ALICANTE. Luis Garicano (Valladolid, 1967), economista y profesor de la prestigiosa IE Business School, fue el autor del programa económico de Ciudadanos y responsable de política económica del partido naranja, y desde 2019 lidera la representación europea de la formación naranja. En su doble condición de eurodiputado y economista de prestigio, Garicano se ha implicado en una 'gira' para dar a conocer la gestión de los fondos europeos de reconstrucción y ayudar a las empresas españolas a captarlos.
-¿Cómo se ve desde Bruselas, pero también desde la cúpula de Ciudadanos, lo que ha ocurrido en Murcia con la moción fallida?
-Bueno, pues con preocupación. Porque el partido reconoció que se cometieron errores graves, es evidente, y rectificó. Y las personas que tomaron las decisiones han dado un paso atrás. Así que hay que reconocer los errores y moverse hacia adelante.
-¿Arrimadas sale mejor o peor de este trance?
-No es bueno para nadie, ni para el partido ni para nadie, lo sucedido en Murcia. Eso es evidente.
-¿Qué espera que suceda en las elecciones de Madrid?
-La gran ventaja que tenemos en Madrid es que tenemos un excelente candidato. Creo que Edmundo Bal es el mejor de todos los candidatos que concurren, objetivamente. Es un abogado del Estado, tiene un conocimiento profundísimo de la Administración, honestidad a prueba de todo, ha estado persiguiendo a los corruptos, luchando por el estado de derecho en Cataluña... en ese sentido, tengo todas las esperanzas de que seamos decisivos en Madrid.
-En la lista del PP de Madrid iba a ir Toni Cantó. No se si lo ha tratado personalmente, pero ¿qué opina de su movimiento de abandonar el liderazgo de Cs en la Comunidad Valenciana para intentar ir con el PP de Madrid?
-Yo respeto la decisión individual y la libertad de cada cual para hacer lo que quiera, no tengo ningún juicio que hacer al respecto.
-Cambiando de asunto. ¿Cómo ve, desde un punto de vista general, el programa de los fondos europeos de reconstrucción y la oportunidad que suponen para España? ¿Lo estamos haciendo bien a la hora de optar a esas ayudas?
-Efectivamente, el problema es el cómo. Lo primero que hay que decir es que se trata de una oportunidad histórica y única. El dinero europeo extra que nos toca, además del general, suma unos 2.000 euros por español, es una cantidad importante para invertir, y Europa nos pide que lo invirtamos bien, en hacer una economía más limpia, más sostenible, más digital, más humana. Y que sea más productiva, que nos permita pagar nuestra deuda. Esta es la idea, y ces estupenda. Entonces, ¿cómo estamos organizados? El Gobierno ha presentado grandes planes y grandes ideas, pero de una forma muy, muy vaga sobre cómo. La realidad, y lo he hablado con muchos presidentes de comunidades autónomas, como Ximo Puig, con el que me he reunido por segunda vez para hablar de esta cuestión, y con los empresarios, como la CEV o la Cámara, es que hay una sensación de muy poca transparencia, poca información, mucha confusión.
-¿En qué sentido?
-Es decir, todo el mundo entiende que va a haber mucho dinero, y que habrá poco tiempo para gastarlo. Y sabemos que del último presupuesto europeo, 2014-2020, no conseguimos gastarlo, lo hicimos muy mal. Realmente, dejamos sin gastar un 60% del presupuesto, teníamos 56.000 millones para ejecutar y conseguimos gastar solo 20.000 millones. Dejamos de invertir 36.000 millones, nada menos. Y eso supone que podemos perder la oportunidad histórica de la que hablamos. ¿Cuál es el problema? El Gobierno ha dado una serie de prioridades, el presidente ha presentado doce veces el mismo plan, pero a un nivel de mucha generalidad. ¿A qué ventanilla hay que ir a pedir el dinero, en qué página web, con qué criterios? Pues no hay transparencia y no hay información, y todas las pymes, e incluso las más grandes, pues no saben donde ir. Oímos, oímos, oímos... y no sabemos cómo pedirlo.
-¿Cree que las pymes pueden tener problemas, precisamente por su tamaño, para poder acceder a estos fondos?
