MURCIA (C.G./EP). El Año Sorolla, que conmemora el centenario del fallecimiento del genio valenciano, tenía una sorpresa guardada para su cierre. La Galería de las Colecciones Reales ha presentado este miércoles la exposición Sorolla, cien años de modernidad, que clausura la programación en torno al centenario del pintor, un recorrido compuesto por 77 obras, entre las que destaca Boulevard de París, un cuadro que hasta ahora se creía desaparecido.
"Nadie sabía dónde estaba el cuadro ni si seguía existiendo. Ha aparecido de manera casual. Sus propietarios han sido reservados y discretos", ha afirmado la exdirectora del Museo Sorolla y comisaria Consuelo Luca de Tena, durante la rueda de prensa de presentación del proyecto. La pieza, que data de 1890, es la única obra de Sorolla en gran formato que retrata la "vida moderna" en las calles de París, una obra que tan solo fue expuesta en su mismo año de realización y que desde entonces había sido dada por desaparecida.
Fue en 1889 cuando el pintor inició la obra en la ciudad que lo inspiró, una pieza que terminó en Madrid con los apuntes tomados ese año y en su estancia en 1885. La obra reproduce la concurrida terraza de un café, donde se reconoce al propio Joaquín Sorolla que se autorretrata en la parte izquierda de la escena. La obra combina hábilmente la luz natural del atardecer con la artificial que surge a través de la gran cristalera. Un cuadro descrito por el artista como "ya francamente naturalista y al cual procuré llevar la sensación de vida que yo veía".
"No solo es un cuadro excepcional por haberse creído perdido, sino por su tema. La pintura francesa era un tema corriente, pero no en la obra de Sorolla, que retrata la vida moderna de la ciudad", ha señalado la comisaria. La obra se ha recuperado por el trabajo de la bisnieta de Sorolla, Blanca Pons-Sorolla, que realizó una valoración de la obra, después de que los propietarios accediesen a ella. "Ha sido una campaña de asedio para lograr el cuadro. Ha sido una suerte enorme", ha indicado.
La exposición, que se podrá visitar a partir de este jueves y hasta el 16 de febrero de 2025, ha sido inaugurada este miércoles por el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, un proyecto que cuenta con la colaboración del director Museo Sorolla, Enrique Varela, quien ha señalado que la muestra, a diferencia del resto de exposiciones del Centenario, supone el "broche de oro" al realizar una aproximación global a toda la obra del pintor.
Sorolla, cien años de modernidad es una muestra que permite reflejar "lo bien que pinta" el artista español y reúne obras de toda su trayectoria, desde sus inicios hasta su muerte, y de diversos temas. "Tenemos espíritu de celebración. Hemos planteado esta exposición sin darle un argumento muy concreto, no es una muestra de tesis", ha explicado Consuelo Luca de Tena.
Pero no es Boulevard de París la única 'novedad' que presenta la exposición, que también incluye en sus recorrido piezas como La giralda (1908), una obra que no se exponía desde la muerte del pintor en 1923. El cuadro pertenece a una colección particular. Además, se podrán ver por primera vez en España los cuadros Retrato de la triple mexicana Esperanza Iris (1920), Arco y puerta de Santa María, Burgos (1910), Valencia (1909) y Barcas en Jávea (1905).
La exposición se ha articulado en cinco secciones, en las que se podrán descubrir la potencia de la luz de Sorolla, la naturalidad de su dibujo, la emoción y la intensidad de sus cuadros. La primera de las secciones es 'Rumbo al éxito' y recoge los primeros años de pintura del valenciano, quien, según la comisaria, "tuvo muy claro desde siempre que quería ser un artista internacional". "Quería ser un artista de primer nivel y se puso a ello. Sabía que para darse a conocer, no había en su momento otra manera que concurrir a los grandes certámenes, tanto en España como en el extranjero y así lo hizo", ha comentado Luca de Tena. Precisamente este es el apartado que muestra Boulevard de París.
Cómo no podía ser de otra manera, la sección 'El mar, siempre nuevo' es la más amplia de las cinco y en ella se pueden ver cuadros, como La bata rosa, Chicos en la playa o Paseo a la orilla del mar, un viaje por los distintos mares retratados por el pintor, desde sus estampas de las playas de Valencia o de las aguas de Jávea hasta su visión más social del Cantábrico. "Son instantáneas captadas de momentos irrepetibles", ha subrayado la comisaria.
El Sorolla retratista también marca el ritmo de la exposición, con cuadros de Santiago Ramón y Cajal o José Echegaray, así como una presencia especial de su esposa y musa Clotilde. Otra de las secciones pone el foco en Visión de España, un encargo para la decoración de la biblioteca de la Hispanic Society of America que le llevó a viajar por toda España para retratar la vida y costumbres del país. Por último, la muestra viaje por los paisajes y jardines del pintor, con estampas que nos llevan a Guadarrama o la Sierra Nevada granadina o estampas más íntimas como La siesta o Clotilde en el jardín.
Todas las piezas proceden de las instituciones que atesoran las mejores colecciones sobre el pintor: el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla, la Hispanic Society of America, el Museo del Prado o el Museo de Bellas Artes de Asturias, la colección de la Familia Entrecanales o la de Esther Koplowitz, así como colecciones públicas y privadas, tanto de España como de Estados Unidos o México.
Con la inauguración de la exposición Sorolla, cien años de modernidad en la Galería de las Colecciones Reales se pone el broche final a la programación vinculada a un Año Sorolla que ha marcado el ritmo cultural de los últimos años, actos que han tenido como grandes aliados en València al Museu de Belles Arts y a Fundación Bancaja. Es precisamente esta última entidad la que, desde València, es la encargada de despedir la efeméride, pues hace apenas unos días abrió las puertas de la exposición En el mar de Sorolla con Manuel Vicent, un proyecto que ha llegado este octubre con con casi el doble de obras, algunas inéditas o raramente vistas, de las que se presentaron en su día en Madrid.
“La pintura de Sorolla, la de verdad, es la que no se ve. Lo que está detrás de ese cuadro es el verdadero Sorolla”. Estas palabras las firmó el escritor Manuel Vicent durante la reciente presentación de la exposición, un sugerente proyecto que propone un diseño más emocional que académico. En esta muestra se entretejen distintas escenas marítimas pintadas por Joaquín Sorolla con una serie de textos escritos por Vicent para acompañarlas, un paseo por un mediterráneo a veces gozoso y a veces duro en el que pintura y literatura se fusionan.