11,1 puntos porcentuales más que el esfuerzo necesario para comprar

Alquilar no es la panacea: los murcianos destinan casi un tercio de sus ingresos al arrendamiento

30/01/2023 - 

MURCIA. En un mercado inmobiliario con los precios de compra disparados, muchos no tienen otra opción que mirar al mercado del alquiler para encontrar una vivienda en la que poder vivir. Sin embargo, en Murcia, como en la mayoría de las capitales de provincia de España, esta opción no resulta mucho más asequible. Según los últimos datos del portal inmobiliario Idealista, la tasa de esfuerzo del alquiler que dedican los murcianos es del 28,6% (esto es, un murciano debe destinar casi un tercio de sus ingresos para pagar el alquiler).

Un escenario que complica encontrar una vivienda que encaje en la economía familiar. El último informe sobre la demanda de vivienda en la Región de Murcia revela que el alquiler es, para la gran mayoría, un plan 'B' cuando no es posible comprar una vivienda. Así lo revela el estudio, que registra que un 46,7% de los que declaran vivir de alquiler tienen como principal razón no poder hacer frente al pago de una vivienda en propiedad. Este panorama complica especialmente a los jóvenes, aquellos que suelen disponer de menos margen económico para afrontar el esfuerzo económico de vivir en una vivienda propia, ya sea en propiedad o en régimen de arrendamiento.

Según datos del Instituto de la Juventud, la cifra de personas de 16 a 29 años que residen fuera de su hogar de origen en la Región de Murcia ha disminuido un 24,16% en apenas un año. Este retroceso de la emancipación residencial se debe en buena medida a un empeoramiento significativo de la situación de los jóvenes en el mercado laboral. La Región soporta una de las tasas de empleo más bajas de España entre la población joven de 16 a 34 años, además de una muy elevada tasa de paro. La población joven ocupada presenta unos altos porcentajes de subocupación, jornadas parciales y temporalidad. Esta vulnerabilidad de los jóvenes en el mercado laboral se refleja en un débil poder adquisitivo, que dificulta las posibilidades de comprar o alquilar una vivienda libre.

Esta incapacidad para acceder a una vivienda tiene consecuencias sociales y económicas, según recoge otro informe elaborado por el Instituto de la Juventud en 2020 en el marco de la Agenda 2030, según el cual "la juventud se ha visto excluida del derecho a la emancipación y al ejercicio de una vida autónoma". El mismo informe refleja que los jóvenes se emancipan con 29,5 años, pero si en 2010 un 53,3% de jóvenes entre 18 y 34 años vivía aún con sus padres, el porcentaje subió en 2019 hasta el 64,5. A ello se agrega la "imposibilidad de acceder a una vivienda estable siquiera en régimen de alquiler" cuando la vivienda en propiedad, "que constituye un complemento a la pensión del que disfruta la inmensa mayoría de la tercera edad de nuestro país, está vedada de facto a toda nuestra juventud, lo que añade aún mayor incertidumbre a su futuro".

La tasa de esfuerzo para la compra se ha incrementado más rápido que la tasa de alquiler, pero esta no ha dejado de crecer en casi todas las capitales. Tras destacar a Barcelona, las mayores subidas se han visto en Madrid (8,4 puntos porcentuales), Valencia (7,6 pp), Málaga (6,6 pp), San Sebastián (6,6 pp), Alicante (6,1 pp) o Palma (5,4 pp). En todas ellas, salvo en la capital, Donostia y Palma, el incremento de la tasa de esfuerzo de alquiler ha sido mayor en el último año que la de compra, hasta un total de 17 capitales. Solo en tres ciudades, la tasa de esfuerzo del alquiler se ha reducido: Melilla (-2,3 pp), Badajoz (-0,4 pp) y Córdoba (-0,1 pp).

Ocho capitales exigen actualmente un esfuerzo superior al tercio de los ingresos para pagar el alquiler. En cabeza, y con distancia se encuentra Barcelona, con el 58,4%, por delante de Madrid (42,1%), Ceuta (41,9%), San Sebastián (40,4%), Bilbao (39%), Las Palmas de Gran Canaria (36%), Valencia (34,8%) y Vitoria (33,8%). Pero es que hay otras 10 ciudades que están muy cerca de ese umbral de riesgo, donde destaca Málaga (33,2%), seguido de cerca por Cádiz y Lleida (ambos con un 32,5%), además de Sevilla (32,2%), Melilla (32,1%), Huelva (31,7%), Santa Cruz de Tenerife (30,8%), Zaragoza (30,5%), Alicante y Girona (ambos con 30,1%). Mientras tanto, las tasas de esfuerzo para alquilar más bajas entre las capitales se mantienen en Cáceres (22,1%), Pontevedra (22,3%), Ourense (22,3%), Lugo (22,6%), Ciudad Real (23%) y Albacete (23,4%).

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