De izquierda a derecha arriba: Araceli de Frutos EAFI, Antonio Aspas (Buy & Hold), Carlos Muro (Banca March), Jesús Villegas (Renta 4) y José Luis Flores (A&G). Debajo siguiendo el mismo orden: Isabel Giménez (FEBF), José Manuel García (atl Capital), Ricardo González (GPM), Marc Leutscher (gCapital) y Vicente Carpio (Tressis)
MADRID. Solo hasta el pasado 30 de noviembre habían causado baja 128 sicavs en España durante el año 2020, según publicó hace unos días este diario, cuyo número se había reducido hasta las 2.460, es decir, mínimos de agosto de 2002. Una situación que apunta a más como explican a continuación los diez expertos financieros consultados por Plaza para conocer sus impresiones no solo sobre las sociedades de inversión de capital variable sino de la banca privada.
El Gobierno progresista ha puesto la diana en las instituciones de inversión colectiva (IICs) con el fin de acabar con los llamados 'mariachis', es decir, aquellos que figuran en una sicav de meros comparsas para totalizar el centenar de accionistas que establece la ley. Pero el sector tiene claro que bajo ello subyace la idea de terminar con estos vehículos de inversión que tributan igual que un fondo.
Isabel Giménez, directora general de la FEBF
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-Este sector ha sufrido menos que otros durante la pandemia. Los ingresos se han mantenido intactos, pero se ha visto afectado desde el punto de vista humano, operativo y tecnológico. La covid-19 ha acelerado el movimiento de precios y disparado la volatilidad, mostrando mercados hipersensibles. Comenzamos 2021 con el acuerdo del Brexit firmado, se espera que las vacunas pongan fin a la pandemia, y que las economías se recuperen dentro de la 'nueva normalidad' con el apoyo de bancos centrales y banca. 2021 es el año de la ‘esperanza’ con unanimidad en los pronósticos de mejora. Ahora bien, después de la pulverización sistemática de escenarios durante 2020 hay escepticismo creciente, y conviene recordar que a veces la realidad supera a la ficción.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-Antes de la pandemia ya se vivió un estrechamiento de márgenes, con un mercado alcista anormalmente prolongado. Durante 2021 seremos testigos de nuevas operaciones de integración entre operadores para conseguir mayor eficiencia operativa, y adaptarse a los nuevos requisitos normativos establecidos por la MiFID II. A escala operativa, las gestoras priorizarán la seguridad y bienestar de sus empleados continuando con la transformación digital, y primando la inversión en ciberseguridad. También deberán ajustar presupuestos (entre un 10% y un 15%), y su estrategia financiera gracias a la transformación digital y optimizando su perfil de gasto en tecnología.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Algunos actores financieros opinan que se ha estigmatizado este instrumento financiero, ya que parte del capital de las sicavs se ha transferido a fondos de inversión con el mismo tratamiento fiscal y, por tanto, sin ningún efecto real en la recaudación. El expresidente de la CNMV, Sebastián Albella, ha manifestado recientemente la importancia de terminar con la incertidumbre regulatoria sobre las sicavs. Cuando se altera la regulación de un vehículo financiero se produce alarma y deslocalización de inversores, que en este caso podrían sustituir además su equipo de apoyo (consultores y asesores españoles) por profesionales de otros países del espacio económico europeo más acogedores con la inversión internacional (Irlanda, Luxemburgo o Francia, por ejemplo). Los inversores internacionales -a la hora de elegir un mercado financiero- consideran muy relevante la estabilidad normativa y la seguridad jurídica (consistencia temporal de la regulación). Los cambios regulatorios aumentan el riesgo-país y conllevan incertidumbre. Una vez que los inversores descartan un 'puerto seguro' a la hora de alojar sus inversiones es un proceso irreversible, en el que es muy difícil la vuelta atrás. Las plazas financieras con gran cuota de mercado -como la city en Reino Unido- llevan siglos sin cambiar sustancialmente su tratamiento a las inversiones internacionales ni su regulación financiera, dando imagen de solvencia y estabilidad, y obteniendo buenos resultados en los informes del FMI o el Banco Mundial. Otro ejemplo es Estados Unidos, que a pesar del efecto desestabilizador Donald Trump sobre las relaciones internacionales, ha mantenido la confianza de los inversores sobre sus mercados.
