MURCIA (EFE) A punto de concluir una gira de conciertos por más de sesenta ciudades españolas, entre ellas Málaga, la banda cartagenera Arde Bogotá volverá a encerrarse a partir de noviembre en un estudio de grabación para dar forma a su segundo disco, que verá la luz en 2023 y será "más rockero y maduro".
Tras un primer álbum titulado "El tiempo y la actitud" (2020), compuesto por cinco canciones y publicado en plena pandemia, el cuarteto de Cartagena lanzó en 2021 "La noche", su primer disco de larga duración, con el que en solo unos meses logró hacerse un hueco en el panorama musical nacional, convirtiéndose en una de las bandas revelación del pop-rock en español.
De la mano de la discográfica Sony, y gracias a temas como 'Exoplaneta', 'El beso' o 'Tijeras', Arde Bogotá ha abandonado el anonimato con uno de los discos más aplaudidos del último año, en el que el rock comparte protagonismo con otras sonoridades como el funky y el indie.
La banda, integrada por Antonio García(voz y guitarra), Dani Sánchez (guitarra), Pepe Esteban (bajo) y José Ángel Mercader (batería y percusión), apura este otoño los conciertos de una intensa gira que le ha llevado en 2022 por ciudades como Barcelona, Valladolid, Fuengirola, Torrelavega, Ponferrada o Málaga, donde actuaron este viernes, con las entradas agotadas, dentro del tour Vibra Mahou.
La gira acabará a finales de octubre en Vigo, aunque el grupo no tendrá apenas tiempo para descansar, pues la segunda semana de noviembre tiene previsto iniciar la grabación de su segundo disco, que producirá nuevamente Lalo Gómez Vizcaíno en Cartagena con el sello Sony.
En una entrevista con EFE, Antonio García, cantante de Arde Bogotá, explica que este nuevo trabajo "seguirá la línea" de "La noche" -"no nos ha dado por hacer música con gaitas", bromea-, pero será "más rockero que el anterior".
"Este nuevo disco será más maduro, mejor escrito, mejor compuesto. Siento que hemos crecido, estudiado y aprendido más. No somos los mismos de hace dos o tres años, pero nos siguen gustando las mismas bandas y sonidos", afirma García, que reivindica "sin tapujos" a Arde Bogotá como una banda de rock "y punto".
Los cuatro integrantes del grupo, que además de compañeros de trabajo son amigos, se conocieron en 2017 en un bar de su ciudad y trabajan la composición de las canciones de una manera "muy coral", de modo que uno propone una idea y entre todos la convierten en una canción. "Es un proceso que no se entiende por separado", apunta el cantante.
Antonio García, que antes de dedicarse profesionalmente a la música trabajaba como abogado en un importante despacho jurídico en Madrid, espera que el éxito de Arde Bogotá se prolongue en el tiempo y permita a los cuatro seguir viviendo de su pasión, del "mejor trabajo del mundo".
"Me gustaba mi profesión, pero no es compatible con el trabajo que tengo ahora. Ha sido una travesía larga y duradera y prefiero pensar que dejo atrás la abogacía", señala el cantante.
Lo mejor de la profesión de músico, explica García, es subir a un escenario y ver que la gente canta, responde, baila y se entrega. "Eso es impagable, es maravilloso. No puedo más que agradecer hasta la saciedad que alguien gaste su dinero en comprar una entrada para ir a un concierto nuestro", destaca.
No esconde que la vida de músico tiene también "partes que no son fáciles", como estar mucho tiempo fuera de casa, tener que trabajar en el tiempo de ocio de los demás, el mundo de la noche, el esfuerzo físico... "Es muy sacrificado, pero lo bueno compensa todo lo malo que puede haber", asegura.
Tras un 2022 que ha supuesto su consagración como banda, los cuatro de Cartagena miran a 2023 con optimismo, con ganas de mostrar al público su nueva música y tienen la difícil tarea de igualar -o superar- el éxito de "La noche", el disco que les ha catapultado a la fama.