Agustín Ramos: "El proyecto del Murcia sigue y hay empresas y fondos que quieren formar parte de él"

MURCIA. El presidente del Real Murcia, Agustín Ramos, ha asegurado que él no tiene "la culpa" de que Felipe Moreno haya descartado entrar en el accionariado del club, y ha dicho que "el proyecto sigue y hay empresas y fondos que quieren formar parte de él".

En una larga rueda de prensa, que se ha celebrado durante más de una hora en el estadio Enrique Roca, el máximo dirigente murcianista ha explicado su versión de lo ocurrido después de el que fuera dueño del Club Deportivo Leganés anunciara a través de un comunicado que rechazaba finalmente entrar en la entidad por "nuevas discrepancias" con Ramos tras varios meses de negociación.

"Estoy decepcionado y el perjudicado de la ruptura soy yo porque he de seguir con el timón y esto no ha sido culpa mía", ha declarado para agregar que "con Felipe o sin él el proyecto sigue y hay empresas y fondos que quieren formar parte de él".

En ese sentido quien lleva 1,2 millones de euros invertidos en la centenaria institución en el último año y medio ha llegado a decir que está "dispuesto" a abandonar el lugar que ahora ocupa "si llegan accionistas con dinero".

"Había falta de confianza y yo he cedido hasta en cosas impensables si fuera mi empresa -Fibranet-, porque entendía que tenía que hacerlo por el bien del Real Murcia, pero hay puntos que no puedo aceptar", ha afirmado refiriéndose al que ya no será su socio.

"El Murcia no podía aceptar que Felipe Moreno exigiera no responder por deudas del pasado. Todos hemos pagado deudas antiguas. Felipe me propuso que hiciéramos un negocio juntos y que le sacáramos rentabilidad al Murcia y yo lo acepté, pero haciendo una inversión", ha comentado a continuación ya profundizando en los motivos de la ruptura societaria o mejor dicho en su no concreción.

Además, ha indicado que el derecho de arrastre solicitado por el anterior presidente, Francisco Tornel, y por otros accionistas como Francisco García, Mariano Albaladejo e Higinio Pérez no se podía aceptar: "Ese derecho no puede ser sólo para cuatro sino para todos los accionistas".

En cuanto a la designación de una persona para que ejerza como árbitro en caso de conflictos -Moreno quería ahí a su abogado, Andrés López-, tampoco había acuerdo y Ramos proponía contar con dos.

En este contexto se celebrará este martes, a las seis de la tarde en el estadio, la junta general de accionistas en la que estaba previsto un desembarco que no se producirá y que será impugnada por el empresario mexicano Mauricio García de la Vega, quien sostiene ser el dueño legítimo de un club con cuyos actuales gestores está inmerso en litigios judiciales. Sus acciones, un 84% del total cuando se hizo con ellas antes de posteriores ampliaciones de capital, las iba a adquirir Moreno.

En ese sentido hay "inestabilidad", como ha reconocido Ramos, quien en cierto modo ha implicado a Moreno en el asunto.

"Felipe me dijo que no me preocupara y que él se encargaba, pero en la impugnación de Mauricio no había nada de un acuerdo entre ellos", ha asegurado.