La Bienal Iberoamericana también ha premiado su libro 'Amaneceres domésticos'

El arquitecto cartagenero Andrés Cánovas, premiado por convertir un depósito de agua en un árbol para aves y murciélagos

8/11/2024 - 

MURCIA. Mimetizar un elemento construido por el hombre, como puede ser un depósito de agua, con el entorno natural que le rodea, convirtiéndolo además en un refugio para los animales que allí habitan. Esto es lo que ha hecho en un bosque de Luxemburgo el arquitecto cartagenero Andrés Cánovas -junto con Nicolás Maruri, Atxu Amann y Adelino Magalhaes- con el proyecto 'Refugio para aves y mamíferos y depósito de agua', obra que ha sido premiada en la XIII Bienal Iberoamericana de Arquitectura. No es el único galardón que se ha llevado el cartagenero, que también ha sido galardonado por el libro Amaneceres domésticos.

'Refugio para aves y mamíferos y depósito de agua' ha sido construido en un bosque protegido reforzando la relación entre arquitectura y naturaleza, convirtiendo una infraestructura de control y acumulación de agua en un árbol artificial. Dicha obra, fruto de un concurso internacional, se inscribe de manera precisa en el motivo de la Bienal, 'Climas'.

El proyecto de sitúa en un bosque protegido de la 'Red Natura 2000', en la ciudad de Luxemburgo. El reto consiste en integrar en un contexto frágil unos depósitos de agua potable de mil metros cúbicos y 50 metros de altura. Para ello se genera un programa que, después de estudiar las condiciones del bosque, incluya espacios no tan solo para las aves locales, sino también un refugio para especies estacionales. De la misma manera el edificio atiende a las especies animales y a las vegetales, y tiene la vocación de convertirse en un árbol más del lugar

La obra plantea dos volúmenes. El primero se resuelve con una piel de hormigón prefabricado y rugoso en la que se insertan ordenadamente nidos de golondrinas a distintas alturas y con orientaciones precisas, también en este volumen se construye a 50 metros de altura un nido para los halcones peregrinos, tantos los materiales como los lugares están estudiados por grupos de naturalistas y ornitólogos que complementan al equipo de diseño. El segundo volumen se reviste en corcho que actúa como una capa de aislamiento térmico frente a la cuba de agua. Sobre este elemento se construye una segunda piel permeable de madera de alerce sin tratar en la que se facilita el anidado de especies estacionales y sobre la que se colocan los nidos de murciélagos. Dicha piel de madera acabará por cubrirse de vegetación, construyendo así un complemento al ecosistema local. 

La planta baja se protege con una piel permeable metálica que funciona como disuasión frente a la intrusión a una infraestructura estratégica. Los pavimentos exteriores e interiores de esta zona son de tierra apisonada y su cubierta se convierte también en un elemento de capa vegetal. Por otra parte se estudian las recogidas de agua de lluvia que se almacenan en el exterior. En definitiva se construye un proyecto estrictamente contextual que camina con la naturaleza.

Libro 'Amaneceres domésticos'

Por otra parte también Andrés Cánovas, junto con Carmen Espegel y José María de Lapuerta, ha recibido un premio en la categoría de publicaciones por su libro 'Amaneceres domésticos' que se centra en definir los nuevos parámetros de la vivienda colectiva contemporánea.

Dicho libro se complementó con una exposición en la Fundación ICO en Madrid y ha recibido también el año pasado el Premio del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España.

convocada por el  Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU), el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y  la Fundación ARQUIA. Este año su sede será en la capital de Perú, Lima. La Bienal tiene como objetivo el reconocer los trabajos de excelencia hechos en materia de Arquitectura durante los dos años anteriores a su convocatoria de toda la comunidad de países iberoamericanos.

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