VALÈNCIA. Berkeley Energía (BKY) no ha dicho su última palabra tras la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) del pasado viernes, que le ha denegado la autorización de construcción de la planta de fabricación de concentrado de uranio que preveía ubicar en Retortillo (Salamanca). Ayer lunes la cotizada presidida por Ian Middelmas anunció antes de la apertura de la bolsa por hecho relevante en la Comisión Nacional del Mercado Continuo (CNMV), que estudiará "de inmediato" las acciones legales contra la decisión del Miteco.
Ni que decir tiene que la cotización abrió con una fuerte caída del orden del 12%, que amplío por encima del 18% poco después. En este ocasión el regulador no suspendió la cotización, tal y como hizo a primeros de mes, porque el mercado conocía la noticia desde el viernes pasado una hora después del cierre de la jornada bursátil.
En aquella ocasión fue porque Berkeley Energia Limited, matriz de Berkeley Minera, comunicara a la CNMV que la negociación de sus acciones en la bolsa australiana se había suspendido a petición suya tras recibir una reclamación de Singapore Mining, subsidiaria del fondo estatal de inversiones de Omán, en relación con el contrato de inversión y pagaré convertible celebrados en 2017. Y la reacción del mercado no se hizo esperar: batacazo del 7,8% en el parqué español.
Dicho desplome dejó los títulos de BKY en los 0,1787 euros frente a los 0,131 euros del cierre de ayer, que estrenó la primera sesión de la semana cayendo un 11,22%. Cierto es que a media jornada de este lunes se desplomaba casi un 19%, cuando llegó a marcar los 0,12 euros. O lo que es lo mismo: mínimos desde el 27 de abril de 2019. Casi nada. De este modo, la minera se deja un 72,36% de su capitalización desde que debutara en la bolsa española allá por julio de 2018... ¡con un subidón de casi el 52%!.
"Las acciones de Berkeley me recuerdan a una ficha de casino porque igual se disparan que se hunden. Pertenecen a un sector, el minero, con muchas trabas administrativas y todavía más si es respecto al uranio. Aunque no lo quiera, esta cotizada se ha convertido en un blanco perfecto para los especuladores de turno". Así se referían ayer sobre BKY desde una mesa de intermediación bursátil madrileña. "Al ser un valor con un precio tan bajo es muy fácil de moverlo, tanto hacia arriba como hacia abajo. Yo me abstendría de entrar en ese juego, que a la postre es más de un casino -el juego- que de otra cosa", añadían.
Y no les falta razón porque la minera capitaliza en el parqué español por debajo de los 34 millones de euros. Una cotizada que ayer intercambió de manos más de 10 millones de acciones -concretamente 10,13 millones de acciones- frente a una media diaria anual, según datos de Infobolsa, que no llega a los cuatro millones. Un volumen que representó casi el 4% de su capital social. El pasado viernes movió 2,17 millones de títulos y las tres sesiones anteriores no superó las 400.000 'berkeleys'.
Tras el batacazo de ayer lunes, BKY se ha convertido en la tercera cotizada de las 130 que dan vida al Mercado Continuo que peor comportamiento registra este año (-64%), que contrasta con el 'subidón' del 187,40% registrado el pasado año. Solo por delante tiene a Codere (-75,58%) y DIA Supermercados (-68,40%).