Jesús Villegas, director de Renta 4 en Castellón
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-Después de lo visto en 2020 es muy aventurado pronosticar un escenario para 2021. Es cierto que el eje central de las inversiones va a ser la covid-19 -su vacuna y la evolución de la misma-, pero no debemos dejar de mirar a otras cuestiones que también van a ser importantes en el devenir de este ejercicio. Así, los tipos de interés se mantendrán en el 0%, la inmensa liquidez que hay en los mercados y la debilidad del dólar -junto con las nuevas incertidumbres que vayan surgiendo a medida que avance el año- serán claves. Dicho esto, los factores antes mencionados -sumados a las escasas alternativas de inversión- hace que se prevea un ejercicio positivo para la banca privada; pero es vital recalcar que lo dicho anteriormente no va a servir para nada si no se hace un buen diagnóstico del perfil del cliente, y se seleccionan los activos idóneos en los mercados adecuados en el momento justo.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-Así es. Se deben obtener sinergias y solo se producirán si hay operaciones corporativas dentro del sector. En un escenario de 'tipos cero', donde la liquidez se deposita en el BCE y hay que pagar por ello (-0,50%), con incertidumbre sobre la morosidad y una visibilidad a medio plazo compleja, lo más aconsejable es ganar tamaño y reducir costes para ser más eficiente. Si esto no se produce, quien pagará más comisiones, inevitablemente, será el cliente.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Es un error poner más trabas a un sector -el de la inversión colectiva-, que lo que demanda es más seguridad jurídica y menos incertidumbre. España ya de por sí impone requisitos adicionales a los de otros países europeos, y si esto se acaba materializándose lo que se va a conseguir es que los grandes patrimonios se vayan a otros países lastrando el empleo asociado a esta actividad. Y es importante señalar que muchas sicavs domésticas invierten mayoritariamente en el mercado local, por lo que si se van fuera también se resentirá la actividad en el mercado bursátil nacional.
José Luis Flores, banquero senior de A&G Banca Privada
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-Mi punto de vista es que va a ser un muy buen año para nuestro sector porque el entorno de tipos de interés negativos nos ha llevado a una 'represión financiera'. Este concepto me obliga a continuar el camino marcado para satisfacer la necesidad de los clientes de banca privada que es: proteger su patrimonio, reducir la volatilidad y la incertidumbre. Para ello, la respuesta es la búsqueda de gestión activa a través de diferentes estructuras jurídicas como elemento diferenciador. Para obtener rentabilidad, es necesario utilizar la liquidez como activo financiero además de oro, inversiones alternativas, materias primas y private equity como alternativas a la burbuja de renta fíja. Insisto, cuanto más incertidumbre y presión fiscal tiene el cliente de renta alta más soluciones ofrecemos porque el entorno es más complejo y requiere asesoramiento profesional. El ejemplo más cercano es la solución que ya estamos ejecutando con los dueños de sicavs.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-En mi opinión es necesario y será así porque la concentración es imprescindible para sostener la eficiencia y productividad. Este sector se desarrolla en un entorno cada vez más regulado, que obliga asumir costes para cumplir normativas de todo tipo. Ese incremento de costes -y la propia dinámica competitiva- erosiona márgenes y obliga necesariamente a la concentración para sobrevivir. Las economías de escalas se convierten en un factor estratégico.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Las medidas pregonadas -recordemos que se trata tan solo de anuncios en prensa- pondrán en tensión y cerca de desaparecer como tales a un gran número de sicav, cuyos partícipes no estén dispuestos a que el vehículo -o ellos mismos- adquieran participaciones en otras sicavs que permitan alcanzar la difusión de 100 socios con posiciones en, al menos, 2.500 euros. Esta medida no tiene un soporte racional claro, más allá de sacar del mercado al mayor número de sicavs posible. Algo que tampoco está muy claro que se vaya a lograr, y que de ser así conllevaría una segunda toma de medidas que garantice el efecto pretendido. Las sicavs y sus inversores están abocados, desde ya, a identificar la mejor alternativa para salir de la situación generada, y continuar con la gestión de su cartera de activos financieros del mejor modo posible. Preveo que la reducción del número de sicavs va a ser muy significativa si prospera la medida que se quiere tomar en los términos conocidos, en favor probablemente del mercado luxemburgués a través de entidades de banca privada con elevado conocimiento del ámbito español y sus circunstancias.
