MURCIA. Las obras para el traslado del Burger King de una esquina a otra de la plaza de Santo Domingo ya se han iniciado. La cadena americana de comida rápida tiene previsto situar el establecimiento que tiene en el Palacio Almódovar en el bajo y la primera planta de la Casa Cerdá, que está en la parte de la plaza más cercana a la avenida de Alfonso X el sabio.
Según ha podido saber Murcia Plaza, los trabajos de remodelación del bajo que albergará el establecimiento ya están dando los primeros pasos. Los operarios ya llevan unos días despejando y realizando obras menores en el interior del emblemático edificio murciano de la Casa Cerdá, que le compró la empresa alhameña El Ciruelo al Grupo Baraka, propiedad de Trinitario Casanova, por más de 20 millones de euros el pasado mes de agosto.
El actual local de Burger King es uno de los pocos que pertenecen directamente a la cadena y lleva más de tres décadas en los bajos del Palacio Almodóvar. Como la familia propietaria ha puesto en venta el inmueble, tanto las oficinas y estudios profesionales que había allí, como ahora el local de comida rápida se han visto obligados a buscar otra ubicación. El lugar elegido está a escasos 50 metros de su actual emplazamiento y la idea desde el principio de la empresa era no llevarse muy lejos el local que tan bien funciona.
Aunque no hay una fecha definitiva para el traslado, esta Redacción ha podido saber que la intención es abrir en el nuevo emplazamiento en el primer trimestre de 2020, aunque se podría retrasar, ya que depende de las obras de reforma de la Casa Cerdá, que ya han empezado.
En cuanto a la Casa Cerdá, el grupo El Ciruelo va a mantener gran parte del proyecto que tenía Trinitario Casanova para el inmueble y va a rehabilitar las viviendas actuales, que se convertirán en pisos de lujo para venta y alquiler. Además de dedicar los bajos y parte de la primera planta para zona comercial, con el Burger King como emblema.
La Casa Cerdá es uno de los inmuebles más representativos de Murcia, conocido especialmente por su privilegiada ubicación y el templete que lo corona, el proyecto y construcción del edificio fue encargada al arquitecto José Antonio Rodríguez Martínez por Joaquín Cerdá Vidal, que pertenecía a una conocida familia de comerciantes murcianos y fue presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Murcia entre 1928 y 1944.
La operación de compra sobre el antiguo edificio murciano es la segunda que se hace sobre el inmueble que adquirió primero Trinitario Casanova para luego revenderlo a El Ciruelo. Casanova se ha metido de lleno en el mercado inmobiliario de grandes edificios, una carrera que inició con la compra del Edificio España de Madrid a la empresa Wanda, para luego revenderlo. Además, el mes adquirió el Cine Ideal de Alicante para arrendarlo a una reconocida cadena hotelera de implantación internacional.