Alcaraz dice adiós al sueño australiano al caer en cuatro sets y por detalles ante el sueco Ymer

MURCIA. Acostumbran a decir en el deporte formativo que unas veces se gana y otras se aprende y esa frase también se puede aplicar al profesional sobre todo en casos como el de Carlos Alcaraz Garfia, un joven tenista de 17 años -alcanzará la mayoría de edad el 5 de mayo- que está en plena fase de aprendizaje y que ha dicho adiós a su sueño australiano al perder en la segunda ronda del primer Grand Slam del año, también el primero de su todavía corta carrera, ante el sueco Mikael Ymer. El murciano ha ganado el primer set por 6-2 y ha caído en los tres siguientes por 4-6, 4-6 y 6-7 (5) después de 3 horas y 6 minutos de intensa lucha en el Melbourne Park.

A estos niveles las diferencias pueden llegar a ser mínimas y es lo que sucedió esta vez a favor de Ymer, de 22 años y número 95 de la clasificación ATP. 

Pese a que el español, que ocupa la posición 141, acabó el encuentro con más puntos ganados -134 frente a 131-, quedó de manifiesto que el servicio es seguramente el aspecto que más tiene que mejorar. Ahí estuvo una de las claves, pues Alcaraz sólo se anotó dos "aces" por los siete de Ymer, quien, además de más dañino echando la bola al aire, estuvo más seguro al cometer cinco dobles faltas por las ocho del murciano.

Sin embargo, el de El Palmar, animado por su exitoso debut en el Abierto de Australia ante el neerlandés Botic Van de Zandschulp, comenzó el encuentro con brío y dominando (2-0) y, aunque su rival niveló pronto el marcador (2-2), cuatro puntos seguidos del pupilo de Juan Carlos Ferrero le permitieron hacerse con el primer parcial en 27 minutos y dando la sensación de que iba lanzado y habiendo roto ya tres veces el saque de su oponente.

A partir de ahí el choque se igualó mucho y las alternativas se sucedieron. Ymer arrancó el segundo parcial más entonado y haciendo un "break" que le daba la alternativa. No obstante, "La Roca" se lo devolvió e igualó a 2, aunque la tendencia volvió a cambiar con tres juegos seguidos a favor del nórdico, un jugador también duro y que es otro valor emergente del tenis actual. Pese a que Alcaraz se acercó hasta el 4-5, el hecho de ceder cuatro veces su saque en este set, ayudó a que  Ymer se lo llevara 55 minutos.

La tercera manga fue parecida en cuanto a la alternancia, aunque esta vez fue Alcaraz el que empezó por encima con un 2-0 que igualaría su contrincante. Una nueva ruptura de servicio en el séptimo juego resultó decisiva pues decantó la balanza a favor del de Skara a pesar de los intentos del palmareño por resistir con el 4-5 en un set que se prolongó durante 48 minutos.

La igualdad se mantuvo hasta el final e incluso se incrementó en la que sería la última manga del partido. Los empates se repitieron a 1, 2, 3, 4, 5 y 6 con dos "breaks" por parte de cada jugador replicados de inmediato. En la muerte súbita, una batalla en la que Alcaraz suele salir triunfador, esta vez salió cruz tras ir siempre a remolque (1-3, 2-4, 3-5 y 4-6). Tras otros 56 minutos y con un 5-7 en el "tie break" se despidió de Melbourne, una ciudad que quedará para siempre en el recuerdo de Carlitos, confinado durante dos semanas en su habitación de hotel y en la que debutó con brillantez y expectativas en el circuito Grand Slam, todo ello siendo un adolescente que no para de crecer.