José Manuel García, socio-director de atl Capital en la Comunidad Valenciana
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-Seguramente. 2020 ha sido un año muy complejo donde la banca privada en general ha demostrado que es capaz de crear valor a los inversores en un contexto de gran volatilidad. Este ejercicio -y salvando las distancias con el anterior- requerirá de nuevo una gran cercanía con los clientes y una gran agilidad en la toma de decisiones. El asesoramiento especializado, de nuevo, será clave.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-El sector financiero en general está en plena reconversión. Con toda seguridad veremos operaciones entre los bancos generalistas. Dentro de este contexto, en la banca privada podríamos asistir a ciertos movimientos con el objetivo de ganar un mayor tamaño y crear sinergias.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Establecer límites de inversión a las sicavs -como a cualquier otra IICs- no es lo más recomendable. El no tener un marco jurídico estable hace que los inversores sean reacios a este tipo de vehículos. En 2020 asistimos a una reducción significativa de este tipo de instrumentos. Otro riesgo adicional es el posible desplazamiento de parte de esta industria a otras jurisdicciones de la Unión Europea, con regulaciones más estables y favorables.
Ricardo González, gestor de fondos de GPM
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-En un entorno en el que los activos libres de riesgo ofrecen rentabilidades negativas es más importante que nunca el papel de la banca privada para lograr que los clientes reciban una rentabilidad positiva en base a su perfil de riesgo. El beneficio de las entidades de banca privada va muy ligado a la evolución de los activos, por lo que en un contexto alcista global es de esperar que sea un año positivo para las entidades, especialmente para aquellas que sepan adaptarse a la creciente demanda digital por parte de los clientes.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-En el contexto actual de tipos bajos y de márgenes cada vez más estrechos para las entidades es natural que el sector tienda a concentrarse. Esta concentración puede llegar a ser positiva para el cliente puesto que permite optimizar costes, siempre y cuando la misma no dé lugar a un mercado extremadamente concentrado que origine una falta de competencia. El mercado está cambiando y si bien el ajuste en su justa medida puede ser positivo para el cliente, una concentración en exceso podría generar justo el efecto contrario.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Cualquier medida restrictiva siempre afecta al producto objeto de dicho cambio. Faltan aún muchos detalles de la norma por conocer, aunque evidentemente mayores restricciones siempre son perjudiciales. En el resto de Europa, la legislación es menos restrictiva que la exigida actualmente en España, por lo que la sobrerregulación de estas entidades aumenta el riesgo de originar una salida de capitales de España hacia otros países, lo cual va en detrimento de muchos sectores y empresas del país. Cabe recordar que las sicavs son instrumentos abiertos al gran público y que cualquier inversor puede invertir en ellas con apenas 20 euros. Centrar el foco solo en las grandes fortunas, en mi opinión, es un debate político sesgado que se aprovecha del desconocimiento del gran público del funcionamiento real de estas entidades.
Antonio Aspas, cofundador de Buy & Hold Capital
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-Los clientes con altos patrimonio necesitan asesoramiento y por esto el negocio de banca privada es una de las pocas patas de negocio que muestran crecimiento, y que creemos que seguirá creciendo en 2021. Eso sí, el conocimiento de los clientes es cada vez mayor y saben distinguir cuando un asesoramiento es de calidad y busca el interés del cliente o no. Cuando una entidad prima el interés del banco, mejora sus ingresos a corto plazo, pero sale perjudicada a medio y largo plazo. Esto es lo que lleva a que haya entidades que consistentemente mejoran su cuota de mercado y otras que van perdiendo mercado.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-Al igual que le ha pasado al negocio de las telecomunicaciones, los productos bancarios se han convertido en su mayoría en una 'commodity' o producto sin diferenciación, salvo por el precio y, por tanto, la rentabilidad del sector bancario está siendo presionada por varios frentes: el regulatorio, la competencia de las nuevas fintech con costes más bajos y los tipos de interés negativos. Esto hace que, sin duda, la concentración bancaria deba continuar los próximos años como medida de reducción de costes, de cara a poder mejorar las rentabilidades y poder competir contra las empresas fintech.
-¿En qué situación van a quedar las SICAV tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Lamentablemente, las sicavs están sufriendo 'la muerte de los mil cortes' desde hace varios años por los continuos mensajes inciertos, tales como que son un vehículo de evasión fiscal -cuando tiene las mismas ventajas fiscales de los fondos de inversión-, o de ser un vehículo de inversión para ricos -cuando cualquier persona puede invertir en cualquier sicav, sin limitación ninguna, al ser vehículos abiertos para todos los inversores-. El mínimo de 2.500 euros por accionista es otro clavo en el ataúd. El único beneficiario de esta situación son las instituciones de inversión colectiva de otros países europeos como Luxemburgo o Irlanda, en perjuicio de un sector que genera bastantes puestos de trabajo de calidad.
