MURCIA. En lo que respecta a YouTube, las empresas están en la prehistoria. “Es como hace 20 años las empresas que tenían web: casi ninguna. Ahora empiezan a darse cuenta de que vale para exportar y para crecer, pero poco a poco”, asegura Carlos Enrile, de Computer Contact, que se dedica a la formación sobre internet como herramienta exportadora.
Asegura que YouTube está infrautilizada a nivel empresarial. Y no tener canal significa perder clientes, como señala Enrile, que dio una conferencia y un taller práctico sobre la materia en el marco del I Congreso de Internacionalización Digital que celebró esta semana la Cámara de Comercio en el que dejó claro que "YouTube es una destacada herramienta de comunicación internacional".
"El problema que tenemos es que cuando dices YouTube, todo el mundo piensa en el Rubius y él es una anécdota", apunta. "La mayoría de los empresarios piensan que es para jóvenes pero no es así: es una herramienta muy potente en el ámbito empresarial".
Los contenidos en este canal, además, “no tienen por qué ser perfectos ni parecerse a la televisión en absoluto. Es más, el consumidor de YouTube odia esa perfección". Por eso, subraya, con muy pocos recursos se pueden generar contenidos interesantes para una audiencia con un perfil muy concreto y efectivo.
Además, lo más interesante es utilizar YouTube para hacer Seo en Google. Es decir, posicionamiento preferente: intentar que el vídeo aparezca en Google antes incluso que en Wikipedia. "La receta mágica es que no nos interesan muchos visionados pero sí que sean de calidad". Eso se traduce en que la audiencia esté tan bien segmentada que todos los que comiencen a ver el vídeo lo terminen. Con esta estrategia, y puesto que YouTube es un canal de Google, el buscador posicionará ese vídeo de forma preferente. Lo interesante, además, es llevarlo a la web de la empresa y conseguir más visitas.
Destaca dos casos singulares en los que esta estrategia ha conseguido atraer clientes. Una empresa de maquinaria para podar viñas hizo un vídeo de uno de sus productos, unas tijeras automáticas para cortar las plantas. "Sólo tenía 500 visionados, pero los 500 habían visto el vídeo de principio a fin", recalca. "Es posible que fueran todos los potenciales clientes que hay en España para este tipo de producto y todos lo habían visto. Ese vídeo tiene calidad y está bien posicionado, y es lo que interesa".
Otro ejemplo que explica es el de una finca de caza en La Mancha, cuyos vídeos no necesitan traducción, porque "todo es pum pum pum, y ha logrado a atraer a cazadores de todo el mundo gracias a ese canal que han creado".
Enrile apunta a que sólo hace falta que las empresas se den cuenta de que "tienen que hacer este cambio con múltiples ventajas. "En el momento en el que lo tienen y ponen recursos humanos y económicos, consiguen clientes que compran y cada vez más".
Por su experiencia dando formación por toda España, explica que la Pyme española es muy parecida a lo largo y ancho de la geografía. Están todas en la misma situación en este sentido, asegura, “que es mala”. Eso sí, destaca que la ventaja es que cuando "tienen que ponerse las pilas, lo hacen en 24 horas”.