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seleccionado en 'Descubrimientos' de PHotoEspaña

La otra mirada del confinamiento de Marcial Guillén: el fotógrafo que cruzó el umbral del edificio ocupado de San Pío X  

16/03/2021 - 

MURCIA. Durante el confinamiento que empezó hace justamente un año, el fotógrafo de prensa Marcial Guillén salía todas las mañanas a las desiertas calles de Murcia para informar con imágenes de aquella situación tan excepcional. Casi todos los días pasaba por un edificio a medio construir en el barrio de San Pío X, donde medio centenar de inmigrantes malvivían sin luz, sin agua y privados de libertad. Un día cruzó aquel umbral para tomar unas fotos para una información; fue el primero de muchos, ya que durante cerca de tres meses el fotógrafo se adentró con frecuencia en aquella estructura de hormigón y captó con su cámara ese otro confinamiento en el que no sonaban aplausos ni canciones de ánimo. Los 'vecinos' de aquel edificio ruinoso se acostumbraron a ver por allí a este fotógrafo alto y cercano, que miraba con otros ojos la realidad que vivían y al que hasta invitaron a cenar durante el Ramadán. 

Marciál Guillén les hizo muchas fotos, de las que finalmente seleccionó doscientas y, de esas, mandó quince a la convocatoria 'Descubrimientos' de PHotoEspaña, en su versión online, bajo el título El chalet (Confinados en la 'vieja normalidad'). Este lunes el informador gráfico se enteraba de que su proyecto ha sido seleccionado, junto a una veintena más realizados por fotógrafos de distintas nacionalidades. Esto supone que su trabajo llegará a manos de comisarios y editores nacionales e internacionales y se compartirá dentro de la comunidad de creadores de PHE. Entre los 'visionadores' de los trabajos seleccionados -lo que ya de por sí es un reconocimiento- se encuentran responsables de organismo e instituciones tan destacadas como Matadero, Centre Pompidou Malaga, la Fundación MAPFRE, La Fábrica Editorial, el Mucem, Centre de la Photographie Genève o las Galerías Municipales de Lisboa, así como representantes culturales de Estocolmo, Londres o Marsella, entre otros. Ellos elegirán al ganador, que expondrá individualmente en el siguiente festival de PHotoEspaña.

Marcial Guillén recuerda perfectamente el primer día que cruzó el umbral del edificio ocupado del barrio de San Pío X y se encontró con un inmigrante senegalés todo enjabonado mientras se aseaba con un cubo de agua. Fue la primera foto que hizo para este proyecto, en cuya presentación explica que el Estado de Alarma "obligó a una cincuentena de inmigrantes irregulares que vagaban por las calles, sin alternativa habitacional, procedentes de varios países del centro y norte de África, a refugiarse en la estructura de hormigón de un edificio abandonado, a medio construir, un vestigio de la burbuja inmobiliaria de 2008 en España, resultante de la crisis financiera mundial".

Marcial Guillén en una calle desierta durante el confinamiento. Foto: GLORIA NICOLÁS

Añade en el texto que acompaña a sus imágenes que "el reloj se paró dos veces para ellos: esperaban con ansiedad poder regularizar su situación en España y, a la vez, como todos, recobrar su libertad de movimientos". Además, explica que el hecho de que "procedieran de distintos países y culturas, o tuvieran diferentes religiones, complicaba la convivencia entre ellos, pero eso no les impidió trabajar de forma colectiva en el diseño interior de un espacio inhóspito y sin paredes. Utilizaron bloques de hormigón, cartones, telas, plásticos y demás utensilios domésticos recuperados de la basura para construir sus habitaciones, duchas, comedores y hasta zonas de oración improvisadas para resguardarse de las inclemencias del tiempo. Otros, simplemente tenían un colchón para dormir".

"Sobrevivir en esas condiciones fue muy complicado ya que no contaban con los servicios más básicos, como agua corriente, electricidad o gas. Comer cada día, sin trabajo ni recursos económicos, se convirtió en una aventura ya que su pequeña fuente de ingresos procedía de la mendicidad. Por lo tanto, dependían de la comida que una vez al día les llevaban los trabajadores de los servicios sociales municipales", cuenta el fotógrafo archenero, quien con este proyecto ha querido documentar las condiciones en las que vivieron estos inmigrantes ilegales durante el confinamiento. Al mismo tiempo, pone de manifiesto dos problemas de la sociedad contemporánea -de esa “vieja normalidad”-, como son "las migraciones económicas -que son aprovechadas perversamente por las mafias de personas- y los escombros de la burbuja inmobiliaria de 2008, que transformó el paisaje urbano y rural y lo invadió con esqueletos de hormigón desperdigados por todo el territorio".

Marcial Guillén (Archena, 1971) es un veterano y reconocido profesional de la fotografía de prensa en la Región, habiéndose publicado sus imágenes, además, en las principales cabeceras nacionales y suplementos dominicales, así como en otros medios internacionales (The Guardian, The Times, The Washington Post, The New York Times, Le Figaro). Es miembro fundador y directivo de la Asociación de Informadores Gráficos de la Región de Murcia.

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