Abarán, Blanca y Lorca prohíben el baño y los municipios que permiten su uso endurecen las condiciones
MURCIA. Pese a que al comienzo del verano los datos positivos que mostraban un pronunciado descenso de casos de coronavirus hicieron que la Región de Murcia presumiese de su patrimonio fluvial, permitiendo el baño en la mayoría de espacios de la comunidad, el desbocado crecimiento de los rebrotes de coronavirus ha hecho que se clausuren muchos de estos oasis de agua dulce y que desde hace meses han sido señalados por los expertos como posibles transmisores de la covid-19 al disponer de un agua natural y no tratada.
Sólo el Ayuntamiento de Lorca prohibió el baño desde antes del inicio de este verano en la playa artificial de Coy, la pedanía situada más al norte del municipio, "para evitar que el estanque fluvial se convirtiese en un foco de propagación del coronavirus". El resto de consistorios, que son quienes tienen la potestad de abrir o no las playas y espacios fluviales al baño ya que el Gobierno central recomendó el cierre pero no su uso, optaron por permitir que se utilizasen con medidas especiales de seguridad.
Tras el aumento de los casos de la enfermedad, tanto Blanca como Abarán, dos municipios que atesoran gran parte de los espacios fluviales han decidido cerrarlos. "Debido a la situación de rebrotes detectados en la Región, y al aumento de visitantes de todo el ámbito nacional durante las últimas semanas, el Ayuntamiento de Abarán ha tomado la decisión de cerrar de forma temporal el acceso a la playa fluvial del Jarral, estando permitido solo para aquellas personas que transiten por la zona para pasear o realizar actividades deportivas", decía el comunicado oficial del consistorio.
El municipio vecino de Blanca tomó las mismas medidas. "El Ayuntamiento de Blanca comunica que, debido a los rebrotes surgidos y al empeoramiento de la situación en la Región de Murcia frente al COVID-19, se ha tomado la decisión de cerrar todas las zonas de baño del río Segura en nuestro municipio", exponían para justificar le medida desde el ayuntamiento.
Y es que las aguas remansadas son los medios acuáticos más desaconsejables para el baño ya que la supervivencia del coronavirus puede ser mayor que en el agua salada o en las piscinas tratadas, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Lugares como la zona del santuario de la Esperanza o el Puente de hierro de Calasparra, la zona de La Presa o El Arenal de Cieza o el Salto del Usero (Bullas) aún no han se han cerrado al baño, pero imponen más limitaciones de aforo y se obliga al uso de mascarillas.
Un equipo de investigadores del CSIC estudió y publicó un informe, a petición de la Secretaría de Estado de Turismo, sobre los riesgos de contagio del coronavirus en los diferentes medios acuáticos. Y concluyó que en el agua salada y en las piscinas convenientemente tratadas el riesgo de contagio es "muy poco probable", y que la supervivencia del virus en el agua de los ríos, los lagos y las pozas de agua dulce "puede ser superior".
Los investigadores incidieron en que la principal vía de transmisión -también en la playa, en los ríos o en los lagos- son las secreciones respiratorias que se generan con la tos, los estornudos, y el contacto de persona a persona, por lo que las recomendaciones que se deben atender en esos sitios son las mismas que en otros lugares.
El informe del CSIC subrayaba por ello la importancia de extremar las medidas de precaución para evitar aglomeraciones en los ríos, lagos y pozas, en los que la supervivencia del virus puede ser superior, "especialmente en las pequeñas pozas donde la dilución es menos efectiva".
La supervivencia de los virus en esos medios depende mucho de la temperatura del agua (puede prolongarse hasta 10 días en aguas con temperaturas a 23 grados), de la materia orgánica y de la presencia de bacterias "antagonistas" -en aguas residuales se reduciría a entre 2 y 4 días).
Insiste el informe en la importancia de extremar las precauciones, de respetar las distancias en el espacio exterior al área de baño, y controlar el número de bañistas para no sobrepasar los límites de precaución sobre la posible contribución "a la carga viral presente en esos cuerpos de agua".