Vicente Carpio, agente financiero de Tressis
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-Esperamos que así sea y sigamos creciendo. Tanto en Tressis como en el resto de entidades hemos hecho esfuerzos para adaptarnos a las nuevas normativas de protección a los clientes. Hemos aumentado nuestro compromiso social y de sostenibilidad (esto no es nuevo para nosotros porque somos pioneros en este campo), informamos más y con más calidad, estamos más preparados y trabajamos para que los ahorradores adquieran más cultura financiera. Sin ese esfuerzo desde el punto de vista cualitativo sería imposible avanzar y, por lo tanto, hemos sentado las bases para un crecimiento sostenido del negocio.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-Parece inevitable sobre todo en el caso de los bancos. Inevitable pero no por ello triste y poco beneficioso para los clientes. Como en tantos otros sectores, es necesario que haya oferta y competencia, cuanta más mejor. Las concentraciones -muchas veces impulsadas y obligadas por las autoridades- optimizan recursos, procesos y solvencia pero perjudican a trabajadores y consumidores. En un país como el nuestro en el que existe mucho talento en la gestión de activos y en banca privada en general, sería una lástima que se desaprovechara por el encorsetamiento que existe en las entidades de mayor tamaño.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Mal. Si el Gobierno sigue adelante probablemente la figura desaparezca en España. No se le pueden poner puertas al campo porque el dinero se marchará fuera. Es una medida populista más, ya que no solo preocupa el tema de las sicavs sino que es la persecución a las rentas y al ahorro sea cual sea la forma de canalizarlo. Sin ahorro no hay futuro y en los momentos críticos países endeudados como el nuestro se encuentran con que necesitan enormes cantidades de dinero de sus socios, o tienen que incrementar la presión fiscal de una forma irracional. Alemania, por ejemplo, va emplear su superávit en ayudar de forma directa a los sectores perjudicados por la pandemia; mientras que en España el esfuerzo recae directamente sobre el bolsillo de una parte de la ciudadanía como es el caso de los arrendamientos de la hostelería.
Araceli de Frutos, fundadora de Araceli de Frutos EAF
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-No lo sé. Será un buen año para los que hagan bien su trabajo. Hay que tener en cuenta que este año algunos bancos comerciales van a cobrar a los clientes por tener dinero en su cuenta, un factor que propiciará que se mueva la liquidez y que se busquen alternativas a los bancos tradicionales. En este último punto me gustaría reivindicar el papel de las Empresas de Asesoramiento Financiero (EAF) desmarcándonos de la banca privada tradicional.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-Posiblemente, pero hay que ver cómo son esas concentraciones. Si se producen sinergias, si se complementan y si ofrecen un elemento diferenciador estaría justificado.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Un factor más para desincentivar su presencia en España.
Carlos Muro, director territorial Banca Patrimonial Levante de Banca March
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-Tenemos la firme convicción de que el sector de banca privada seguirá creciendo porque cada vez va a ser más necesario que los ahorradores confíen la gestión de su patrimonio a entidades especializadas. El actual entorno de mercado -con tipos bajos en el que los activos tradicionales ofrecen pocas oportunidades de rentabilidad- se hace más necesaria la presencia del asesor de banca privada, que busque los productos más adecuados al perfil de cada ahorrador. Es en estos momentos de incertidumbre y volatilidad de los mercados es cuando más valor cobran nuestras propuestas. En estos tiempos de turbulencias, más que nunca, cada vez más ahorradores se acercan para pedir asesoramiento financiero.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-Efectivamente, el sector se encuentra inmerso en un proceso de concentración. Sin embargo, en este contexto cobra más sentido el modelo de las entidades especializadas en banca privada y patrimonial, así como la capacidad de ofrecer un modelo de negocio sólido, tanto desde el punto de vista financiero como reputacional. En nuestro caso, nuestra vocación es seguir siendo una entidad de propiedad 100% familia, con un modelo de gestión prudente y con vocación de seguir compartiendo inversiones con nuestros clientes, lo que es una de las mejores garantías de confianza y tranquilidad para ellos. Lo que más tranquilidad da a un cliente es una entidad casi centenaria, con un modelo de negocio prudente y de largo plazo, respaldado por robustos ratios financieros y de capital: la entidad mantiene la tasa de mora más baja del sector en España -un 1,59% a septiembre-, sin haber recurrido a la venta de carteras NPL a descuento, frente a un 4,57% de media del sector (últimos datos del Banco de España). Asimismo, los niveles de solvencia (16,42%), liquidez -LCR (204,99%) y DTL (130,78%)- y cobertura de riesgos dudosos (50,89%) son también de los más altos del sector. Sobre estos sólidos fundamentos, la entidad afronta con determinación y en la mejor posición el entorno de incertidumbre creado por la crisis del coronavirus. En casi 100 años de historia Banca March ha vivido todo tipo de situaciones y crisis: en esa experiencia se apoya nuestra visión y propuestas de asesoramiento para el ahorrador.