MURCIA. El Banco Sabadell seguirá metiendo la tijera en la banca de particulares para recortar costes, donde su nuevo consejero delegado, César González Bueno, ya avanzó en la presentación de resultados de 2020 que veían margen para seguir reduciendo costes. El plan estratégico de la entidad para 2023, que ha sido remitido este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), prevé un ahorro de 100 millones de euros al año a partir del primer trimestre de 2022 gracias a nuevos recortes en la red de banca retail de la entidad.
En este sentido, el objetivo del Banco Sabadell es digitalizar completamente la gestión comercial de tres líneas clave en la banca minorista: la concesión de préstamos personales, los medios de pago (tarjetas) y las cuentas de particulares. En las oficinas se mantendrá la atención personal a los clientes particulares para aspectos como la concesión de hipotecas, la contratación de seguros y el asesoramiento personalizado. Todo lo demás se deriva al canal online o remoto.
Con esta estrategia, que obviamente permitirá reducir aún más el volumen de la plantilla en las oficinas, aunque la entidad no cifra en el plan la posible reducción, la intención es haber ahorrado 100 millones de euros brutos (anualizados) en el primer trimestre de 2022. Al mismo tiempo, la entidad pondrá el foco en la banca de empresas, donde aplicará el mismo enfoque que en banca de particulares para reducir costes en la atención a autónomos y buscará crecer en el segmento pymes.
El banco que preside Josep Oliu espera ganar cerca de 700 millones de euros en 2023, según sus previsiones de conseguir una rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) por encima del 6% al final del plan estratégico 2021-2023. La entidad también prevé una rentabilidad (Rote) por encima del 6% para su filial británica, según la presentación remitida a la CNMV, gracias al plan basado en transformar su estrategia de banca retail y potenciar el segmento de empresas en España.
En este escenario a dos años vista, todavía afectado por la pandemia, el banco prevé mantener la tasa de morosidad y la ratio de cobertura de la misma en niveles similares a los actuales, si bien contempla una reducción del coste de riesgo hacia los 45 puntos básicos para el total del grupo (55 puntos básicos exTSB), mientras que el pico de morosidad se prevé en el año 2022.
Además, la entidad continuará con su esfuerzo en la contención y reducción de costes derivados de la transformación del modelo de negocio, la automatización y simplificación de procesos, con una reducción de 100 millones en costes a la conclusión del plan. El banco, que también prevé mantener "en todo momento" la ratio de capital CET1 Fully Loaded por encima del 12%, asegura que se encuentra en una cómoda situación de liquidez que le permitirá afrontar la devolución del TLTRO sin necesidad de incurrir en unos volúmenes de emisiones mayoristas significativos.