CARTAGENA. Los bares y restaurantes de Cartagena tienen sus agendas a rebosar de reservas para las comidas y cenas de Navidad que desde hace unos días no paran de sucederse en todos los lugares. Afirman que la pandemia es un mal recuerdo y que los números se asemejan a los de la Navidad de 2019. Especialmente significativos son el 17 y el 23 de diciembre, donde los hosteleros parece que tienen sus comedores al 100% y desde hace tiempo descartan más reservas. Venimos de dos años en los que la gente no se ha podido juntar para celebrar sus navidades con sus compañeros de trabajo.
Destacan que la preferencia de los clientes es la cena por encima de las comidas, aunque esa tendencia empieza a equilibrarse cada año más, ya que muchos encuentros de compañeros de trabajo prefieren adelantar la fiesta a mediodía y continuar con el tardeo. "Esperamos una campaña sobresaliente, como si fuera temporada alta", destaca Juan José López, presidente de Hostecar -la patronal de los hosteleros de Cartagena y Comarca-, quien, tal y como antes subrayábamos, explica que se están barajando unas cifras que se parecen mucho a las previas a la pandemia, por lo que el trabajo no va a faltar. Lo normal, tal y como hemos podido ver en años previos a la pandemia, es que los hosteleros refuercen sus plantillas en un 20% aproximadamente.
Eso sí, añade que los precios se han encarecido entre un 10% y un 15% en las cartas de los restaurantes y bares, una cantidad, afirma, menor a lo que a los profesionales les supone el encarecimiento de la energía, el gas y la materia prima. "En general, tenemos una subida que está por encima del 30% y, sin embargo, los precios no se han disparado hasta ese nivel. Eso quiere decir que los empresarios están restando de sus beneficios esa diferencia y el resultado en su balance de cuentas a final de la Navidad será mucho menor", añade López.
Mención a parte se merecen el tardeo de Nochebuena y Nochevieja, que se ha convertido en una moda que parece que ha venido para quedarse y que no deja de crecer cada año. El pasado año, a pesar de que la variante ómicron hacía todavía estragos en España, Cartagena registró un fantástico ambiente en esas dos jornadas, algo que parece que volverá a repetirse en este 2023.
Pero la polémica entre el Ayuntamiento y los hosteleros ha surgido cuando los empresarios han visto que los requisitos para pedir licencia para las barras en Tardebuena y Tardevieja son demasiado exigentes. Eso sí, los hosteleros han explicado que la falta de concurrencia de los hosteleros, se debe a la elevada tasa de tramitación y multitud de requerimientos técnicos exigidos por parte del Ayuntamiento de Cartagena. El Ayuntamiento de Cartagena obliga a los hosteleros al pago de una tasa extra en el caso de que quieran colocar barras en la calle los días 24 y 31 de diciembre, "sin tener en cuenta el pago anual que realizan para obtener sus licencias de veladores ya que es uno de los requerimientos obligatorios para monta barras durante esos días, pues es el mismo espacio que utilizan a diario con sus mesas y sillas".
Finalizado el plazo de presentación de solicitudes, desde Hostecar se han tramitado apenas 5 instancias peticionando la ocupación de la vía pública con barras. Teniendo en cuenta las dificultades encontradas en los numerosos documentos exigidos por el consistorio y con motivo del elevado coste para la instalación del montaje, los hosteleros han optado por no montar barras en la calle. Pese a esta circunstancia, los locales permanecerán abiertos como de costumbre en estas fechas.
"Lamentamos profundamente esta situación que agrava la crisis que está viviendo el sector de la hostelería actualmente. Hemos hablado con los hosteleros de la zona y nos aseguran que no se pueden permitir pagar más tasas municipales. Desde Hostecar hemos mantenido reuniones y avisamos con anterioridad al Ayuntamiento de la falta de imparcialidad en los requerimientos exigidos a los barrios y diputaciones. Es una pena que se pierda el ambiente festivo que generan las barras en la calle estos días en concreto y que dan vida a Cartagena. Lo veníamos advirtiendo y sucedió", indica Juan José López.
Por otro lado, el presidente de los empresarios cartageneros indica que las previsiones no son las más halagüeñas para 2023. Para este mes hay muchas reservas y ganas de salir a la calle a disfrutar con los amigos, familiares y compañeros de trabajo, pero anticipa que para el primer trimestre del año todo va a cambiar. "La Semana Santa llega este próximo año en abril, por lo que enero, febrero y marzo serán una cuesta complicada de subir. Entre los precios tan altos y la falta de gente en los establecimientos, sabemos que habrá que tomar medidas para sobrevivir", y esas medidas, asegura, paran por recortar personal. "No podemos dejar de pagar la luz, el gas o la materia prima, por lo que está claro que las plantillas menguarán".
