MURCIA. Cerca del año 2018 ocurriría en una pedanía de la huerta mediodía de Murcia un hecho insólito, pero habitual en la Región de Murcia cuando se trata del comienzo de una obra o reforma en edificios antiguos. Este en concreto comenzó cuando una empresa necesitaba acometer las obras de ampliación de sus instalaciones. Dichas actuaciones casualmente se harían sobre el antiguo trazado de la Cañada Real de Torreagüera, a su paso por la citada pedanía. Cabe recordar que este tipo de vías fue utilizado para el desplazamiento de ganados, etc… y fueron ideadas por el rey Alfonso X, allá por el siglo XIII, reutilizando para ello alguna calzada o trazado de época romana.
Volviendo al caso que nos ocupa, cuando la maquinaria pesada comenzó a nivelar el terreno, entre piedras y arena apareció una talla de madera policromada, que al parecer era una virgen de arzón. El operario de la empresa constructora que halló tal pieza en un primer momento silenció la aparición a sus superiores, pero no a algún compañero, puesto que la intención de este era vender dicha imagen en el mercado negro. Más tarde, se fue divulgando lo ocurrido entre el resto de trabajadores, hasta que la información llegó a los gerentes de la citada empresa que, presuntamente, reclamarían de inmediato a la empresa constructora la pieza arqueológica aparecida en sus terrenos; si no aparecía, lo comunicarían a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
A partir de ahí, y con el presunto conocimiento de los hechos por parte de las autoridades políticas de la pedanía, de la pieza jamás se supo. Solo se conserva una fotografía realizada en los días posteriores a la aparición. Otra pérdida patrimonial para la Región de Murcia.
Con esa fotografía, se consultó a varios expertos y todos coincidieron en la antigüedad de la pieza, de época románica-gótica y muy peculiar por estar la virgen rezando; pero con cautela, ya que, solo con una foto no se puede asegurar la época de la talla.
Ojalá, la Virgen de la Cañada Real, como la he bautizado, esté a buen recaudo y restaurada de los desperfectos ocasionados en el movimiento de tierras. Que la persona que la posea la ponga a disposición de Patrimonio Cultural de la CARM para su estudio y datación oficial, y que en caso de que sea realmente una pieza antiquísima todos los murcianos la podamos disfrutar, contemplándola en el museo designado por Cultura.
* Raúl Jiménez y Lorca es cronista de Torreagüera