como ayer / OPINIÓN

Camilo Sesto en Murcia y astronautas eternos

28/12/2023 - 

MURCIA. De regalo de Reyes cabe calificar la noticia de que a la vuelta de unos días se adoptarán las medidas precisas para desembrollar los embrollos que ha causado en muchas zonas de Murcia el mal llamado Plan de Movilidad, que consiste, como bien saben los sufridos automovilistas, en no dejar moverse a nadie, debido a los atascos que salpican la ciudad, en obligar a dar enormes rodeos para llegar a lugares que antes estaban a dos minutos y, como consecuencia de todo lo anterior, a incrementar la polución en una ciudad que ya presentaba problemas de contaminación y sacar de quicio a los conductores, que recurren cada vez con más frecuencia a hacer trampas para sortear los atolladeros.

El criterio a aplicar: sí a los carriles bici y a los carriles bus, pero sólo en aquellas vías donde su presencia sea compatible con la del medio de locomoción usado por la inmensa mayoría y, por ende, con la fluidez del tráfico. Parece, por ejemplo, que nada obsta para que en 1º de mayo haya todo tipo de carriles, porque es una avenida amplia, pero no puede ser así en Constitución, Gran Vía, Floridablanca, Ciudad del Almería… arterias principales que no puede ser sometidas al sistema de ‘fila india’ para los automóviles. En unas sobrará el carril bici, en otras el bus, y en alguna ambos.

Mientras todo esto llega, me apresuraré a advertir al lector de estos ayeres de que lo que está leyendo no es otra cosa que una ficción, de improbable aplicación, al menos a tan corto plazo, inspirada en el hecho de que hoy conmemora la Iglesia Católica la fiesta de los Santos Inocentes, y en la vieja costumbre de embromar al personal soltando un notición que era desmentido al día siguiente, tras haber dado lugar, en no pocos casos, a que algunos o muchos incautos picaran el anzuelo.

Tomo como referencia el 28 de diciembre de 1973, medio siglo atrás, y en un rápido vistazo al diario Línea de esa fecha, localizo en la página 6 la noticia que huele a inocentada: "Nueva discoteca en Murcia. Será inaugurada esta tarde y habrá barra libre de 6 a 7. Actuará Camilo Sesto".

"Al día siguiente titulaban: Nuestra inocentada"

Los ingredientes Camilo Sesto y barra libre, y el hecho de no dar el nombre del nuevo local, surgido sin noticias previas de la noche a la mañana, sino sólo su localización, en la avenida Nicolás de las Peñas (hoy Cronista Carlos Valcárcel) son datos suficientes, además del decisivo de la fecha: 28 de diciembre, para detectar el bromazo, que se disfrazaba aportando el dato de que el popular cantante cobraría 300.000 pesetas por la actuación y vinculando la supuesta noticia al hecho de que otra discoteca hubiese cerrado sus puertas unos días antes, por lo que el nuevo local compensaba a la juventud bailona la supresión del anterior.

Al día siguiente titulaban: "Nuestra inocentada". Y explicaban en el texto: "Ya lo habrán supuesto ustedes -vosotros, jóvenes-: ni discoteca, ni Camilo Sesto, ni barra libre, ni nada. Ayer fue 28 de diciembre; fecha que tradicionalmente se reserva para las bromas que no se pueden gastar durante los otros trescientos sesenta y cuatro días del año. ¿La descubrió usted desde el principio? Enhorabuena. ¿Hizo el viajecito hasta el Polideportivo? Enhorabuena también. La inocencia es un artículo tan excepcional en los tiempos que corren...

Por cierto, que la discoteca aludida en lo referido al cierre reciente era Nikson (así, tal cual) que había abierto en 1970, con gran bombo, autoanunciándose como "la discoteca más importante de la Región", y que se situaba en lugar tan céntrico como peligroso: los bajos del Casino, con acceso por la calle Montijo. Algo más de tres años y medio después, la prensa anunció su cierre y las razones argumentadas por el Gobierno Civil: "Haberse comprobado la reiterada asistencia de menores, y actos contra la moral, así como no observar la iluminación mínima en el local. Todo ello es motivo de calificación de conducta anti-social".

Si nuestros ayeres caminan otros diez años atrás, hasta el día de los Santos Inocentes de 1963, nos encontramos con que ese año los redactores de Línea estuvieron particularmente juguetones. El cebo se asomaba ya a la primera página, donde se anunciaba, de un lado, "Exclusivas de verdad para Línea: los astronautas en estado de ingravidez no tienen por qué envejecer y podrán vivir cientos de años. Así lo declara a su paso por Murcia uno de los más importantes ingenieros de Cabo Kennedy, especialista en problemas espaciales". Y de otro: "Don Jaime, al yermo. Su propósito inmediato, hacerse ermitaño".

La actualidad de la llamada 'carrera espacial', entre los Estados Unidos y la Unión Soviética y todos los interrogantes que planteaba, propició la supuesta entrevista con el ingeniero, que se desarrollaba, con desbordante imaginación, en la última página; mientras que el don Jaime aludido, con estrafalaria foto inclusive, en primera plana, no era otro que el singular, ya por entonces, Jaime de Mora y Aragón, que durante tantos años anduvo por las páginas se sociedad y las revistas de cotilleo sin perjuicio de su condición de cuñado del rey Balduino de Bélgica.

En nuestros días, el asunto de las inocentadas informativas ha decaído notablemente, pero yo creo que buena culpa de ello la tiene la actualidad cotidiana, que depara a diario noticias que cualquiera pensaría, si no fuera porque acabamos por acostumbrarnos, que sr trata de una broma, en este caso pesada, que alguien pretende gastarnos.

Pues a pesar de ellas, me atrevo a desear a los lectores un Feliz Año, que a poco que se esfuerce resultará mejor, en su conjunto, que el dejamos atrás. Eso sí: pongamos algo de nuestra parte.   

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