ALICANTE. El Banco Sabadell ya tiene trazada su hoja de ruta para elevar su rentabilidad al 6% en los próximos dos años, y es una estrategia en la que, como ya había avanzado su consejero delegado hace un mes, tiene un peso fundamental el control de costes. Para seguir reduciendo gastos en la línea de negocio de banca minorista, donde ya se han recortado 140 millones de euros anuales con las 1.800 salidas efectuadas en el primer trimestre en oficinas, la entidad ha decidido arrojarse definitivamente en brazos de la digitalización: la mayoría de las operativas que llevan a cabo los clientes en las sucursales, relacionadas con sus cuentas, sus tarjetas de pago o los préstamos, pasarán a gestionarse de forma completamente remota.
En las oficinas, así, sólo se atenderán personalmente las gestiones relacionadas con los créditos hipotecarios, la contratación de seguros y el asesoramiento personalizado a los clientes. Es decir, aquellas gestiones más complejas y, también, las que dejan una mayor rentabilidad al banco. Con esta 'virtualización' de la banca minorista, la entidad busca ahorrar otros 100 millones de euros anuales a partir del primer trimestre de 2022, de forma que su estructura de costes fijos se reduzca a 2.900 millones anuales. Este es uno de los pasos que recoge el plan estratégico para elevar la rentabilidad del 1,5% actual al 6%.
La propuesta volvió a generar este viernes inquietud en las principales asociaciones de consumidores, como la Unión de Consumidores, que también ha pedido sin éxito una reunión con la dirección de la nueva CaixaBank para conocer cómo afectará a los clientes el ERE y la reducción de oficinas tras la fusión. En este sentido, el secretario general de la organización en la Comunidad Valenciana, Vicente Inglada, alertó de la "brecha digital" que los bancos no están teniendo en cuenta en sus procesos de digitalización, y el "problema social" que puede generar dejar desatendidos a los colectivos de mayor edad y de entornos rurales, especialmente vulnerables.
El representante de los consumidores defendió que se confunde la digitalización con una atención de calidad, cuando esta debería ir unida a un trato personal, y pidió al Banco de España y al Ministerio de Economía que controlen a las entidades financieras e incluso las sancionen si dejan desatendidas a capas de población. "Se les olvida demasiado a menudo que el dinero con el que trabajan es nuestro". Una medida que propone la UCCV es que los bancos que están digitalizando sus procesos inviertan parte de sus recursos en formar a los usuarios, para ir cerrando esa brecha. "La digitalización nos parece perfecta, pero no a costa de los derechos de los ciudadanos".
La segunda derivada de este nuevo plan de eficiencia atañe a la red de oficinas y al personal que trabaja en ellas. El consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, no cifró en la presentación del plan estratégico el número de empleados que puede formar parte de una nueva salida, pero (tal como hizo ya hace un mes) sí dejó entrever que habrá una nueva reducción de plantilla. "Estamos abocados a buscar la rentabilidad del banco por todas las vías, incluidas también medidas de revisión del número de personas que trabajan en él". González-Bueno considera "imprescindible" revisar la estructura de costes del banco, y una de las medidas a aplicar, pero no la única, será "el considerar salidas adicionales".
En este sentido, y aunque no es matemático, el ahorro de 140 millones de euros anualizados durante el primer trimestre del año que refleja el documento se consiguió, entre otras medidas, con la salida de 1.800 personas de la plantilla del banco (sin tener que recurrir a un ERE, ya que todas fueron bajas voluntarias o prejubilaciones con condiciones muy atractivas). Es decir, si se aplicara un cálculo proporcional, para ahorrar otros 100 millones de euros como pretende la entidad podrían tener que abandonar la plantilla hasta 1.200 personas. Al mismo tiempo, la entidad pondrá el foco en la banca de empresas, donde aplicará el mismo enfoque que en banca de particulares para reducir costes en la atención a autónomos y buscará crecer en el segmento pymes.
El banco que preside Josep Oliu espera ganar cerca de 700 millones de euros en 2023, según sus previsiones de conseguir una rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) por encima del 6% al final del plan estratégico 2021-2023. La entidad también prevé una rentabilidad (Rote) por encima del 6% para su filial británica, según la presentación remitida a la CNMV, gracias al plan basado en transformar su estrategia de banca retail y potenciar el segmento de empresas en España.