MURCIA. Todos los veranos, en función de los ascensos y los descensos, se pone sobre la mesa si pueden o no quedar encuadrados en el mismo grupo de Segunda División B los equipos de Murcia y de la Comunidad Valenciana.
Ni estamos en verano ni se conoce la identidad y por tanto la procedencia de una parte significativa de los 100 equipos que jugarán en el curso 2020/2021 en la categoría, pero no es precisamente pronto para abordar lo anterior por culpa de las decisiones electoralistas de Luis Rubiales, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que con las mismas no sólo convertirá la Segunda B en una división de latón más que de bronce, sino que tampoco evitará (y esto por mucho que se recuerde en los próximos meses no será bastante) que más de la mitad de los clubes de la misma estén literalmente arruinados, pese a que esa era la razón que se escondía tras la cancelación anticipada de la Liga regular 2019/2020.
El ex presidente del Deportivo de La Coruña, Augusto César Lendoiro, ponía el acento días atrás en que, junto al centenar de equipos repartidos en cinco grupos, la RFEF estaba valorando también prescindir del tradicional criterio geográfico para determinar la composición de los mismos, de manera que los equipos tuvieran que cruzar la península para jugar al haber quedado emparejados en el mismo grupo con base al mérito deportivo.
Parece que finalmente lo anterior no será así, es decir, que equipos como el Real Murcia y el UCAM Murcia Club de Fútbol y tal vez el Yeclano Deportivo y el Fútbol Club Cartagena -estos dos deberían disputar el play off exprés de ascenso a Segunda- no tendrían que jugar en la jornada 5 en A Malata contra el Racing de Ferrol, por ejemplo, pero eso no quiere decir que el reparto de equipos no prescinda del criterio del mérito deportivo.
De hecho, es algo con lo que muchos clubes ya contemplan: una distribución de los equipos de acuerdo con el criterio geográfico en cinco grupos de 20 integrantes cada uno y un segundo reparto, ya de acuerdo con el mérito deportivo, en dos subgrupos de 10 conjuntos cada uno. Habrá que esperar.