CALASPARRA. Calasparra inaugura el Museo de la Villa. Al renovado espacio museístico abierto al público en la Casa Granero se une la Fundación del arquitecto Emilio Pérez Piñero, que hasta ahora se exhibía en el edificio de El Molinico, además de las colecciones arqueológicas, etnográficas y el Museo del Arroz. Para ello, el edificio ha sido sometido a una renovación que ha permitido mejorar su accesibilidad e imagen al visitante.
El Museo de la Villa se encuentra en la conocida como Casa Granero, uno de los edificios históricos más emblemáticos de la localidad construido por el conde del Valle de San Juan en el año 1808 y de estilo neoclásico. En su interior también se encuentra la Oficina de Turismo y una sala de exposiciones temporales.
La alcaldesa de Calasparra, Teresa García, junto con miembros de la Corporación municipal y representantes de la sociedad local, especialmente del sector arrocero, han celebrado la apertura de este singular y renovado Museo que reúne el legado cultural, patrimonial e histórico de Calasparra y que representa un activo más para el turismo.
Calasparra cuenta desde 2007 con un museo dedicado al cereal con denominación de origen, ya entonces como una apuesta clara del Ayuntamiento por impulsar la fama y el prestigio de este cultivo, y que había permanecido cerrado desde 2018. Un espacio que nació con la intención de completar el "museo vivo" que supone la visita al coto arrocero de mayo a octubre y que muestra al visitante las peculiaridades de este cultivo, su historia y cómo desarrollan su trabajo los agricultores o por qué es tan preciado en todo el mundo.
Con exposiciones audiovisuales, y de los útiles empleados para el cultivo, maquinaria, paneles interactivos, documentos históricos y una gran maqueta del coto, que sorprenderán al público que, tras la visita pueden saborear un auténtico arroz de Calasparra en uno de los muchos establecimientos hosteleros de la localidad que ya cuentan con la insignia "Espiga Dorada" que otorga el Consejo Regulador de la DOP Calasparra, como garantía de autenticidad y calidad. Un motivo más para visitar Calasparra, junto a su Santuario Virgen de la Esperanza, la Cueva del Puerto o su singular naturaleza.