MURCIA (EFE). La alimentación es el foco temático del 30 % de la noticias falsas que circulan por las redes sociales y, además, se viralizan siete veces más rápido que las informaciones veraces, según lamenta la industria alimentaria, en alerta ante el daño que provoca esta realidad a las empresas pero también a los consumidores.
El último episodio del pódcast "Efeagro Punto de Encuentro" se centra en esta ocasión en el diagnóstico, pero también en las herramientas para prevenir y resolver las crisis de comunicación que se derivan de estas falsas informaciones.
Para ello, EFE ha reunido un panel de expertos profesionales de los medios de comunicación, de la verificación y de la industria alimentaria para abordar una realidad poliédrica y especialmente grave, pues puede afectar a la salud de los consumidores.
En su intervención, la presidenta del Grupo de Trabajo de comunicación de la patronal de la industria alimentaria (FIAB), Ana Palencia, advierte de la "frustración" de las empresas por los recursos que pierden las empresas en gestionar estos temas que a veces provocan un "daño reputacional enorme, para todo el sector, para la compañía y para la industria alimentaria en su conjunto".
Ha subrayado las consecuencias de casos extremos en los que incluso se promueve el boicot a las empresas que pueden causar un impacto en el negocio que deriven en una caída de las ventas, e, incluso, en casos graves" a la pérdida de empleo en las organizaciones.
Palencia ha enmarcado las cifras de este problema basándose en estudios científicos: el 30 % de los bulos se centra en alimentación y se hacen virales siete veces más rápido que las noticias reales.
Pero, ¿de dónde y por qué surgen este bulos?: para responder a esta pregunta ha participado en este pódcast el responsable de EFE Verifica Sergio Hernández.
"La desinformación se suele dar de dos formas: por error y planificada", lo que responde a campañas de injerencia que a veces proceden de potencias extranjeras.
EFE Verifica es el servicio de la Agencia EFE que se encarga de cotejar estas informaciones, que detectan como virales en redes sociales, y que contextualizan y "verifican" para difundirlas en las mismas redes sociales.
Como consejo para advertir que nos encontramos ante una información que no es veraz o directamente falsa, Hernández apuesta por dudar de uno mismo porque "toda persona tiene sesgos coginitivos, que es el gran combustible de la desinformación", así como permanecer alerta ante los titulares muy llamativos.
Ha reconocido que con el auge de la Inteligencia Artificial y las falsificaciones ya ni siquiera es válido el axioma "ver para creer", pues grandes medios han visto suplantada su identidad.
Desde el punto de vista de la información, la presidenta de la Asociación de Periodistas Agroalimentarios de España (APAE), Elisa Plumed, ha llamado la atención sobre la necesidad de apostar por la especialización, especialmente en un sector complejo como el agroalimentario.
"Me gusta comparar la 'fast food' con las 'fast news': (unas) te alimentan muy rápidamente y (las otras) te dan ese titular pero luego están la "slow food" y las "slows news", las que te dan realmente el contenido, la que te alimentan bien", ha explicado de manera metáforica.
La coordinadora del grupo de trabajo de desinformación en salud y ciencia de la Asociación Nacional de informadores de la salud (ANIS), Mapi Muñoz, ha señalado que dentro del mundo de la salud y la alimentación los bulos más graves son los relacionados con las dietas milagro y las extremas, un problema que puede derivar en trastornos de la conducta alimentaria.