la primera ocasión que tuvo. Un alarido para celebrarlo y a seguir.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero, por cierto ausente en Argentina, sacó su derecha a pasear para superar algún momento de apuro y así llegó al 5-3 con una de sus dejadas. La segunda ruptura en el choque le dio el set tras 36 minutos.
En la segunda manga el palmareño comenzó sirviendo y, tras remontar un 0-30, siguió creciendo y de ese modo sus opciones de asegurar el título.
Con un nuevo break y acciones como un ace hecho efectivo a 220 kilómetros por hora el 3-0 auguraba un final inminente.
De ahí al 4-1 en blanco y más tarde al 5-2, pero Norrie, un habitual del top 10, no había dicho todavía su última palabra.
El jugador nacido en Sudáfrica aunque con nacionalidad de Reino Unido, por fin logró romperle el saque a Carlos, quien cedió el 5-4 con una doble falta y Norrie siguió creciendo en su confianza. No en vano, fue capaz de encadenar tres juegos a su favor para establecer el 5-5.
Era lo que le faltaba al partido. Alcaraz se vio exigido de verdad y superó ese momento de apuro volviendo a ganar su servicio con claridad. A continuación, al resto tuvo su primera bola de partido y de torneo. Lo acabó con una dejada majestuosa, de la mejor manera tras otros 56 minutos de un encuentro con 66 puntos ganados por el español, 10 más que su rival.
Al terminar el trabajo tan bien hecho Carlitos fue a abrazarse con su equipo y acto seguido reconoció que lo había pasado mal en los últimos tiempos. "Fueron meses duros. No pude jugar en Australia y no hice las cosas bien fuera de la pista y la verdad es que tenía ganas de volver así", declaró.
Ya en la ceremonia de entrega de trofeos se mostró muy satisfecho por lo logrado. "Jugué uno de mis mejores tenis y esto contento por el nivel mostrado, que es el que a mí me gusta", dijo al tiempo que señaló que tenía "muchísimas ganas de vivir la pasión por el deporte y el tenis que hay en Argentina".
"Agradezco el apoyo recibido durante toda la semana en un torneo maravilloso y que disfruté al máximo", apostilló.