BRUSELAS. La dictadura sanitaria comenzó con el advenimiento de la Nueva Normalidad. El gobierno de La Unión había aprobado el Reglamento (UE) 2021/953 del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de junio de 2021 relativo a un marco para la expedición, verificación y aceptación de certificados covid-19 interoperables de vacunación, de prueba diagnóstica y de recuperación (certificado covid digital de la UE) a fin de facilitar la libre circulación durante la pandemia de covid-19. Fue el principio de la movilización de Los Antivacunas. Comenzó en la ZonaZero-Galia del Territorio Europa.
Lo que parecía ser una garantía para la libre circulación acabó convirtiéndose en el instrumento de control y prohibición para los ciudadanos que decidieron no vacunarse. Eran legión. Y el Emperador de la época, Emmanuel Macron, había decidido controlar a la población que no tenía el certificado digital covid. Los hospitales volvían a colapsarse con un 70% de enfermos negacionistas del virus. Y las autoridades actuaron.
El decreto-ley incluía la vacunación obligatoria del personal de salud, además de la ampliación del “pass sanitario”, una especie de certificado “libre de covid-19” exigido de cara a la reapertura de establecimientos. Sin él no se podía, por ejemplo, acceder a lugares como restaurantes, centros comerciales o cines, e incluso coger un tren o subir a un autobús. La operación Re-Open del gobierno de La Unión estaba en marcha y no podían permitirse el lujo de cerrar de nuevo la economía.
Pero, el Reglamento también respetaba el derecho individual de las personas: "La posesión de un certificado de vacunación contra la covid-19 no debe ser una condición previa para ejercer los derechos de libre circulación o para el uso de otros servicios". Y establecía que tampoco podía interpretarse en el sentido de establecer un “derecho o una obligación a ser vacunado”.
Y llegó el CaosPrevio. Miles de ciudadanos salieron a la calle en protesta porque la Nueva Normalidad les consideraba ciudadanos de segunda y les denegaba el acceso a servicios públicos y privados. La violencia llegó al extremo de incendiar centros de vacunación. El sistema de castas fue implantándose poco a poco. Los no vacunados serían tratados como ciudadanos de segunda, como apestados. Fue antes de que comenzaran las deportaciones a las islas del TerritorioSur-Pacífico, de los pocos que quedaron…
La Tieta intentaba ser condescendiente con todas las normas que el gobierno de La Unión dictaba para hace frente a las sucesivas emergencias sanitarias. En el verano del Año I d.C. -después de la covid-, la quinta ola amenazaba con cerrar de nuevo el Territorio-Europa. Los textos legales que se aprobaron en aquellos momentos de pánico fueron la base para el advenimiento de la Nueva Normalidad y del Partido Único. ¡God bless you!.
—Dime, David, ¿aterrizaste bien en el dronódromo ahora que han vuelto a cerrar las terrazas? No espero tu respuesta inmediata. Ya sé que el satélite ha desconectado tu chip público mientras estás en misión. Lástima… Creí que esta vez sí que podríamos despedirnos, al menos en holograma. Parece que todo esto tiene que ver con los Disidentes y los Antivacunas que se unieron a la Resistencia hace 50 años. El eHealth ha ordenado volver a confinarnos…, por “emergencia sanitaria”.