CARTAGENA. No se esperaban los representantes sindicales de los cerca de 1.500 funcionarios del ayuntamiento de Cartagena este baño de realidad con el que se encontraron tras la reunión mantenida con representantes del equipo de gobierno para negociar una salida viable al Acuerdo de Condiciones de Trabajo y Subida Salarial en el que andan enfrascados desde comienzos del mes de enero.
Es más, los funcionarios municipales creían haber captado un mensaje diferente al que les han transmitido desde el otro lado de la mesa negociadora y ahora la partida vuelve a la casilla de salida. Si los sindicatos decían que se puede alcanzar un acuerdo sin subir el techo de gasto ni desequilibrar el presupuesto de 2020, no opinan lo mismo los gobernantes, que siguen insistiendo en la existencia de un desfase en las cuentas públicas que no están dispuestos a admitir.
Los trabajadores han presentado una propuesta en la que piden que se les vuelvan a reconocer los derechos pactados en abril y suspendidos en diciembre, aunque esa medida no entre en vigor -es decir, la subida salarial-, de forma inmediata. No han encontrado receptividad en el lado contrario de la negociación, por lo que su media sonrisa se ha torcido de nuevo cuando al salir a la calle había que explicar a sus compañeros -alrededor de 400-, que todo, por desgracia, sigue igual que antes.
Es por ello, por lo que no descartan recrudecer sus protestas, que hasta ahora se basan en una manifestación de 30 minutos a las puertas del edificio administrativo del Ayuntamiento, por su presencia en actos donde acudan los políticos: para empezar el pregón de Carnaval.
"Si esto no se arregla vamos a protestar más y en otros sitios ¿Carnaval?, podría ser. No queremos reventar nada, pero que nos vamos a manifestar en actos a los que vayan los políticos, por supuesto", explicaba Juan Jesús Moreno, presidente de la junta de personal municipal.
El comité de crisis no esperaba llegar a este punto, "porque no nos habíamos planteado manifestarnos en otros sitios, ya que no pensábamos que íbamos a llegar hasta ahí, pero llegaremos si ellos no nos llaman en breve", insistía Moreno.
Explicaba que se había propuesto un aplazamiento de los pagos. "Me reconoces los derechos que tengo y hablamos después de los pagos. El problema es que quieran hacerlo o no. Desde que suspendieron el acuerdo, nos han dicho que quieren lo mejor y sacar todo lo que se pueda y que si se demostrara que es así, iban a hacerlo. Lo hemos demostrado y ahora queremos que cumplan".
