MADRID (EP). BBVA Research prevé que el precio nominal de la vivienda aumente un 5% en 2024 y un 4,7% en 2025 debido al crecimiento de la demanda de inmuebles en un contexto de oferta de nueva vivienda reducida.
No obstante, en términos reales -descontando el impacto de la inflación- este alza sería del 0,7% y del 1,6%, respectivamente, según se indica en el último Observatorio Inmobiliario de BBVA Research.
De esta manera, el precio de la vivienda seguirá aumentando en línea con lo acontecido hasta el momento, con un primer trimestre del año donde el precio subió un 4,3% en tasa interanual y una tendencia alcista en todas las autonomías.
No obstante, los expertos de la entidad recuerdan que en la mayoría de las autonomías los precios siguen lejos de los máximos alcanzados en torno a 2008, con la excepción de Baleares y Madrid, donde sí se han superado.
Entre los motivos que hay detrás de este alza en los precios de la vivienda, los expertos señalan que la demanda aumentará por una recuperación cíclica de la economía, que favorecerá que la demanda de vivienda de extranjeros.
De igual manera, aseguran que las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) favorecerán que se siga creando empleo, lo que mantendrá las ventas residenciales en niveles relativamente elevados.
Asimismo, la previsión de bajadas de tipos de interés, que ya se refleja en el Euríbor, será un incentivo también para la demanda residencial.
De esta, se espera que la venta de viviendas crezca en torno a un 5% en 2024, lo que se traduce en un volumen de 675.000 unidades, y en torno al 3% en 2025, hasta casi 700.000 viviendas.
Por el lado de la oferta, la iniciación de viviendas comenzará a crecer en 2024 y tomará impulso. Así, los expertos de BBVA Research aseguran que hay varios factores que propiciarán un incremento de la producción de viviendas en los próximos trimestres: el mayor crecimiento de la economía, la presión de la demanda ante la reducida oferta de obra nueva y el interés de las administraciones públicas en incrementar la oferta de vivienda pública.
Sin embargo, la escasez de suelos finalistas, la reducida oferta de mano de obra, la incertidumbre regulatoria y el bajo presupuesto público destinado a la producción de vivienda harán que el nivel de producción sea relativamente bajo.
Con todo, se espera que los visados crezcan en torno al 10% en 2024 y algo menos del 15% en 2025.