LORCA (MP/EFE). Lorca es uno de los cuatro municipios de la Región de Murcia obligadas, por su número de censados, en acogerse a la Ley del Cambio Climático y Transición Energética, que desde 2023 obliga a establecer una Zona de Bajas Emisiones en aquellas localidades con una población superior a 50.000 habitantes.
La edil de Urbanismo y Medio Ambiente, María Hernández, ha presentado este mates el proyecto de Zonas de Bajas Emisiones en Lorca, un plan que llega "adaptado a la realidad del municipio y a la particularidad como ciudad patrimonial", dijo la concejal.
El ayuntamiento de Lorca ha establecido dos zonas de bajas emisiones (ZBE) que afectan a 26 calles en el casco histórico, el distrito centro y en el área residencial de Las Alamedas, en las que se aplicarán soluciones para la mejora de la movilidad, pero en las que no habrá restricciones a la circulación de vehículos a motor ni se contemplan nuevas sanciones.
"Todo esto en su conjunto nos ha llevado a delimitar dos zonas claramente diferenciadas dentro de la ZBE: ‘Zona 1’ y ‘Zona 2’", indicó. La zona principal quedará delimitada por las siguientes vías y coincide en buena medida con el ámbito de restricción de acceso definido en el PMUS:
- Alameda Jiménez Díaz
- Travesía de la Constitución
- Plaza de Carruajes
- Alameda de Menchirón
- Calle de Santa Paula
- Calle Príncipe Alfonso
- Plaza del Negrito
- Cuesta de San Francisco
- Calle Alfonso X el Sabio
- Calle Fernando el Santo
- Calle Selgas
- Calle Corregidor
- Calle de la Zapatería
- Camino de los Pozos
- Calle del Gigante
- Calle Puerta de Ginés
- Avenida Santa Clara
- Calle Molins de Rei
- Calle Saint Fono
- Calle Miguel Ángel Blanco Garrido
La ‘Zona 2’ engloba varias infraestructuras dotacionales educativas, deportivas y de salud. Por este perímetro sí se podrá circular sin que afecten las restricciones derivadas de la aplicación de la ZBE. Se delimita por las siguientes vías:
- Alameda Rafael Méndez
- Alameda José Fernández Corredor
- Calle Poeta Para Vico
- Calle Océano Pacifico
- Calle Océano Atlántico
- Alameda Doctor Gimeno Baduell
Ante la implantación en Lorca de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), explicó la edil Hernández, "el Ayuntamiento ha apostado en todo momento por alcanzar un modelo de desarrollo que se adapte verdaderamente a las necesidades actuales de la ciudad y no al revés y sin el establecimiento de medidas prohibitivas -sin sentido- que tengan como eje las sanciones económicas ni, por supuesto, convertir el casco urbano en una ‘jaula’. En su opinión, "no se trata de multar, ni de perseguir a los lorquinos con afán recaudatorio. No es la intención de este equipo de Gobierno. Pretendemos, fundamentalmente, llevar a cabo una labor de adecuación medioambiental, de sostenibilidad urbana y de concienciación social, atendiendo a todos los beneficios que conlleva la movilidad activa".
Por eso, prosigue la concejala, "durante todo este año en el que hemos estado trabajando en el proyecto, no sólo hemos tenido en cuenta el apartado legalmente establecido, tanto a nivel estatal como europeo, sino también la necesidad de divulgación e información, con mesas participativas con ponentes expertos que han aportado nociones de gran interés sobre el tráfico y sus efectos; así como de cooperación ciudadana, con un calendario de reuniones mantenidas con comerciantes, hosteleros, taxistas, repartidores, operarios de limpieza, y otras entidades como ‘Lorca Biciudad’, Asdifilor, Federación de Mujeres, Amas de Casa, Federación de Asociaciones de Vecinos, Consejo de la Juventud y Foro Casco Histórico; y, por supuesto, atendiendo al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS); una herramienta de gestión municipal cuyo objetivo es organizar de manera eficiente los distintos modos de transporte, fomentando aquellos más respetuosos con el medio ambiente, racionalizando el uso del transporte motorizado, especialmente del coche", ha apuntado la edil.
