MURCIA. Llueve sobre mojado. La decisión del Gobierno regional de endurecer las restricciones en la hostelería para estas Navidades, y cerrar bares y restaurantes de seis a nueve de la noche en Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, ha caído como un jarro de agua fría en el sector. Fue la principal novedad del Comité de Seguimiento Covid de este lunes, que mantuvo el número de diez personas para los encuentros familiares en los que no podrán incluirse allegados. Limita de esta forma el tardeo típico de estas fechas con el fin de evitar las posibles aglomeraciones en zonas de copas que pueda favorecer la expansión de la covid-19. En la patronal empresarial y hostelera entienden que la situación actual no justifica esta nueva vuelta de tuerca al sector que se siente, una vez más, señalado.
"La situación actual no justifica estas medidas. No nos parece lógica esta decisión", indica José María Albarracín, presidente de Croem, que señala que siempre han acatado las decisiones del Comité de Seguimiento Covid. No obstante, recuerda que esta medida se da apenas un mes después de que el Ejecutivo regional estableciera un protocolo para la hostelería en el que quedaban claramente especificado los requisitos que debían cumplir para poder abrir los establecimientos siguiendo unos criterios técnicos.
Desde Croem, en coordinación con Hostemur, realizaron una propuesta alternativa a la Comunidad para evitar el cierre esas cuatro jornadas, que fijaba la hora de clausura de los bares a las 20.30 horas y dejaba sólo a los restaurantes la apertura de 21 horas a 1 de la mañana, "que nos parecía lo más razonable", indica Albarracín. Sin embargo, no ha sido aceptada.
"Nos cierran en noviembre para salvar la Navidad y ahora nos salen con esto"
El presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, se muestra más contundente y asegura que es "una locura disparatada" y que "siempre pagamos los mismos", y apunta también a que en la actualidad no se dan las circunstancias ni los criterios epidemiológicos para restringir aún más un sector que sigue teniendo restricciones como la ocupación al 50% en el interior de los locales.
"Este año se recordará por la ausencia del tardeo. Nos cierran en noviembre para salvar la Navidad, se marcan unos criterios para que no sea unilateral, se cumplen todos los parámetros y ahora salen con esto. No siguen ni la línea que ellos mismos han marcado", lamenta.
Así, recuerda que los contagios siguen bajando y que la apertura de la hostelería hace cuatro semanas no ha tenido ninguna incidencia en la expansión del virus, "y a pesar de eso vuelven a salir con nuevas restricciones, ahora para Nochebuena y Nochevieja. Es demasiado arbitrario".
Ante esta coyuntura, Jiménez se pregunta quién va a pagar las consecuencias de este cierre en los días más fuertes de un mes que supone el 30% de la facturación anual. "¿Cómo vamos a pagar el alquiler, los seguros sociales, los sueldos? ¿Van a donar sus sueldos Villegas o López Miras y sus pagas extras para los trabajadores de la hostelería?".
"A ver si la vacuna nos libra del virus y de los políticos ineptos"
Además, teme que esta medida no va a tener ningún efecto positivo porque fomenta el ocio "descontrolado", y que los locales deben estar cerrados pero las reuniones familiares pasan de seis a diez personas y con el toque de queda ampliado hasta la una y media. "¿Alguien cree que a las seis de la tarde alguien se va a ir a su casa? Que no sean hipócritas. Con esto van a fomentar las reuniones en casas, en la calle y en cualquier sitio".
Desde la patronal de hostelería lamentan que una vez más las decisiones del Gobierno regional se ceban con el sector y que los parámetros y la regulación de apertura y cierre "no sirven de nada" y pide fijarse en el ejemplo de Madrid, donde no han cerrado la hostelería en ningún momento. "A ver si la vacuna nos libra del virus y de los políticos ineptos", señala Jiménez.
