MURCIA. Las cajas rurales se han erigido por méritos propios en las grandes animadoras de un sector financiero venido a menos, que sigue con su proceso de desapalancamiento traducido en despidos y/o prejubilaciones y cierres de oficinas. Dichas rurales completaron un 2021 para enmarcar y ya no solo en lo que a resultados se refiere, según lo ha constatado este diario de la base de datos pública de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc). La misma que agrupa a 42 entidades, es decir, más de dos tercios del sector.
A lo largo del pasado año, dichas entidades ganaron 576 millones de euros, un 22% más que en 2021. Manuel Ruiz, presidente de la patronal y también de Caja Rural Central de Orihuela, manifestó en la asamblea de la patronal del sector celebrada la semana pasada, que dichos datos "permiten seguir atendiendo las necesidades de nuestros socios y clientes y tener buena capacidad de resistencia ante la situación actual".
Asimismo, y en cuanto al modelo de negocio de las cooperativas asociadas, señaló que "sigue asentado en la presencialidad", lo que se traduce "en una amplia red de oficinas ubicadas en todas las comunidades autónomas y en numerosos municipios en los que son la única entidad financiera"; mientras que no dudó en afirmar que "ha sido clave para contribuir a la recuperación económica y social, así como para paliar la exclusión financiera".
El presidente de la Unacc también se refirió a los criterios ESG/ASG (ambientales, sostenibles y gobierno corporativo), que de un tiempo a esta parte están calando en el sistema financiero. "Solo si somos capaces de articular medidas equilibradas y ordenadas en el tiempo, seremos capaces de llevar a cabo una transición justa". En este sentido hizo hincapié en la importancia que tiene la S de ESG, que no puede pasar desapercibida en la taxonomía que no es solo verde, "sino que se completa con los aspectos de gestión, gobernanza y sociales".
Conviene recordar que este diario publicó el pasado 11 de marzo que solo la treintena de cajas rurales de la Comunitat Valenciana presentaron un beneficio conjunto de 40,60 millones de euros durante 2021. En 2021 solo una -la de Albal- lo redujo concretamente en un 8,56%; mientras que hasta ocho -todas ellas fuera del Grupo Cooperativo Cajamar- presentaron ganancias superiores al millón de euros. Y es que las cooperativas de crédito -autonómicas y nacionales- siguen por la senda alcista, captando no pocos clientes descontentos de sus entidades anteriores; o que directamente se habían marchado de su territorio.
Las 42 cooperativas integradas en la Unacc sumaron en 2021 más socios, activos, créditos, depósitos, fondos propios, tarjetas de crédito y cuentas. Solo en dos epígrafes redujeron los números, pero eso sí de forma testimonial. A saber: solo cinco empleados menos tuvieron las cajas rurales al totalizar 12.161 de los cuales 6.286 eran hombres y 5.875 mujeres; y un consejero menos hasta los 480 donde repartidos entre los 373 del género masculino y los 107 del femenino. A fecha de ayer todavía no se recogía el dato correspondiente al número de oficinas, ni tampoco el de la cuota de mercado.
En lo que a socios se refiere, el incremento anual fue del 2,13%, es decir, 34.592 más alcanzando 1.657.889 donde 1.518.732 correspondían a personas físicas, 132.360 a jurídicas y 6.797 a cooperativas. Por su parte, los activos totales medios (ATM) se elevaron un 6,19% hasta cerrar 2020 en los 131.656 millones de euros de los que el 73,94% pertenecían a las entidades asociadas a la patronal presidida por Manuel Ruiz.
Subidas anuales también en cuanto a la concesión de créditos y a la captación de depósitos. Los primeros crecieron un 4,34% hasta los 71.323 millones de euros -el 70,84% de las cajas rurales de dicha patronal-; mientras que los segundos lo hicieron a un ritmo mayor (+6,14%) para superar el umbral de los 100.000 millones de euros y situarse concretamente en los 100.904 millones, con el 71,75% en manos de las cajas rurales de la Unacc.
Los fondos propios, por su parte, repuntaron hasta los 9.524 millones de euros (+7,10%) de los que 3.018 millones correspondían a capital y 5.938 millones a reservas; mientras que a 31 de diciembre de 2021 eran 4,74 millones (+5,39%) el número de tarjetas de las 42 cooperativas, que se distribuían en 1,67 millones de tarjetas de crédito y 3,07 millones de débito. Las mismas accesibles a 4.052 cajeros automáticos, 28 más que en 2020, con datos provisionales. En cuanto al número de cuentas la cifra subió un 1,52% hasta los 6,26 millones siendo 3,87 millones las de ahorro, 1,95 millones las corrientes y 433.421 las de plazo fijo.