MURCIA. Los carteles de La Mar de Músicas de Cartagena, que este mes de julio celebrará su 29 edición, no solo son un escaparate para el arte actual, sino que también ilustran el viaje que cada año realiza el festival por las músicas del mundo y por las culturas que representan. De todo ha habido en estas últimas tres décadas, pudiéndose encontrar los más dispares estilos y concepciones en el diseño. Es por ello, que merece la pena hacer un repaso por estas obras a lo largo de los años.
En esta edición, por ejemplo, una artista textil ha realizado por primera vez el cartel de La Mar de Músicas. Se trata de la joven mallorquina Ela Fidalgo, quien con su trabajo lucha contra los cánones hegemónicos de la sociedad sobre el cuerpo y la belleza. Con sus puntadas, la artista ha querido mostrar en la obra que representará esta edición del festival, El último abrazo, "la reconciliación con uno mismo" que ella logró a través de "la mano tendida de mi doctora".
Ela Fidalgo ha señalado al respecto que "descubrirme a mí misma ha sido como desenterrar tesoros escondidos en lo más profundo de mi ser. Cada revelación, cada reconocimiento, ha sido como una luz brillante iluminando mi camino interno. La ilusión por lo nuevo me ha impulsado a abrir puertas que antes creía cerradas, a explorar rincones de mi alma que desconocía".
Este abrazo hecho con puntadas llenas de creatividad y talento también quiere representar la unión entre los pueblos unidos por un mismo mar, ya que esta edición incluye un Especial sobre las Islas del Mediterráneo. "Las personas que vivimos en el Mar Mediterráneo somos muy de acoger, de tender la mano", señala la artista.
El nombre de esta talentosa autora se une a una lista de reconocidos artistas plásticos como Miquel Barceló, Cristina García Rodero, Ricardo Cavolo, Joana Vasconcelos, Guillermo Pérez Villalta, Oscar Mariné, Dora Catarineu, Javier de Juan, El Hortelano, Ouka Leele, Ceesepe, Javier Mariscal, Antonio de Felipe, Carmen Calvo, Ángel Haro, Juan Ugalde o Ángel Mateo Charris.
Charris, precisamente, fue el autor del cartel de la última edición. El artista cartagenero supo 'atrapar' en su obra el frío de Canadá, el país protagonista en aquella ocasión. Su pintura representaba un hidroavión en un paisaje nevado, pero lleno de luz, en el que destaca la figura de un oso y esos fondos característicos del artista (que tienen que ver con elementos que van desde los ganchillos populares hasta las tramas japonesas).
También cartagenero fue el fotógrafo que le precedió, Juan Manuel Díaz Burgos, quien aportó la imagen realista y en color de un músico domicano, todo músculo, tocando el tambor (República Dominicana era el país invitado). No en vano, se trata de uno de los más reconocidos fotógrafos del país, quien mantiene un largo romance con Latinoamérica, en especial con Cuba y República Dominicana, donde ha llevado a la fotografía su vocación humanista en multitud de ocasiones.
En la historia del festival de La Mar de Músicas -que como decía su fundador, Paco Martín, está dirigido a "una minoría mayoritaria"- se pueden encontrar otras fotografías, como la cargada de simbolismo del año 2007, obra de García Alix, para evocar a México como país invitado; la de Joan Fontcuberta de una espalda desnuda de mujer para representar a Francia en 2008; o la de Chema Madoz, autor del minimalista cartel de 2003 sobre la India.