MURCIA (EFE).- Las restricciones que conlleva el estado de alarma a causa de la pandemia sanitaria de la covid-19 ha aflorado, en muchos casos, los problemas latentes de las parejas, sobre todo en las que viven en espacios pequeños.
Según la psicóloga del hospital Quirónsalud Torrevieja Nuria Javaloyes, el estado de alarma ha transformado las relaciones sociales en todo el mundo y ha obligado a mantener aislados en los hogares a las parejas, lo que las enfrenta a una convivencia intensa y prolongada en tiempo.
"Al pasar más tiempo juntas", ha explicado Javaloyes en un comunicado de Quirónsalud Torrevieja con motivo del día de San Valentín, "algunas parejas han visto reforzada su relación y, sin embargo, en otras han surgido con fuerza los problemas que probablemente estaban ya latentes, llevándolas al límite".
Por tratarse de una situación forzada y obligada, puede generar malestar emocional en cada uno de los miembros y aumentar la probabilidad de conflictos y discusiones. "Al no poder tener momentos individuales que oxigenen y den respiro a la relación se puede generar un aumento de la sensación de invasión personal y rabia que", ha proseguido, "en los casos de pisos pequeños sin espacio al aire libre, empeora".
En el caso de las parejas con dinámicas tóxicas, este aislamiento social aún puede ser peor al no poder tomar perspectiva acudiendo al trabajo por el teletrabajo o relacionarse con amigos.
Al contrario que en otros lugares del mundo en los que el confinamiento ha actuado como un catalizador destructivo en las relaciones de pareja, las peticiones de divorcio en España cayeron más del 40 por ciento durante el confinamiento.
"Sin embargo", ha apuntado la psicóloga de Quirónsalud de Valencia Marina Sangonzalo, "de las cifras presentadas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a finales de septiembre de 2020 no se pueden extraer conclusiones sobre la estabilidad sentimental de los españoles ya que durante los periodos de crisis económica la tendencia es que se reduzcan las peticiones de divorcio en España.
En cuanto a las parejas con hijos, Sangonzalo ha señalado que gracias al confinamiento las familias han podido relajarse de las largas jornadas en las que había que compaginar colegio y actividades extraescolares con trabajo y obligaciones.
Esta nueva circunstancia ha ayudado a retomar los juegos de mesa y otras actividades con los niños relegadas por falta de tiempo, y "solo las familias que ya arrastraban una convivencia más problemática y disruptiva han visto agravado el problema".
Para mejorar las relaciones de pareja, Javaloyes ha recomendado mejorar la empatía con la otra persona, hacérselo fácil y plantear la situación como una oportunidad para mejorar la relación.
"Muchas parejas no tenían tiempo de hablar, de expresar cómo se sienten y mostrar gestos de amor y cariño porque las presiones y responsabilidades no les han dejado hueco para ello", por lo que "ahora puede ser el momento de resolver diferencias que estaban latentes y que no se solucionaban".
"El confinamiento", ha concluido Sangonzalo, "puede ser una oportunidad para la reflexión, para la buena y sosegada conversación con la pareja que permita averiguar qué funciona mal y qué se puede hacer para solucionarlo".