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-La sicav ha sido un excelente instrumento para canalizar la gestión de patrimonios en los últimos años. Pero no es el único. Una entidad que aspire a ganarse la confianza de los clientes en un momento tan retador como el actual debe ser capaz de ofrecerles una planificación patrimonial que les dé tranquilidad a lo largo de su vida financiera. Ello supone disponer de una oferta de productos rentables, que estén en línea con las tendencias de crecimiento y que se adapten a su perfil de riesgo, como la gestión discrecional de valor añadido, la coinversión o los activos alternativos y, todo ello, con un creciente componente de sostenibilidad, que ya es ineludible en las carteras de los clientes. En este sentido, Banca March se mantiene a la vanguardia de la innovación de productos de banca privada, con la oferta de propuestas rentables para todos los perfiles de ahorradores más completa del sector: coinversión, gestión discrecional de carteras de valor añadido, fondos alternativos, fondos de fondos de private equity, inversión sostenible, fondos temáticos (March Asset Management) y productos de ahorro a largo plazo especiales para clientes de banca privada y banca patrimonial como los unit linked desarrollados por March Vida. Como mencionaba, lo importante es confiar la gestión del patrimonio a entidades especializadas respaldadas por altos niveles de solvencia, y que se preocupen por la alineación de intereses con sus clientes. Las sicavs no son el único instrumento de inversión, y entidades especializadas como Banca March pueden ofrecer una planificación financiera que dé tranquilidad al ahorrador.
Marc Leutscher, cofundador de gCapital Wealth Management
-¿Será 2021 un buen año para la banca privada?
-La disrupción en modelos de negocio alternativos o complementarios a la banca privada está empezando a alcanzar cierta tracción. Aparte de los servicios tradicionales (asesoramiento y la gestión discrecional), la banca privada también crea valor a través de su oferta de producto (arquitectura abierta, acceso a clases limpias y productos alternativos). Por el lado de los servicios aparecen nuevos jugadores (roboadvisors, gestión perfilada industrializada y a bajo coste). Por el lado del producto, nacen nuevos proveedores (plataformas con acceso a clases limpias con tarifas planas, plataformas de crowdfunding). Estos movimientos hacen que el campo de acción de la banca privada se reduzca y lo que le queda por ofrecer es un servicio de muy alto valor añadido, pero con una presión regulatoria importante y unos costes asociados elevados. Ello conlleva una reducción de márgenes poco sostenible. Uno de los pilares que suelen aportar valor a la propuesta es la cercanía del banquero privado con su cliente. Con la pandemia, este rasgo se ha perdido o reducido significativamente.
-¿Veremos nuevos movimientos de concentración en un sector en plena ebullición?
-Hay que diferenciar en el negocio de la banca privada entre las entidades generalistas y las especializadas. El crecimiento de negocio de banca privada en las entidades generalistas es mayoritariamente orgánica, fundamentalmente basada en las relaciones dada su inmensa base de clientes. Si en estos negocios aparecen movimientos de concentración, éstas no se deben a una voluntad de posibilitar el crecimiento a las unidades de negocio de banca privada. Las entidades especializadas tienen mayor dificultad para la adquisición de nuevos clientes. El mercado de banca privada es en un mercado muy saturado. Para las entidades especializadas existe una mayor necesidad de crecer a través de adquisiciones. Por ello pensamos que en 2021 seguirán los movimientos de concentración para ganar tamaño y generar economías de escala.
-¿En qué situación van a quedar las sicavs tras el anuncio del Gobierno de exigir un mínimo de 2.500 euros por accionista?
-Estas últimas semanas ya se están viendo movimientos de sicavs que se dan de baja como IIC. Y esto es antes de lo esperado cuando aún no se tiene claro ni cómo ni cuándo se pretende aplicar las nuevas restricciones sobre inversión mínima por partícipe. Estos primeros movimientos marcan la tendencia que va a generar la nueva medida. Podemos esperar entonces que durante 2021 se perderá un importe importante en activos bajos gestión en España.