MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia, quien se enfrentará al serbio Miomir Kecmanovic en los octavos de final del Abierto de Australia -será este lunes no antes de las nueve de la mañana, hora española, en el primer turno nocturno en Melbourne-, sigue mostrando su fiabilidad al más alto nivel y una prueba fehaciente de ello es que elevó su tope en el primer Grand Slam del curso y puede decir que superó lo hecho lo anterior en todos los torneos major que disputó hasta la fecha excepto en el Abierto de Estados, que ganó en 2022 para caer en las semifinales de 2023.
Esta presencia en el Australian Open es la tercera para el joven tenista murciano, de 20 años y número 2 del mundo, y la duodécima en lo que hace referencia a los Grand Slam pues también estuvo en los cuadros finales de Roland Garros, Wimbledon y el US Open en tres ocasiones.
Alcaraz, quien se perdió la edición oceánica de 2023 por una inoportuna lesión en el músculo semimembranoso de la pierna derecha cuando tenía las maletas casi preparadas para viajar, buscará los cuartos de final frente a Kecmanovic después de haberse impuesto en las tres primersa rondas al francés Richard Gasquet por 7-6 (5), 6-1 y 6-2 en 2 horas y 22 minutos, al italiano Lorenzo Sonego en cuatro sets por 6-4, 6-7 (3), 6-3 y 7-6 (3) en 3 horas y 25 minutos y al chino Juncheng Shang por 6-1, 6-1, 1-0 y abandono del asiático por lesión tras 1 hora y 7 minutos en pista.
De este modo el pupilo de Juan Carlos Ferrero, quien por cierto no se desplazó a Melbourne al estar convaleciente de una operación de rodilla -es Samuel López quien dirige a Alcaraz-, eleva el listón en este torneo en el que en 2021 firmó la segunda ronda -cayó ante el sueco Mikael Ymer por 6-2, 4-6, 4-6 y 6-7 (5) tras haber vencido al neerlandés Botic Van de Zanschulp por 6-1, 6-4 y 6-4- y en 2022 llegó hasta la tercera ronda, en la que fue apeado por el italiano Matteo Berrettini por 2-6, 6-7 (3), 6-4, 6-2 y 6-7 (7) en 2022. Ese año fue capaz de imponerse al chileno Alejandro Tabilo por 6-2, 6-2 y 6-3 y al serbio Dusan Lajovic por 6-2, 6-1 y 7-5.
Resulta evidente la progresión del número 2 del mundo y que recuperaría el 1 desbancando al serbio Novak Djokovic si fuera capaz de conquiistar este título. Tanto que en los torneos de máxima exigencia cumplió con las expectativas generadas en torno a él mejorando lo hecho el año anterior en todos los Grand Slam en los que tomó parte salvo en Nueva York el pasado año cuando perdió en semifinales contra el ruso Daniil Medvedev por 6-7 (3), 1-6, 6-3 y 3-6 viniendo de haber levantado el trofeo 12 meses antes. Tampoco es como para rasgarse las vestiduras.
Mientras, en los dos major europeos tampoco le fue mal a Carlos en su progresión. En Roland Garros, tras su tercera ronda de 2021, consignó unos cuartos de final en 2022 y las semifinales en 2023, mientras que en Wimbledon, después de una segunda ronda en 2021, llegó octavos de final en 2022 y se hizo con el entorchado en 2023.
Así pues, por ahora, superó su tope dos veces en Melbourne, París y Londres en una en Nueva York, palabras mayores para un chico que, con su triunfo ante Shang y llegar a octavos en Australia, batió otro récord de precocidad en el tenis. El de El Palmar es ya el jugador más joven de la era Open en alcanzar siete veces esa ronda en Grand Slam. Ese registro lo tenía el sueco Bjorn Borg, quien lo había logrado con 21 años entre 1975 y 1977.
Está bien, aunque Alcaraz va más allá, como dijo tras su último triunfo y preguntado por ese hito fijándose en el jugador más laureado de la historia, un Novak Djkovovic que busca llevar el título major número 25 a sus repletísimas vitrinas.
"Yo intento no darle importancia porque los récords que quiero batir son los que está batiendo Novak. Esos son los récords que me propongo para mi carrera. Quitárselos a leyendas como Borg siempre es bueno, pero si les das demasiada importancia puede jugar en tu contra". Fueron sus palabras, cargadas de ambición y no carentes de sentido aunque puedan parecer arrogantes.