CARTAGENA. Los vecinos de La Aljorra llevan varios días saliendo a la calle para vigilar sus casas y sus calles con el fin de evitar lo que consideran un estado latente de inseguridad en la diputación cartagenera. Esta situación se puede extrapolar a otras zonas del municipio, también en La Manga, donde las quejas por la falta de agentes ha sido una constante durante todo el verano. Por ello, la alcaldesa de Cartagena comentaba este pasado lunes, tras la reunión de seguridad que planifica el dispositivo de cara a las Fiestas de Carthagineses y Romanos su "inquietud" porque no se ha reforzado el área que presta servicio a Cabo de Palos y Mar Menor y otras zonas como La Aljorra que, como los vecinos afirman, se sienten inseguros: "remitiré un escrito para que nos dote de más recursos de Guardia Civil en La Manga y para todas las áreas de actuación donde tiene mayor peso la Guardia Civil. Hemos coincidido que necesitamos un refuerzo y lo vamos a solicitar. Necesitamos un mayor compromiso".
Por su parte, el comisario de la Policía Municipal de Cartagena, Pedro Moreno, quiso rebajar la tensión que viven en La Aljorra al indicar que lo que se pretende es no trasladar "una sensación alarmista. Estamos en coordinación con el capitán de Guardia Civil de la zona. Ha habido un par de denuncias por delitos: una en un atraco a una gasolinera que fue detenido. Está controlado y coordinado entre Guardia Civil y Policía Local".
"Muchas veces la sensación de inseguridad no es acorde con la seguridad que hay en la zona. Los vecinos deben saber que se está trabajando bien y no hay motivo para preocuparse ni alarmarse más", apostilló Arroyo.
Por otro lado, las críticas han arreciado también este verano por el descontrolado número de botellones que se han podido ver en La Manga, algo que volverá a ocurrir en las fiestas de Carthagineses y Romanos y para lo que las fuerzas de seguridad tratan de prepararse. El dispositivo especial se desplegará principalmente en el recinto festero, pero también para cubrir los accesos al recinto, así como disuadir la celebración de los botellones alrededor del recinto.
Respecto a estas aglomeraciones para beber en la vía pública, la alcaldesa ha recordado que "la Policía va a trabajar en el control de estas concentraciones y se va a realizar una campaña de sanciones a quienes infrinjan estas normas y molesten a los vecinos".
Arroyo ha apelado a la responsabilidad de los jóvenes que acuden a estas concentraciones, que "deberían pensar que a su alrededor hay personas a las que no van a dejar dormir, personas mayores, niños o trabajadores que necesitan descansar. Deberían tenerlo presente todos, especialmente los menores y sus padres".