-Las pymes van a tener un problemas muy grave, sí, sí, lo van a tener complicado tal como lo está planteando el Gobierno. Digamos que en esa prisa por poderlo gastar va siempre a tener una tendencia a dárselo a las empresas grandes que son las que tienen una capacidad de pago. Menos papeles, más dinero para gastar. Pero nosotros le estamos insistiendo en que tiene que llegar a las pymes. El Gobierno dice "bueno, le va a llegar a las pymes porque en los grandes proyectos estratégicos, la empresa grande tiene que tener una pyme con ella". Nos preocupa, no nos parece suficiente. A mi me gustaría que hiciéramos como en Francia, que tiene un portal donde las pymes van a hacer un diagnóstico de qué les falta para digitalizarse. Por ejemplo, usted tiene una pastelería, ¿tiene página web? ¿tiene venta en internet? Se hace el diagnóstico y le dan un dinero para que lo gaste en servicios que le sirvan, como asesoría. Todo eso, de momento en España no existe. Y me preocupa que las pymes se queden fuera.
-¿Y el turismo, que es el que peor lo ha pasado por motivos obvios el último año? Los hosteleros se quejan de que es un sector que no está contemplado para las manifestaciones de interés, de que no saben cómo hacerlo.
-No, ahora mismo, sinceramente, no hay un camino para ellos. Los fondos son, sobre todo, para digitalización, medio ambiente y formación. Las dos áreas en las que la industria turística podría intentarlo, con formación en idiomas o para ofrecer un servicio con mayor valor añadido, de lujo, etcétera. Y digitalización de la industria turística. Pero ahí debería haber una vía para que hicieran proyectos que permitieran a la industria turística acceder a este dinero.
-Otro sector tradicional que ronda los fondos es el calzado, que además de haber perdido las dos temporadas del año pasado con los cierres en primavera y en invierno, ahora tiene el problema de la 'tasa google' y los aranceles de Estados Unidos. ¿Qué análisis realiza, alguna sugerencia?
-Sí, el sector ha sufrido extraordinariamente. Los que más han sufrido la crisis han sido hostelería, hotelería, y el comercio minorista, porque se han comido sus inventarios. Cuando habían hecho el pedido de primavera se quedaron sin primavera, y cuando hicieron el de otoño lo mismo. Tuvieron que tirarlos. Entonces, respecto al calzado, tenemos primero las ayudas directas, que el sector tiene que estar muy pendiente. El convenio con la Administración central, esos 7.000 millones de ayudas directas, lo va a firmar la Generalitat a principios de la semana que viene, y tendrán dos meses para solicitarlas, y yo espero que para finales de julio estén ya disponibles. Y luego están los fondos europeos. Hay que ser inteligente sobre cómo hacer peticiones que tengan que ver con digitalización, formación y medio ambiente. El ejemplo de esto es: si tienes un edificio que se está cayendo, el dinero no te sirve para reconstruirlo, pero sí para hacerlo medioambientalmente sostenible. Pues lo mismo para el calzado: subsidios no va a haber, pero para que las empresas sean más sostenibles sí. Todas las empresas tienen que tener muy claro que este fondo no es ni para gasto corriente, ni para una ayuda directa, son fondos para transformar. Hay que ver cómo lo plantean para que sus peticiones encajen en una necesidad real de transformación. Y todo lo relacionado con sostenibilidad y economía circular es ideal.
-Aprovechando que ha hablado usted de edificios. El Colegio de Arquitectos propone emplear estos fondos para transformar los edificios, tanto desde un punto de vista de la sostenibilidad, como para adaptarlos a situaciones como el confinamiento, con zonas verdes, espacios comunes de servicios, teletrabajo...
-El Gobierno español ha anunciado ya que más de 1 de cada 10 euros del fondo va a ser para esto, renovar edificios pero para hacerlos sostenibles. Aquí el problema yo creo que es que hay muchísimo trabajo por hacer, que puede crear miles de empleos, pero va haber cuellos de botella en la formación, porque los oficios necesarios para renovar edificios en muchos sitios ya ni existen. Y luego, corremos el riesgo de siempre con la construcción, que es que nos pongamos a formar a mucha gente para afrontar los proyectos. Los fondos son para tres o cuatro años, entonces, podríamos crear una nueva burbuja de personas en este sector que luego no podemos absorber. Pero efectivamente, la renovación de vivienda va a ser uno de los principales usos del dinero.