VALÈNCIA. Se acaban los adjetivos (negativos) para calificar el paso de las jornadas bursátiles tras vivirse ayer en España la peor de los 188 años de historia de la Bolsa de Madrid -fue fundada en 1831-, al desplomarse el Ibex 35 un 14% en el que fue el peor día de sus 28 años de historia. Conviene recordar que nació el 14 de enero de 1992. El 'sí, pero no' del Banco Central Europeo (BCE), que no bajó los tipos de interes pero anunciar otras medidas, cayó como un jarro de agua fría sobre el parqué español.
De hecho mientras hablaba su presidenta Christine Lagarde, el índice selectivo se desplomaba casi el 12% y ya apuntaba directamente -viendo la marcha de los futuros estadounidenses- que iba a caer el negativo récord del 24 de junio de 2016, cuando el inesperado triunfo del Brexit provocó un espectacular batacazo del 12,35% del barómetro de la renta variable doméstica.
Y los futuros norteamericanos no se equivocaron y los tres índices de referencia de Wall Street abrieron con caídas superiores al 7%, lo que hizo dispararse el 'circuit braker' suspendiéndose momentáneamente la jornada, tal y como sucedió el pasado 'lunes negro'. A media sesión, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) anunciaba que sacaba la bazuca cargada de billones de dólares para inyectar en el mercado. Pero aún así el cierre en Wall Street fue devastador, el peor desde 1987: el Dow Jones de Industriales se hundió un 9,99%, el Nasdaq 100 un 9,27% y el S&P 500 un 9,51%. Y todo ello pese al anuncio de Jerome Powell y los suyos de que van a sacar la 'manguera' -y en cantidades industriales- a pasear.
De vuelta a España basta decir que los tres valores que mejor se comportaron dentro del Ibex 35, o mejor dicho que menos bajaron, fueron Viscofan (-6,85%), Grifols (-9,32%) y MásMóvil (-9,65%), los únicos que cerraron con caídas de un dígito. Por el contrario, los mayores desplomes llevaron la marca de Ence (-18,93%), ACS (-18,87%), ArcelorMittal (-18,18%), Banco Sabadell (-17,68%) y Acciona (-17,49%). Y, lo peor de todo -si queda algo malo-, con fortísimos volúmenes de contratación, síntoma del auténtico pavor que reina actualmente en las bolsas.
Una situación que obligó anoche a última hora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a anunciar la prohibición -con efectos desde este viernes- de abrir nuevas posiciones cortas sobre 69 cotizadas españolas. En concreto, el supervisor informó que esta decisión afectará a todas las acciones líquidas cuyo precio haya bajado en más de un 10% durante la sesión de ayer y todas las acciones ilíquidas que hayan registrado una caída superior al 20%.
Desde que el Ibex 35 marcara máximos de la primavera de 2018 el pasado 19 de febrero, el balance es de los que quitan el sueño: se ha hundido un 36,63% al pasar de los 10.083 puntos hasta los 6.390 de ayer -mínimos de agosto de 2012-. O para entendernos: se han esfumado 3.633 puntos en las últimas 16 sesiones, a razón de 227 puntos al día. Casi nada. De este modo solo el FTSE Mib italiano pierde más (-41,54%) entre los grandes índices mundiales, tal y como ya advirtió antes de ayer Valencia Plaza. ¿El motivo? El tremendo peso del sector bancario.
"La salida en estampida de los inversores de la renta variable europea eleva el baño de sangre en los índices comunitarios borra de una solo tacada más de 1.000 puntos en la cotización del Ibex 35, algo que nunca antes había sucedido en una sola sesión en el selectivo español. Las medidas anunciadas antes de anoche por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que han dejado sin conexión aérea a Europa con el país del Tío Sam, sumado a la decepcionante artillería exhibida ayer por el Banco Central Europeo (BCE) han acelerado las ventas coincidiendo con la accidentada apertura de Wall Street", advertía tras el 'jueves negro' de ayer Aitor Méndez, analista de IG.
Y no le falta razón sobre la poca contundencia de Christine Lagarde y los suyos, que hasta fue considerada insuficiente por Emmanuel Macron, presidente de Francia. "Hay que dar una respuesta europea a esta crisis. El BCE ha adoptado ya sus primeras decisiones. ¿Serán suficientes? No lo creo. Le corresponderá tomar otras", señaló ayer en un discurso televisado a la nación con motivo de "la mayor crisis sanitaria que ha conocido Francia desde hace un siglo". Asimismo manifestó que hoy hablará con su homólogo estadounidense, Donald Trump, que preside el G7 para "proponerle una iniciativa excepcional. La división no nos permitirá salir de esta crisis mundial".