MADRID (EFE). CaixaBank despide el año convertido en el primer banco de España tras su fusión con Bankia y prepara ya su nuevo plan estratégico, que prevé presentar en la primavera de 2022, ejercicio que también el Sabadell encara en plena forma, tras registrar en 2021 una revalorización superior al 60 % en Bolsa.
Las dos entidades de origen catalán han sido claras protagonistas de un año en el que el sector financiero ha tenido que hacer frente a la incertidumbre desatada por la pandemia de la covid, el mantenimiento de los tipos bajos y las todavía escasas rentabilidades. Todo ello en un proceso de consolidación del mercado que los expertos auguran que continuará en 2022.
Tras más de un año de trabajos previos, CaixaBank ha consumado a finales de este 2021 su integración con Bankia, erigiéndose en el grupo financiero líder en España, con más de 20 millones de clientes, 6.700 sucursales y más de 685.000 millones de euros en activos.
El proceso arrancó a finales de 2020, tras el visto bueno de los consejos de administración y las juntas de accionistas de ambos bancos a la operación, y ha continuado a lo largo de 2021 con varios hitos, como la definición del nuevo organigrama de la entidad, el fin de la cotización de Bankia en Bolsa, la unificación de la marca y la plantilla o la firma de un ERE con los sindicatos para 6.452 empleados.
El último paso de la fusión se produjo a mediados de noviembre, cuando se llevó a cabo con éxito la integración tecnológica y comercial, la más grande realizada hasta ahora en el sistema financiero español, ya que implicó la transmisión de información de 7,6 millones de clientes de Bankia a la nueva CaixaBank.
La entidad, comandada por José Ignacio Goirigolzarri -presidente- y Gonzalo Gortázar -consejero delegado- encara el futuro con optimismo y con la confianza de que la fusión impulsará su rentabilidad, eficiencia y solvencia.
La nueva CaixaBank presentará su primer plan estratégico en la primavera de 2022, con el banco operando ya desde hace meses de forma totalmente unificada.
Aunque el pasado 1 de noviembre se produjeron las primeras 1.200 salidas de empleados de CaixaBank acogidos al ERE, este plan de reestructuración se aplicará de manera escalonada durante los próximos meses, hasta alcanzar la cifra de 6.452 extinciones pactadas con los sindicatos.
CaixaBank, que estima que la integración con Bankia generará unas sinergias de costes de 940 millones de euros, en su mayoría derivadas del ahorro de gastos de personal, ha visto cómo su beneficio se ha disparado hasta los 4.801 millones de euros a cierre del tercer trimestre del año, casi siete veces más que en el mismo período de 2020.
También las acciones de CaixaBank han registrado en 2021 una evolución positiva, pese a algunos altibajos, y cerrarán el año un 10 % por encima que hace un año.
Por su parte, Banco Sabadell ha presentado ya este 2021 su nuevo plan estratégico, el primero como consejero delegado de César González-Bueno, que asumió las riendas de la entidad hace aproximadamente un año en sustitución de Jaume Guardiola, que se jubiló a los 63 años después de más de una década haciendo tándem con el presidente, Josep Oliu.
Tras la ruptura de las negociaciones para una integración con BBVA, el Sabadell decidió seguir en solitario y esa sigue siendo su apuesta a día de hoy. De hecho, González-Bueno ha manifestado en diversas ocasiones que la entidad se ve "con fuerzas" para avanzar de forma independiente y que "está bien que Sabadell exista".
Por el momento las cosas no le van del todo mal: el banco elevó su beneficio un 82,4 % en los nueve primeros meses del año, hasta los 370 millones de euros, gracias a la buena marcha del negocio bancario y a la contribución de la filial británica TSB, que ya no está en venta, pues aportó 82 millones hasta septiembre, encadenando su tercer trimestre consecutivo en positivo.
Los resultados del período enero-septiembre superaron el consenso del mercado y se situaron en línea con los objetivos del plan estratégico del banco, que prevé alcanzar en 2023 un beneficio de unos 670 millones de euros.
Este plan estratégico, presentado en mayo, preveía también un recorte de plantilla, y en ello ha avanzado en los últimos meses el Sabadell, que a finales de noviembre cerró un ERE para la salida voluntaria de 1.605 trabajadores, en su mayoría (61 %) a través de prejubilaciones.
A falta de conocer los resultados económicos del conjunto del año, parece claro que el Banco Sabadell cerrará un muy buen 2021, especialmente si se observa su evolución en Bolsa.
Las acciones de la entidad se han revalorizado más de un 65 % en un año, una de las mayores subidas del sector, y los expertos no descartan que esta buena racha se mantenga en 2022.