MURCIA. De baño de realidad se puede calificar el estreno de Carlos Alcaraz Garfia en el Torneo ATP Master 500 de Acapulco, en México, en el que ha caído por un claro marcador de 6-3 y 6-1 ante el alemán Alexander Zverev, número 7 del mundo y que ha pasado el rodillo para llevarse la victoria en apenas 1 hora y 24 minutos.
El Abierto Mexicano Telcel, torneo que precisamente le dio sus victorias más brillantes a otro jugador murciano como Nicolás Almagro, quien logró el título en 2008 y en 2009, le brindaba a Alcaraz, de 17 años y número 132 de la clasificación ATP, la oportunidad de medirse por primera vez en su todavía incipiente carrera a un top 10 y lo cierto es que el de El Palmar comenzó con brío y acierto.
De hecho, ganó los dos primeros juegos, el segundo de ellos rompiendo el saque de Zverev, y sirvió para colocarse 0-3, pero no lo aprovechó y ahí cambió el encuentro radicalmente hasta el punto de que el de Hamburgo, de 23 años, ganó 12 juegos de los 14 que se disputarían a partir de ese momento.
En el primer set, tras ese buen arranque del pupilo de Juan Carlos Ferrero, técnico quien por cierto en el pasado dirigió al germano durante ocho meses, Alcaraz llegó a volver a mandar con el 2-3, pero el empate llegó con saque en blanco para Zverev, quien ya puso la directa para llevarse la primera manga con el 6-3 después de 52 minutos de juego.
Pese a todo, "La Roca" mantuvo el tipo en el comienzo de la segunda asegurando su saque para el 1-1, pero hasta ahí, pues Zverev, agresivo yéndose a la red, no estaba dispuesto a dejarse sorprender y puso en la pista dura del Princess Mundo Imperial en Acapulco su mejor tenis para cerrar el choque con cinco juegos seguidos y el 6-1 en este parcial tras otros 32 minutos.
La superioridad del teutón fue evidente y se manifestó especialmente en el saque, pues logró 11 "aces" por ninguno del español y ello concediendo Zverev tres dobles faltas por una de Alcaraz.
Un total de 66 puntos ganados frente a 44 y cinco rupturas de servicio por sólo una del palmareño, la que le hizo ilusionarse con el 0-2 en el set inicial. Los números cantaron claramente y enseñaron que a Carlos, quien la próxima semana disputará por invitación el ATP Master 1000 de Miami, le falta todavía un largo camino por recorrer para en un futuro estar en la posición que hoy ocupan jugadores como Alexander.