Francisco Camps, durante la rueda de prensa de esta semana. Foto: EP/JORGE GILVALENCIA. Francisco Camps está deseoso de volver a la primera línea política. El progresivo archivo de sus causas judiciales a la espera de la última que le queda ha provocado que lleve casi un año tratando de reivindicarse. Y sin ocultar su anhelo.
Lo primero fue la ciudad de Valencia. "Estoy seguro de que si el PP ve que tengo más apoyos, seré candidato a la Alcaldía", afirmaba en una entrevista con Plaza el pasado mayo, en la que descartaba presentarse como independiente. Pero el abanico de posibilidades se ha ido abriendo, tal como ha expresado últimamente.
En su comparecencia pública de esta semana tras el sobreseimiento de la pieza de la Fórmula 1 en la que se encontraba investigado, dejó ya alguna afirmación al respecto. "Me encantaría tener un cargo en el que pueda seguir desarrollando el potencial que creo que tengo. No he negado nunca que me ofrezco al PP, es una oferta permanente. Pero no haría nada nunca en contra de mi partido. Seguiré en él hasta que me muera", señaló.
Aunque volvió a defender que haría un "buen papel" en la Alcaldía de Valencia, las opciones ya parecían ser más. Algo que confirmó sólo un día después en una entrevista con ABC. "Si no me presento a la Alcaldía, volver a ser parlamentario me gustaría también. No estaría mal", señaló. Entre las posibilidades, mencionó Congreso, Senado o Parlamento Europeo.
Llegados a este punto, se podría concluir que lo que quiere Camps es un cargo en el PP. Seguramente el que sea. Lo dice y lo demuestra con la vuelta a la actividad pública, como su reaparición tras 10 años en un acto oficial del partido como fue el mitin de clausura de la convención nacional en la Plaza de Toros.
Mientras todo eso ocurre, la dirección disimula. Es pronto para hablar de listas, de puestos y el asunto, desde luego, incomoda. El líder del PPCV, Carlos Mazón, ya zanjó en verano el debate sobre la alcaldía de València: "A mí no me ha dicho que quiera ser candidato, sólo le he escuchado alguna declaración en ese sentido. Pero yo creo que los valencianos quieren a María José Catala y sé que el partido quiere a María José Catala".
En cuanto a recuperarlo para un cargo, directamente eluden hablar de ello. Únicamente miran hacia el cielo y hablan del tiempo. La disposición no parece ir en sintonía con el clamor de Camps. Aunque lo que sí ha cambiado es el discurso. "Se ha sido extraordinariamente injusto con su figura", señalaba Mazón hace pocos días. Unas palabras de reconocimiento que ya se están haciendo extensivas y habituales dentro de la formación, pero que realmente se evitaban pronunciar hasta ahora. De hecho, Isabel Bonig siempre prefirió decantarse por las de respeto a las decisiones judiciales sin entrar en valorar nada más.
El propio expresidente de la Generalitat lo admitía en su comparecencia. "Nunca he dejado de recibir mensajes de ánimo y apoyo estos años, pero el cambio es que ahora es público y notorio y estoy muy agradecido. Ahora hay cosas diferentes a lo que los cargos decían u omitían", comentó. A partir de ahora quedará la duda de, si el PP no le quiere, lo hará Vox.
