El analista recuerda que diciembre suele ser un gran mes para los mercados de acciones, con la excepción de 2018 que fue el peor de la historia en Wall Street
MADRID. Diciembre suele ser un gran mes para los mercados de acciones, excepto en 2018 que fue el peor diciembre de la historia en Wall Street con caídas del 9,18% en el S&P 500, un 8,66% en el Dow Jones y el 9,48% en el Nasdaq. En Europa, el Euro Stoxx 50 retrocedió un 5,41%, el Dax 30 alemán se depreció un 6,20% y el Ibex 35 cerró con una caída del 5,92%.
Las caídas fueron abultadas pero los mercados bursátiles también se beneficiaron del rally de Santa Claus, que estadísticamente siempre impulsa a los mercados en la fase final del año. El efecto de este rally fue claro y enérgico en los últimos 20 años, incluso en 2019. A partir del 26 de diciembre el S&P 500 subió un sorprendente 6,6% en las cuatro sesiones de negociación que quedaban hasta final de año.
Estamos ante las últimas siete semanas de negociación de 2019 y los principales selectivos de todo el mundo acumulan importantes rentabilidades anuales que alcanzan el 23,6% de media entre los tres principales índices estadounidenses y una media del 19,3% entre los cinco índices más representativos de Europa. Las subidas más destacadas en EEUU son las del Nasdaq compuesto con una revalorización del 27,73%, mientras que en Europa destaca el avance del 25,28% del DAX 30 de Fráncfort, el índice más representativo de la región.
El rally de Navidad o rally de Santa Claus es una pauta estacional que se repite en las bolsas de todo el mundo desde hace años y está basado en estadísticas que dicen que las acciones subirán en las últimas sesiones del año y en las primeras del año nuevo. Durante este periodo la presión compradora suele imponerse sobre la vendedora debido a los ajustes en las carteras de los fondos de inversión, que buscan batir o alcanzar sus objetivos, y el incremento de las aportaciones a los planes de pensiones buscando desgravaciones fiscales.
Unos de los mayores riesgos para el rally de este año es que se produzca un shock externo, como una escalada en la 'guerra comercial' o un Brexit sin acuerdo. Aunque no será necesario ver una solución de estos conflictos para que el mercado continúe subiendo de aquí a final de año. A pesar del conflicto comercial y su impacto directo en la economía global, las empresas pudieron superar las expectativas de beneficios.
Otro factor a tener en cuenta este diciembre es el elevado precio de las acciones y las altas rentabilidades registradas en los principales índices mundiales durante el año, ya que podrían incitar a los participantes de los mercados a recoger beneficios y capitalizar las altas revalorizaciones que tienen sobre la mesa.
Las importantes subidas de este año se atribuyen a que los mercados todavía no se han puesto al día del gran crecimiento de las ganancias corporativas. Porcentualmente en los últimos tres años, los beneficios de las empresas crecieron más que el precio de sus acciones. Los principales bancos centrales vuelven a implementar medidas monetarias expansivas; hay altas expectativas de que se firme la primera fase del acuerdo comercial en diciembre y la campaña de resultados del tercer trimestre fue bastante positiva. Estos factores propiciaron los recientes máximos históricos en Wall Street y nuevos máximos anuales en Europa.
Una de las premisas de la teoría de Dow es que la tendencia vigente se mantendrá hasta que no haya una señal clara de cambio. En este momento la tendencia es alcista en todos los marcos temporales, y lo seguirá siendo mientras que el S&P 500 cotice por encima de los 2.750 puntos, el Dow Jones mantenga los 26.000 y el Nasdaq los 7.460 puntos.
En Europa, el DAX 30 alemán tendría que perforar los 11.850 puntos para que la tendencia alcista empiece a cambiar y el Euro Stoxx 50 tendría que caer por debajo de los 3.400 puntos. En el gráfico del Ibex 35, cortesía de broker ActivTrades, podemos observar cómo la tendencia al alza se mantendrá vigente mientras que no caiga por debajo de los 8.885 puntos.
Cabe destacar que el selectivo español ha generado ciertas divergencias respecto a los principales índices europeos, mientras el DAX 30, el CAC 40 o Euro Stoxx establecen nuevos máximos anuales, el Ibex 35 todavía no ha podido alcanzar el máximo anual de abril establecido en los 9.581 puntos. Para alcanzar este nivel, primero deberá superar la barrera de los 9.400 puntos, un área de resistencia que está frenando los avances del selectivo desde mayo y que no ha podido superar a pesar de que lo intentó hasta en 19 ocasiones.
David Pina es analista colaborador de ActivTrades