La edil ha explicado que, durante la redacción del proyecto de ZBE, "se colocaron dos sensores medidores de calidad del aire en el interior de la ciudad (pues Lorca dispone de una única estación de calidad del aire situada fuera de la ZBE definida) que tomaron muestras durante tres meses de la misma, llegando a la conclusión de que Lorca no tiene un problema de calidad del aire actualmente, sino todo lo contrario. La ciudad ha mostrado en los últimos años un cumplimiento pleno de la legislación en materia de calidad del aire, con valores registrados en la estación muy inferiores a los establecidos, cumpliendo, en casi todos los casos, con los objetivos que se plantean a medio-largo plazo. Aquí, la edil ha querido hacer una puntualización, atendiendo a las directrices mundiales de la OMS sobre la calidad del aire: “nuestro objetivo es alcanzar esos valores ideales marcados, y para ello se está trabajando en tiempo y forma, realizando las adaptaciones de manera paulatina. No obstante, hay que tener en cuenta que nuestra ciudad se ve afectada por continuos episodios de incremento de los niveles de las partículas PM10 a causa de la intrusión de aire sahariano, superando el límite permitido, por lo que resulta necesario un cambio en nuestros hábitos cotidianos. Y ahí nuestra labor divulgativa es fundamental.
Complementarios a los sensores comentados, también se colocaron sonómetros mostrando estos valores ligeramente superiores a los límites marcados en la legislación para suelos de uso sanitario, docente y cultural. “De los aforos que se realizaron se obtuvo que en Avenida de Juan Carlos I, el parque circulante muestra la siguiente distribución de distintivos ambientales: El 17,5% no cuenta con distintivo ambiental, un 36,1% tiene distintivo B y un 45% tiene distintivo C. Sólo un 4,2% tiene el distintivo ECO y únicamente el 1% tiene el distintivo 0 emisiones”, ha reseñado Hernández.
Junto con la aprobación de la Zona de Bajas Emisiones de Lorca, la edil ha recordado que "este equipo de Gobierno ha llevado a cabo una serie de medidas implementadas encaminadas a facilitar el cambio modal del vehículo privado a diferentes medios de transporte más sostenible". Y citó algunas de ellas: "La creación de nuevos carriles bici para la mejora de la infraestructura ciclista y la conexión entre la ZBE y el resto de la ciudad mediante una red de carriles bici; numerosos calmados de tráfico y mejoras de seguridad, incluyendo el entorno de tres colegios, con una optimización de la conexión de estos con el centro de la ciudad -hablamos de la actuación en la calle Alameda Rafael Méndez-; mejoras de accesibilidad y creaciones de itinerarios peatonales en diferentes viales de la ZBE mediante la creación de calles de plataforma única semipeatonales; y el aparcamiento disuasorio en la periferia de la ZBE, en la calle Periodista Ángela Ruiz".
Además, ha destacado la edil, "en las próximas semanas se llevará a licitación la instalación de las cámaras de lectura de matrícula y la plataforma de monitorización de la Zona de Bajas Emisiones de Lorca. Las primeras no serán dispositivos de mera lectura de matrícula sino que hablamos de cámaras de videovigilancia que serán incorporadas al circuito de seguridad de calles de la Policía Local, una medida que también consideramos prioritaria. Por su parte, la plataforma servirá para conocer los patrones de movilidad dentro de la ciudad, además de operar como herramienta para poder monitorizar y optimizar las vías de comunicación de nuestra ciudad, pues los datos que se obtengan servirán para tomar futuras decisiones encaminadas a mejorar la fluidez del parque móvil".
"Dado que los datos obtenidos por las estaciones de calidad del aire no arrojan valores que superen los establecidos por la ley la ZBE de Lorca no tendrá un carácter restrictivo, máxime cuando Lorca se encuentra sumida en un proceso de obras de soterramiento del AVE; por lo que únicamente se contempla la restricción de los vehículos sin etiqueta ambiental en el año 2030 a la ZBE, siempre que no se trate de residentes en el interior de la ZBE o se dirijan a aparcar en los parkings públicos existentes en el interior de la misma. Estos vehículos que son los más contaminantes son vehículos anteriores a 2001 para el caso de los gasolina y de 2006 para el caso de los diésel.
Cabe subrayar que el Ayuntamiento dispone de plazo para poder ejecutar todas las actuaciones contempladas en este proyecto, garantizando que se aprovechará al completo la subvención lograda de fondos europeos Next Generation que supera los 3,2 millones de euros.